La Provincia - Diario de Las Palmas

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"Creí que Pedro se equivocó cuando dijo que iba a ser titular"

"El segundo año aquí fue muy duro. Volví del verano con mi familia y al verme solo otra vez se me vino todo abajo", afirma

El interior polaco Olek Balcerowski posa en las gradas del Gran Canaria Arena, ayer, tras el entrenamiento. quique curbelo

¿Le pongo en situación. Llega Pedro Martínez al banquillo y en el primer partido en casa contra el Darussafaka en Euroliga le da la oportunidad de ser titular. ¿En qué piensa en ese momento?.

Buff... Ya no lo recuerdo con exactitud, pero estaba muy nervioso. No me lo esperaba para nada ser titular ni que fuese a jugar. Sí que sabía que iba a estar en el banquillo y si pasaba algo, pues igual tenía la opción de jugar, pero me dio esa confianza que no me la esperaba. Estaba muy nervioso, pero cuando salí, desconecté e intenté jugar lo mejor posible.

¿Se queda algo de esos nervios dentro o en cuanto pisa la cancha se pasa todo?

En cuanto empieza el partido y te pones a correr, se me olvidó todo.

Vamos, que le da igual que esto esté más o menos lleno, el himno de la Euroliga, la gente animando...

No lo notas. Entras y no lo notas. Tampoco es que me sienta como en un partido del EBA en La Vega de San José, pero se me olvida.

¿Cuándo se entera de que va a ser titular?

En el vestuario. Antes de empezar la última rueda de calentamiento normal, siempre dice el quinteto. En ese momento lo dice y pensé que se había equivocado o algo, en principio [Se ríe]. Me di cuenta de que no, de que era lo que quería. Así que ya sabía que me tocaba dar todo.

¿Qué le dijo Pedro Martínez en ese momento?

No, nada. Tranquilo como siempre. Dijo: "Salimos con tal, tal y tal... y con Olek". No me lo esperaba para nada.

¿Cómo han sido estas semanas con él? Su situación personal ha cambiado por completo.

Me siento muy cómodo, me encanta como entrenador. Me está dando muchas oportunidades para ayudar, para corregirme y para jugar. Siempre en los entrenos está intentándome ayudar, diciéndome cómo hacer esto o lo otro. Y después lo más importante, que me está dando oportunidades en los partidos con minutos.

¿Qué ha aprendido de él en estas semanas?

Que hay que jugar siempre con energía, a 200% por hora, que nunca puedes dejar de dar todo lo que tienes en cada momento del partido. Eso es lo principal, lo más importante. Y después ser paciente porque todo llega en ataque.

¿A nivel particular le ha incidido en algo en concreto?

No, porque me ha insistido en muchas cosas. Quizá lo más importante en que no piense tanto las cosas, ¿sabes? En que en los partidos no piense tanto en los jugadores que tengo alrededor porque si no me puedo volver loco. Tengo que estar centrado en cosas sencillas y en los pequeños detalles, además de estar bien en defensa con buenas posiciones. Si juegas bien en defensa, el ataque llega solo.

¿Se cree lo que le ha pasado en estos 20 días ya? ¿Se siente ya un fijo aquí?

[Se lo piensa] No sé, tengo 18 años. Simplemente me preparo para aprovechar esta gran oportunidad que tengo de estar con ellos. Intento mejorar y aprender lo que pueda con el entrenador y los jugadores. Si alguno de los lesionados vuelve, no sé qué pasará conmigo, por eso me centro en aprovechar el momento que tengo de contar como uno más. Intento dar todo lo que tengo.

¿Ha valido la pena las lágrimas, el sacrificio de estar tan lejos en casa por este momento?

Seguro. Para eso he trabajado desde que llegué aquí. Han sido muchos años trabajando muy duro. A veces me costaba levantarme de la cama cuando era más joven... He podido llegar y ahora tengo que demostrar lo que puedo hacer.

Ese igual fue el momento más alto, pero ¿cuál ha sido el más bajo desde que llegó a Gran Canaria?

Pues seguro cuando llegué aquí hace cinco años. El primer año, sinceramente, a pesar de ser muy difícil porque vine solo, sin padres y estaba muy perdido, se me pasó muy rápido. Puede que estuviera pensando más en todo lo de fuera que en el baloncesto. Pero el segundo año, cuando volví después del verano, se me cayó el mundo. Venía de estar con mi familia durante todo el verano y llegué y se me vino todo encima. Eso te hace madurar muy pronto.

¿Cómo ha sido vivir aquí solo?

Ha habido momentos malos y buenos. Y me quedo con los buenos, sin duda. He tenido la oportunidad de conocer a mucha gente, a muchos compañeros muy buenos que son ahora mis mejores amigos.

¿Quién es la persona que más le ha marcado en Gran Canaria?

Bueno, está Juanmi Morales, él seguro. Él me vio y él me contrató. A él le tengo que agradecer muchas cosas. Estoy aquí gracias a él.

Habló de vivir sin sus padres. ¿Qué importancia tienen ellos en esto que está viviendo?

Mi padre es y era jugador profesional de baloncesto. Ahora juega al baloncesto en silla de ruedas porque tuvo un accidente de tráfico con el coche. Empecé a jugar gracias a él, lo miraba como un espejo. Quería ser como mi padre: jugar a nivel profesional. Antes me dedicaba a la natación, pero es que era tan aburrido... Fuimos al equipo de mi ciudad y allí empecé con nueve años y hasta aquí

¿Cómo es la historia de su padre Marcin?

Cuando él tuvo el accidente sus compañeros llegaron a la máxima categoría de Polonia. Él quería jugar como profesional y justo tuvo el accidente. Iba como pasajero y se rompió la espalda. A nadie le pasó nada muy fuerte, solo a él. Se quedó sin mover las piernas. Le dieron la esperanza de que igual podría volver a caminar y se movió por todas las clínicas privadas en busca de esa solución que nunca llegó. Empezaba otra vida. Se tuvo que poner a hacer ejercicio, estaba cogiendo mucho peso por estar en la silla, con la medicación... Había un club de baloncesto en silla de ruedas en mi ciudad y empezó ahí. Fue a un torneo a Alemania, vieron a mi padre y le contrataron hasta convertirse en uno de los mejores del mundo. Ha sido campeón de Europa y ha estado en los Juegos de Londres 2012. Ha jugado en Italia, Alemania y España...

¿Qué le ha enseñado su padre?

Yo nací y ya le vi sin caminar, siempre en silla de ruedas. Enseñarme algo de baloncesto era difícil para él, pero aún así se ponía a explicarme cosas de bote, por ejemplo. A nivel personal, muchas cosas como no rendirme en la vida. Siempre hay algo por lo que luchar, que hay personas que te aman en el mundo, como mi madre con él, que no lo ha dejado cuando estaba en un momento difícil en su vida. Me tuvieron a mí y a mi hermana y creo que es una historia bonita.

Ahora es el novato de la plantilla. ¿Cómo está siendo la adaptación al vestuario?

Me llevo muy bien con todos. Hacen muchas bromas conmigo, me 'molestan' un poco más, me hacen los chistes. Como ellos me dicen, soy como su mascota y por ahora no les puedo decir nada [se ríe]. Con los que más me río es con Paulí, Xavi y Albert, me llevo muy bien con ellos.

¿Quién es su referencia dentro del equipo?

Todos. Intento coger y aprender muchas cosas de todos. Pero si tuviera que elegir a uno, al que más respeto le tengo es a Oliver. Siempre intenta ayudarme en los entrenamientos. Es como si fuera un entrenador personal: me corrige, me habla de cómo hacer esto o lo otro. Me gusta escucharle porque tiene esa experiencia que le hace saber tanto o más que a algunos entrenadores, quizá. Sabe muchísimo de baloncesto.

¿Hay talento en el filial para que puedan seguir sus pasos próximamente?

Sí, creo que sí. Khalifa [Diop] ya ha entrenado, que es un tío muy fuerte, que le saca espacios a muchos jugadores. También Jovan [Klajic], que tiene muchísimo talento y que también ha entrenado con el primer equipo esta temporada; y Javi [López] que está a un gran nivel. Creo que ellos pueden estar ahí.

¿Qué es lo que más le ha costado del salto del filial hasta aquí?

El físico y el ritmo del juego, te cansas mucho antes, mucho más rápido. O lo das todo en ataque y defensa o no vas a salir bien, es mucho más exigente.

¿Piensa mucho en lo que pueda pasar el año que viene?

Para nada. Solo en aprender y ganarme la confianza del entrenador, devolvérsela y seguir mejorando. Pensar en el año que viene no vale para nada, solo quiero acaban bien este curso.

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