Salva Maldonado aterrizó en la Isla para coger las riendas del equipo claretiano en la temporada más importante en la historia del club el 27 de junio de 2018. Nueve años después regresaba al conjunto amarillo tras su etapa de cinco cursos, entre la 2005/06 y la 2008/09. Pero su llegada al Herbalife, una vez concluida la anterior campaña y consumado el hito de la clasificación a la Euroliga por primera vez, no fue sinónimo de que Maldonado fuera la primera opción que manejaba la dirección deportiva del club para ocupar el banquillo insular.
El principal anhelo que tuvo el Gran Canaria para que fuese su entrenador en la campaña Euroliga se centró en la figura de Pedro Martínez. El técnico con el que comenzó a hacerse grande el club y de quien se esperaba que decidiera no continuar su relación con el Baskonia y regrasara a la entidad claretiana. Pendiente de la decisión que tomara Martínez en relación al contrato que le unía una temporada más en el conjunto vasco y que finalmente decidiera cumplirlo, desde los despachos del Granca se empezaron a manejar otras opciones. Sergio Scariolo, Joan Peñarroya y Salva Maldonado fueron los elegidos para el casting del banquillo insular y se inicio la rueda de contactos para conocer sus pretensiones.
El seleccionador nacional mostró su deseo de hacerse con una banqueta profesional, pues entrenar de pascuas a ramos durante las Ventanas FIBA se le hacía poco y añoraba su etapa como entrenador al frente de un club. Así, el Gran Canaria aparecía en las quinielas como una de las opciones, pero Scariolo finalmente tomó rumbo a una oferta más atractiva como la de técnico asistente de los Toronto Raptors en la NBA.
Así, la decisión final para ocupar el banquillo canario quedó entre Maldonado y Peñarroya.
El que fuera técnico del Morabanc Andorra hasta la última campaña fue la apuesta que tomó el club para que ocupara el banquillo insular, pero todo se torció en el último momento, lo que provocó que el posible acuerdo alcanzado se rompiese y se tomara la decisión definitiva de repatriar a Salva Maldonado, hasta esa última temporada en el banquillo del Movistar Estudiantes.
Rédito insuficiente
Una vez contratado el técnico catalán, desde la pretemporada las sensaciones del equipo no fueron las deseadas para un conjunto que tenía que disputar la máxima competición continental.
Acumuló cinco derrotas durante el periodo de preparación en verano, aunque cabe reseñar que el equipo sufrió numerosas bajas con motivo de la Ventana FIBA.
Una vez comenzada la competición oficial, el Gran Canaria se llevó el primer zarpazo de la temporada al caer 98-78 en el Palau frente al Barcelona. Un pequeño presagio de lo que iba a suceder durante los siguientes veinte partidos, en los que ni en ACB ha conseguido el Herbalife competir como se le presuponía y acumula a día de hoy un balance de tres victorias y siete derrotas en ambas competiciones que han supuesto la destitución final de Maldonado.
