El Herbalife Gran Canaria está inmerso en un papel cinematográfico en el que cada vez que tiene que disputar un encuentro continental desde que comenzó el año 2019, sufre una amnesia temporal que le lleva a disputar de tú a tú las primeras partes de los partidos y con el paso de los minutos recobra la memoria para darse cuenta de que su estado anímico solo dura las primeras partes. Ayer, en Turquía, volvió a repetir su película y tras veinte minutos en los que comandó el marcador (43-46), terminó por ceder en la segunda parte y sumar su séptima derrota consecutiva en la Euroliga ante el Efes 93-74.

Si la duda antes del salto inicial era si el Granca gestionaría su tanque de combustible en vistas del encuentro liguero del domingo ante el Guipuzkoa, la respuesta a la cuestión fue inminente. Pisó el acelerador a fondo, como ha querido caracterizarse este equipo desde el inicio de temporada y que pocos réditos le ha dado durante la misma.

El Herbalife sigue empeñado en desafiarse a un duelo de espadas contra los equipos que le superan en kilates a través de esa filosofía imperante en el mundo de la canasta denominado baloncesto moderno, importado de la NBA, y que pocos réditos le ha dado al equipo esta temporada.

En ese ritmo loco se vio el Herbalife con un 8-0 en un abrir y cerrar de ojos con Krunoslav Simon taladrando el aro canario. Al igual que hiciera el ex jugador del Unicaja en el encuentro de la primera vuelta de la competición en el Arena, las concesiones defensivas que lleva otorgando todo el año el equipo amarillo a sus rivales suponen un gustazo para esos asesinos a sueldo desde la línea de triples.

Aguantó el marcador de manera momentánea los insulares gracias al acierto exterior de Tillie, que con dos triples y una canasta más futbolera que otra cosa tras conectar una pared con Rabaseda, puso el 13-9 en el marcador.

Dunston se cargó rápido de faltas y el Granca no supo aprovechar que el bonus planeaba sobre el Efes. No atacó la pintura otomana y solo lanzó dos tiros libres en el cuarto, otra de las asignaturas pendientes de esta temporada.

Al pívot americano le suplió Tibor Pleiss, una torre de 221 centímetros que permite abrir la cancha gracias a su amenaza en el tiro exterior y que influye toda la circulación de balón y a la defensa de sus rivales. Así encontró las llaves de la zona amarilla el Efes y, al contrario que el Granca, acudió a la línea de personales a sumar granitos de arena para cerrar el primer periodo 26-19, diferencia que bajó de los diez puntos tras un triple de Eriksson.

El ritmo del encuentro bajó y se demostró una vez más que cuando el Herbalife cocina las jugadas, cuando se pone a mover el balón entre sus hombres y llega a parecer que Popovich está en el banquillo insular, mejora su nivel competitivo. Así endosó un parcial 0-13 que le puso por delante en el marcador por primera vez en el encuentro (26-27 en el 0-11).

Cuando mejor se encontraba el Granca en la pista turca ocurrió otra de esas noticias que ha asolado a la plantilla durante la temporada. Oliver tenía que marcharse al vestuario acusando un tirón muscular y no volvería más a pista. Lo de los bases este año en la casa claretiana está siendo un auténtico quebradero de cabeza.

Precisamente entre los directores de juego de ambos equipos se concentró el tramo final del segundo cuarto. Si Shane Larkin anotó once puntos en cuatro minutos, Clevin Hannah contribuyó con ocho para que los insulares cerraran la primera mitad 43-46.

Marcus Eriksson arrojó en la entrevista televisiva que la clave de la remontada insular en este segundo cuarto había sido "la mejoría en defensa", (recibieron 19 puntos). Mientras que Krunoslav Simon fue más severo en su autocrítica e indicó que "jugando así de blandos" no podrían luchar contra el Granca.

Controlaba la contienda los hombres de García en los primer ecuador del tercer cuarto hasta que la coctelera se agitó de la peor manera para el Granca. Dos pérdidas en apenas diez segundos, de la manera más tonta posible, supusieroncinco puntos del Efes , que sumado a una penetración de Micic, sacó de quicio al entrenador insular, que con una pequeña patadita a la valla publicitaria del Sinan Erdem Dome solicitaba tiempo muerto a la mesa para recolocar sus piezas sobre el tablero.

Pérdida de fuelle

Las palabras de Simon antes del descanso del encuentro debieron surtir efecto en sus compañeros, pues el nivel de intensidad de los otomanos subió de tal manera que la moral grancanaria ya empezaba a estar totalmente minada.

Otro parcial 8-0 del Efes instalaba definitivamente la incertidumbre en el Herbalife, que a esas alturas ya había recobrado la memoria en su película europea y comenzaba a flaquearle las piernas .

¿La cuantía total del tercer periodo? 26-14 a favor de los turcos, y Simon postulándose como el MVP de la jornada con sus 31 unidades de valoración personal gracias a sus 23 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias hasta el momento, que dejaba el marcador 69-60 a diez minutos de la conclusión.

Los rostros de los jugadores empezaban a mostrar la frustración de lo que ya intuían como otra derrota en la Euroliga, la séptima consecutiva desde que comenzó 2019.

Tras cuatro minutos disputados solo habían conseguido anotar una canasta a través de DJ Strawberry, mientras el Efes continuaba a lo suyo con Moerman y Larkin sumando guarismos.

Con los ánimos alicaídos, García intentaba meter a sus hombres en el partido, inyectarle el último chute de coraje que le diera las fuerzas suficientes para salir al menos con la cabeza alta del pabellón turco y forzó una técnica con la que mandar a Larkin a la línea de tiros libres.

Surtió efecto la intención del técnico insular, pues el Herbalife encadenó un parcial 2-10 que le devolvió momentaneamente a la pelea, a estar a ocho puntos y poner nerviosos a los de Ataman...

Pero la inquietud duró lo mismo que un caramelo en la puerta de un colegio. Micic se encargó de robarle la dulzura al Herbalife con once puntos consecutivos para poner tierra de por medio y borrar de un plumazo la tímida intentona de remontada insular.

Concluyó el partido con otra cuantía de puntos en contra abultada, diecinueve después de que Larkin apurase en los últimos segundos para sumar dos tiros libres más y cerrar el 93-74 con el que romper su racha de dos derrotas consecutivas ante el Real Madrid y el Panathinaikos.

Mientras, con los créditos finales bajando por la pantalla del Sinam Erdem Dome, se vislumbró la segunda parte de la película de esta semana, que se estrena el domingo en el Arena ante el Guipuzkoa.