Viene a impartir una charla a los entrenadores que se han inscrito a la Gran Canaria Summer League. ¿Qué temas va a tratar?

Se trata de dos charlas. Una analizará una serie de diferentes situaciones de juego que se pueden dar en aspectos ofensivos y otras sobre la construcción del ataque en parada. Espero contribuir un poco a la formación de los entrenadores y como mínimo que vean otra manera de ver el baloncesto.

Esta Summer League está repleta de promesas. En la Isla se presume de que se trabaja muy bien la cantera y son numerosos los títulos en categorías inferiores que alcanzan los clubes insulares, pero aun así son pocos los jugadores canarios los que llegan al máximo nivel. ¿Por qué cree que ocurre esta paradoja?

Me lo preguntan en todas las ciudades a las que voy. En general es que no llegan jugadores nacionales arriba porque el salto entre el baloncesto de formación y el profesional es muy alto. Hay unas etapas por medio y si el jugador no es de primerísimo nivel necesita un tiempo para buscar otro camino para poder llegar. Aunque es verdad que en los últimos años no están saliendo demasiados jugadores de calidad.

¿Cree que esta cuestión también es extrapolable al ámbito de los entrenadores?

No, no. Precisamente en la ACB ha habido muchísimas caras nuevas. Algunas han salido mejor, otras peor, pero hubo cinco entrenadores nuevos [tres] que entraron en la rueda.

¿Entonces no comparte la idea de que los banquillos de la ACB pertenece a un circuito cerrado?

Últimamente han subido entrenadores de la cantera de los equipos, pero va por épocas. Al final todos hemos llegado algún día y hemos derribado la puerta sin ser de ese círculo cerrado. Ahora ha habido nuevas caras.

Usted se pone de ejemplo de esa promoción. ¿Qué consejo le daría a los entrenadores que anhelan un banquillo ACB?

El que decide ser entrenador vive pensando en baloncesto a todas horas. No hay mejor consejo que sigan así, intentando progresar, que el conocimiento no tiene límite. Todo suma.

El 18 de junio tuvo lugar la primera reunión del Sindicato de Entrenadores de Baloncesto pero no estuvo presente. ¿Va a pertenecer a él en un futuro?

No, no estuve presente porque no estoy trabajando en el panorama nacional.

¿Pero tiene que estar activo para formar parte de él?

Puedes pertenecer como outsider, pero en esta caso no estoy en este sindicato nuevo ni en los últimos años he estado en ninguno.

No tiene equipo. ¿Ha recibido alguna oferta ya?

Algunas propuestas han llegado. Estoy valorándolas, pero no tengo ninguna prisa por elegir.

En la Isla, cada vez que ha habido cambio de entrenador, ha sonado su nombre...

Nunca he sabido que mi nombre sonara ni una vez aquí, la verdad. Es la primera vez que alguien me lo dice. Nunca he tenido contacto con ningún club de las Islas. En absoluto se han puesto en contacto desde el Granca conmigo.

Víctor García vivió esta temporada una situación parecida a la suya cuando llegó al Barcelona

Primero, obviamente no puedo opinar en las decisiones del club. Pero Víctor demostró desde el primer partido que dirigió contra el Milán de lo que es capaz. Pero aquí a todos nos puede pasar lo mismo, llevemos 20 años o un día al frente de un banquillo. Al final hay entrenadores que con jugadores les puede salir bien y otros que no se adaptan a los que tienen. Es el mundo al que tenemos que ceñirnos

En la última Euroliga

Es la respuesta de la sociedad. Todos somos inmediatez. Se rompe una cosa y no tenemos paciencia... pues con los resultados igual. Aunque creo que este año no habrá tanto movimiento de banquillos en la Euroliga.

¿Considera que llevó la calma al Panathinaikos?

Llegamos y la situación no era fácil. Venían de perder dos ligas con Olympiacos y caer contra ellos de 25 puntos. Les ganamos dos ligas y no perdimos en dos años un partido de Liga Regular. En la Euroliga lo hicimos bien, aunque todo el mundo pensaba que no llegaríamos tan lejos y finalmente perdimos los dos años contra el campeón [Fenerbahce y Real Madrid]. Estos resultados cambiaron el signo del club y creo que mi etapa se recuerda bien en Atenas.

¿Qué consejo le daría a un entrenador que está sufriendo presiones por parte de un directivo y pueda crear cuadros de ansiedad en momentos puntuales?

Si eso pasa creo que se están equivocando. Pero es como en todos los trabajos, no solo en el baloncesto. El entrenador no debe sentir más ansiedad por culpa de la exigencia porque el entrenador nace con la exigencia dentro de él. No hay mayor presión que la que uno mismo se pueda poner.

Precisamente el entrenador que le sustituyó en el Panathinaikos, Rick Pitino, anunciaba ayer que abandonaba el club. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Poco puedo decir. Desearle la mejor de las suertes al club, felicitar a Rick por el trabajo que hizo y espero que el Panathinaikos tome la mejor decisión ahora y les vaya muy bien en el futuro.

¿Cómo valora la final de la ACB entre el Barcelona y el Real Madrid?

Está siendo muy bonita. En el primero el Real Madrid fue claramente superior, pero los dos siguientes han estado muy competidos, aunque el Barcelona jugó un poquito mejor el segundo y lo perdió. Pero quizás también en el tercero, personalmente, sentí que el Real Madrid fue ligeramente mejor y perdió. El nivel que ha alcanzado está claro que es gracias a los dos buenos entrenadores que tienen ambos equipos.