El Herbalife comienza a alongarse al abismo de la LEB Oro. Sumó una nueva derrota en la Liga Endesa, la decimoquinta de la temporada, ante el San Pablo Burgos (89-87) y continúa sin conocer la victoria lejos del Gran Canaria Arena. La victoria del UCAM Murcia ante el Barça Lassa deja al conjunto insular empatado con los pimentoneros en la penúltima plaza. La alarma roja está encendida.

La tarjeta de presentación que le entregó el conjunto burgalés al Herbalife de entrada fue un ritmo eléctrico en ataque que le permitía sumar de tres en tres. El segundo equipo que menos lanza desde la línea de triple transformó sus nueve primeros puntos del encuentro después de tres triplazos, de esos que dejan una sensación inesperada y al que el defensor ni se le pasa por la cabeza puntear el lanzamiento por su inviabilidad. Y como guinda para sumar de tres, Dominique Sutton conseguía su sexto punto después de un 2+1 que ponía un 12-6 en el marcador para abrir boca que trasladaba las primeras dudas al conjunto insular.

Una eficacia ofensiva burgalesa a pesar del despliegue de Xavi Rabaseda en defensa, que forzó una falta en ataque a la perfección al ocupar el carril de Bruno Fitipaldo y posteriormente ponerle un gorro a Augusto César Lima cuando se disponía a machacar el aro canario sin piedad y se encontró la zarpa del alero catalán.

Sin dejar sorprenderse por la artillería del equipo inmobiliario (San Pablo), el Herbalife se puso el traje del equipo de la temporada pasada. Con un juego espectacular en el que las transiciones rápidas y el juego dentro fuera entre el base e interiores permitió un parcial 4-21 para los intereses amarillos. Tillie parecía Abdul Jabbar moviéndose en el poste bajo, Rabaseda y Eriksson unos asesinos a sueldo desde la línea exterior, todo buenas noticias para la capacidad ofensiva insular.

Al inicio del segundo cuarto se llegó con 18-27 en el marcador, y las sensaciones del Herbalife eran positivias para sacar su séptima victoria de la Liga Endesa en una cancha complicadísima, de la que no han salido vivos equipos que compartían vitola de huesos duros antes del comienzo de la temporada con el Granca como Unicaja, Baskonia e Iberostar

Prosiguió la serie de golpes entre los conjuntos. Una batalla de desgaste con el fin de minar la energía de los quintentos en pista. Protagonizada por los hombres altos de los dos equipos. Huskic sumó seis puntos seguidos, mientras que por parte del Granca, Wiley firmó un 2+1 de highlight; y Jefferson consiguió estrenarse como triplista amarillo después de que sus tres primeros intentos -dos en Euroliga ante el Panathinaikos- fueran un auténtico fiasco, dos de ellos sin ni tan siquiera tocar el aro.

Continuaron las torres del partido sumando puntos para sus equipos. Sutton, que volvía a pista tras ir al banco en el primer cuarto para coger oxígeno, volvía a dejar muestras de la calidad que posee en sus brazos esculpidos a base de levantamiento de mancuernas. Cuatro puntos consecutivos del americano empató la contienda 38-38 a minuto y medio para llegar al descanso.

Un parcial 15-9 a favor del Burgos llevó el marcador a la conclusión de la primera parte del encuentro hasta el 43-44 después de un triplazo de Eriksson desde ocho metros con el que marcharse a vestuarios con un punto de ventaja.

Vuelta de tortilla

Tras la reanudación, dos cachetadas del San Pablo Burgos dejó zumbado al Granca. Un 2+1 de Sutton, seguido de una canasta de Lima y un posterior 3+1 de Cancar, aturdió al conjunto insular de tal manera que tardó tres minutos en volver a ver aro. Se produjeron continuos fallos entre los dos equipos mientras la marejada del inicio del encuentro iba calmándose.

Después de la jugada de cuatro puntos de Cancar, Víctor García paró el encuentro y le dijo a sus hombres: "no queramos ganar el partido ya, vamos a hacer las cosas fáciles", mientras ponía los ojos sobre Hannah, quien iba a sustituir a Radicevic

La entrada a pista del playmaker amarillo supuso un chute de adrenalina para el Herbalife. Con diez puntos de manera consecutiva, al americano le ardían las muñecas. Dos triples, una canasta de dos y dos tiros libres para Hannah acercaban de nuevo en el marcador a los insulares (59-58).

Prosiguió un toma y daca en el que la diferencia entre los dos equipos no se fue a más de un punto. El intercambio de dominio del partido cambió hasta cinco veces con el que cerrar el tercer cuarto, al que se llegó con 67-66 después de que no le señalaran una falta clarísima en la última acción del periodo a Clevin Hannah que inquietó a García en la línea de banquillo.

Transcurridos dos minutos del último tramo, surgieron varias acciones para que los aficionados burgaleses se relamieran de gusto. El canario Álex López robaba el saque de mitad de cancha y machacaba el aro; Jefferson anotaba su tercer triple desde ocho metros; Javi Vega hacía un mate a aro pasado con el balón cogido a una mano que lo hubiera firmado el mismísimo Doctor J; Eriksson salía del carretón para martillear el aro desde lejos... Show en el Coliseum.

En los momentos calientes del encuentro, el equipo de Víctor García no supo manejar los tiempos y prefirió apostar por un quintento con jugadores de corte defensivo, quienes no conseguían cortar la sangría del conjunto local y no perdieron su ventaja en el último cuarto en ningún momento.

Al 89-87final se llegó con intercambio de tiros libres buscando el fallo de los jugadores burgaleses, pero una antideportiva final a Radicevic tiró por la borda cualquier intento de remontada insular. El Granca se mete en un auténtico problema y por primera vez en la temporada está en puestos de descenso, mirando al abismo de la LEB.