Comienzo eléctrico del Herbalife Gran Canaria. Sacando de quicio a Saras Jasikevicius, que como ya había avisado en la previa del encuentro, no quería que el conjunto insular corriese, pues según el técnico lituano "no favorece a nuestro estilo de juego". Dos triples, uno de Rabaseda y otro de Oliver dejaron claro la intención del Granca en pista y demostrarle a Saras que emplearían su mejor arma si las piernas están frescas.

En defensa se empleó tan bien como lo puede hacer el Zalgiris, uno de los equipos con menor promedio de puntos recibidos en la Euroliga. Oliver le flotaba el tiro a Wolters y le permitía hacer dos contra unos a los jugadores verdes que poblaban la zona insular. Rabaseda se encontraba a gusto, robaba balones y tiraba contraataques a un ritmo vertiginoso para poner el 12-4 en el marcador con 7 puntos suyos que obligaban a Jasikevicius a solicitar tiempo muerto y echarle una de sus clásicas reprimendas a los jugadores balcánicos.

Elevó el ritmo defensivo el Zalgiris tras el tiempo muerto y presionaron en toda la cancha. Intentó frenar así las acometidas claretianas el técnico lituano. Con la entrada a cancha de Pauli por Oliver, ante la ausencia de bases en la escuadra insular provocó que el balón lo tuviera que subir DJ Strawberry, diferentes opciones con las que cuenta Víctor García para paliar los problemas en la dirección de juego.

Reaccionó el Zalgiris tras el tiempo muerto, sobre todo porque intuyó que con Pasecniks la defensa insular bajo el aro sería más permisiva que sin Balvin. Así Biruitis vio un solar en la pintura claretiana y encadenó dos bandejas libre de marca, a lo que sumado a una nueva canasta fácil de Ulanovas y encadenar un parcial 0-6 para los lituanos, empataron el partido 16-16 a minuto y medio de la conclusión del primer cuarto.

La reacción lituana iba acompañada de los vítores de la expedición de aficionados lituanos que se despalzaron hasta la Isla para empujar a su equipo. Unos cincuenta fervientes seguidores que no dejaron de hacerse sentir en el Arena a pesar de estar en desventaja ante la Marea Amarilla. Tanto como para dejar claro que a pesar de provenir de un país frío, mostraron incluso su calidez cuando les enfocaron en la Kiss Cam en el intermedio entre cuartos al que se llegó con 20-17.

Se reanudó el cuarto con un juego espeso, pasados cinco minutos el Granca tan solo había anotado dos puntos, mientras que el Zalgiris comenzaba a encontrarse más suelto y subía su cuantía en el marcador hasta llegar a ponerse por delante en el tanteador por primera vez con un triple de Milaknis que dejaba un 22-24 que cernía las primeras dudas sobre los insulares.

La mejor manera de responder al parcial 2-7 en contra fue con una jugada coral del Herbalife en el que se pasaron las bola todos los jugadores del quintento para que finalmente llegase a Fischer, que mientras se colgaba del aro recibía la falta de Davies y le llevaba a la línea de tiros libres para concretar un 2+1 con el que volver a coger la ventaja en el marcador.

El pívot americano regresaba a la rotación después del golpe en el tobillo que sufrió en el calentamiento del último partido liguero frente al Zaragoza y que le obligó a perderse el encuentro. Cogiendo el tono poco a poco después de su larga lesión en la pelvis acaecida el día del Maccabi, mostró sus ganas de volver a demostrar el nivel del último tramo liguero de la pasada temporada.

Anotó dos tiros libres más y regresó al banco para dar paso a Balvin, quien también anotaba otros tantos tiros libres y acompañado de un triple de Báez conseguían un parcial 10-0 para abrir brecha de nuevo en el marcador a dos minutos de llegar al ecuador del encuentro.

Dos puntos más del dominicano, junto a un palmeo de Balvin, respondían a la canasta de Birutis y cerraban la primera mitad con diez unidades arriba a favor del Gran Canaria (36-26). Rabaseda destacaba por encima de todos sus compañeros y acumulaba 15 puntos en su apartado de valoración personal. El estado del catalán traducía el papel del Herbalife en la pista: intensidad en defensa y pasar como un torbellino en los contraataques.

Regresaron a la pista los jugadores de ambos conjuntos con la puntería afinada. Milaknis clavó un triple, para decirle al Granca, aquí seguimos. ¿Y qué pasó? Que apareció Rabaseda, el hombre de la noche. Primero robó un balón, subió la bola, permitió que DJ devolviera el triple de Milaknis, colocó un tapón, metió un triple en la esquina, cogió otro rebote en defensa, volvió a subir la bola y repitió otro triple desde la misma esquina para llevar el júbilo a la grada que coreaba su nombre sin cesar. No le quedó otra a Jasikevicius que parar el ritmo canario e intentar frenar el parcial 9-3 de inicio y que dejaba el marcador en 45-29.

Con los ánimos calmados, transcurrieron tres minutos sin variación en el tanteador. Solo un tiro libre de DJ Strawberry elevó el parcial 10-0 claretiano.

Despertó acto seguido el Zalgiris gracias a una serie de pérdidas de Paulí que permitieron sumar seis puntos al conjunto báltico. Paraba de inmediato el partido Víctor García para que no se metiera en el encuentro los hombres de Jasikevicius.

Grigonis cogió las riendas de los lituanos y anotó siete puntos consecutivos para mantener el intercambio de canastas entre ambos conjuntos. El Granca por su parte, leía bien la pizarra de García y no le perdía el rastro al luminoso, manteniendo la renta de dieciseis puntos arriba (56-40) a dos minutos de finalizar el tercer cuarto.

Con todo a favor para que el Herbalife encarase el último tramo de partido con una renta plácida, se empeñó en facilitarle las cosas al Zalgiris para que se metiera en el partido. Un parcial 1-10 comandado por Dawson Jr y Brandon Davies (que además cometió una antideportiva ante Fischer y armó aun más de moral a los lituanos), dejaron el marcador 57-50 a diez minutos del final.

Junto al equipo insular se apagó la grada del Arena y se empezó a escuchar más a los cincuenta lituanos que estaban en la Isla que a la Marea Amarilla. Lo aprovechó así el Zalgiris, que al igual que el tercer cuarto, abrió la lata Milaknis en la primera jugada y se ponían a tan solo cinco puntos.

El nerviosismo se implantó en el Herbalife, comenzaron a perder balones de una forma tonta y los granos de arena en el reloj se deslizaban hacia el pitido final con todo en el aire.

146 segundos tardó el Granca en anotar su primera canasta en el fatídico cuarto. Y qué canasta. Un triplazo de Eriksson cuando restaban nueve décimas para agotar la posesión levantaba a la grada de nuevo. Después de cuatro intentos se desquitaba el artillero sueco del mal fario que le acompañaba en el encuentro.

Se disparó el picorcito en la grada y así se lo transmitió a su equipo para que Oliver se sumara a la fiesta del triple y hundir las esperanzas de Jasikevicius, que ya se resignaba en la banda y pedía tiempo muerto con 63-52 a favor del Herbalife.

Arriesgó el Zalgiris a cuatro minutos de la conclusión, mandó presionar el técnico lituano a los amarillos y le salió bien la jugada. Davies transformaba cinco puntos conseutivos y se reenganchaba una vez más al duelo.

La polémica hizo su puesta en escena con los nervios a flor de piel. Eriksson en un primer momento metía un triple, pero después de dos ataques del Zalgiris en el que los árbitros no consideraban pitar falta en ataque a Dawson Jr, se revisó la jugada anterior y se concedía la canasta de dos puntos, mientras el propio jugador americano del Zalgiris tenía que acudir a la línea de tiros libres y ponía el 67-63 a un minuto y cuarenta y cinco segundos del final.

No iba a concluir sin la sombra de una posible prórroga planeando sobre el pabellón de Siete Palmas. A 39,3 segundos de la conclusión Oliver no conseguía terminar la jugada y consumía la posesión, aunque se reclamase la revisión, el balón fue para el Zalgiris con 69-66 latente en el marcador.

Tocaba defender y lo hizo a las mil maravillas el Granca. Cerró su aro en las dos últimas intentonas lituanas y con cuatro tiros libres, dos de Oliver y otros tantos de Rabaseda, puso la puntilla final al encuentro 73-66 y se llevó así la sexta victoria en la primera vuelta de la competición continental.

Ficha técnica:

73 - Herbalife Gran Canaria (20+16+21+16): Oliver (10), Strawberry (6), Rabaseda (15), Báez (5) y Balvin (12) -quinteto inicial-, Eriksson (7), Vene (2), Pasecniks (2), Paulí (4), Fischer (6) y Tillie (4).

66 - Zalgiris Kaunas (17+9+24+16): Walkup (2), Wolters (2), Milaknis (13), White (6) y Davies (11) -quinteto inicial-, Walton JR (11), Venskus (0), Birutis 8(), Jokubaitis (2), Grigonis (9) y Ulanovas (2).

Árbitros: Sreten Radovic, Spiros Gkontas y Joseph Bissang.

Incidencias: Partido de la 15ª jornada de la Euroliga, celebrado en el Gran Canaria Arena ante 5.173 espectadores, entre ellos unos 50 seguidores del conjunto lituano.