Ni siquiera ganar el derbi ante el Iberostar Tenerife (86-90) fue suficiente para ampliar el crédito de Víctor García en el banquillo del Herbalife Gran Canaria. El técnico se presentó este domingo en La Laguna sentenciado: tras 10 derrotas consecutivas, entre Euroliga y Liga Endesa, los ejecutivos del club claretiano determinaron su destitución y encomendarse, por tercera ocasión, a Pedro Martínez.

Todo a instancias del propietario, el Cabildo de Gran Canaria, preocupado por la deriva del equipo -en la pelea por evitar el descenso a LEB Oro y vapuleado el viernes en Kaunas por el Zalgiris- y con las elecciones a la vuelta de la esquina. La apuesta aparece clara en el horizonte: puerta grande o enfermería.

El relevo, según la hoja de ruta que se manejaba este fin de semana en las altas esferas del Granca, se ejecutará este lunes. Víctor García deja al conjunto amarillo con un balance de siete victorias -sólo una por encima de la zona de descenso- y 15 derrotas en la ACB y un récord de seis triunfos y 19 tropiezos en la Euroliga.

Al entrenador, tras toda una vida en el club -como jugador de cantera y técnico en diferentes escalafones-, le llegó la oportunidad de entrenar al primer equipo claretiano el 4 de diciembre. Ese día, y -curiosamente- tras dos victorias, Salva Maldonado fue destituido y la entidad que preside Enrique Moreno le entregó, de manera interina y sin dar ninguna explicación, la batuta del primer equipo.

La negativa de Pedro Martínez, entonces, para tomar el relevo de Salva Maldonado dio rango de entrenador jefe -con todas las de la ley, aparentemente- a Víctor García. La aventura sólo ha durado tres meses. En ese tiempo, el Granca sólo ha firmado cuatro victorias en la Liga Endesa -frente a Divina Seguros Joventut, Montakit Fuenlabrada, UCAM Murcia e Iberostar Tenerife- en 12 jornadas. En Euroliga, los números no fueron mejores: sólo tres triunfos, ante Armani Milan, Buducnost y Zalgiris, en 15 partidos en total.

A la espera de saber si el futuro inmediato de Víctor García aún pasa por el Granca -en otra posición dentro de su organigrama técnico-, el club ha optado por lanzarse a los brazos, como el que se cruza con un viejo amor, de Pedro Martínez para resolver una temporada que arrancó con la etiqueta de histórica -por la primera participación del equipo amarillo en la Euroliga- y que ahora mismo corre riesgo de acabar en incendio.

Primera opción, siempre

Primera opción, siempre

Pedro Martínez siempre fue la primera opción de Berdi Pérez para comandar esta aventura. En verano, con una cláusula de salida que le permitía dejar el Baskonia si era reclamado por un equipo con condición de Euroliga, ya fue tanteado por el Granca. Entonces, el técnico barcelonés optó por continuar en Vitoria. En diciembre, pocos días después de ser despedido por el propio Baskonia, su nombre volvió a aparecer en el agenda de la entidad de la Vega de San José para reemplazar a Salva Maldonado. Las negociaciones no cuajaron.

Ahora, al tercer intento en apenas nueves meses, los caminos del Herbalife Gran Canaria y Pedro Martínez vuelven a confluir. La intervención de Ángel Víctor Torres, consejero de Deportes del Cabildo, y una oferta que asegura su continuidad en el banquillo claretiano para la próxima temporada, han convencido al entrenador catalán para volver a un equipo al que ya ha dirigido en dos etapas diferentes y con el que logró romper, en varias ocasiones, el techo de cristal que limitaba las aspiraciones deportivas del Granca -a sus órdenes se coló, por primera vez en su historia, en las semifinales de la Copa del Rey y de la ACB-.

Tras su último pasa por el club claretiano -resuelto con polémica al no ser renovado pese a las recomendaciones de Berdi Pérez al consejo de administración que presidía Joaquín Costa-, Pedro Martínez ha dirigido al Basquet Manresa, Valencia Basket -con el que se proclamó campeón de la Liga Endesa y fue subcampeón de Copa y Eurocup- y Baskonia -con el que alcanzó la final de la ACB el curso pasado-.

12 jornadas a muerte

12 jornadas a muerte

Con 12 jornadas por delante, en la Liga Endesa, el reto marcado por el club claretiano para el técnico barcelonés sólo pasa por eludir el descenso de un equipo que optaba a todo hace unos meses y al que ahora, después de contar con hasta 19 jugadores en su plantilla en lo que va de ejercicio, no le vale otra que arañar algún triunfo para evitar la deshonra del descenso a la LEB Oro -y, según los cálculos políticos, algunos votos en las próximas elecciones locales-.

Con el segundo cambio de rumbo en el banquillo del Gran Canaria, algo que no ocurría desde hacía mas de 20 años, se confirma la mala planificación que ha existido en el presente curso, el más importante de la historia con la Euroliga.