La salida de Marcus Eriksson tiene un precio. El equipo que quiera arrebatar al alero sueco del Herbalife tendrá que pasar por caja y depositar los más de 200.000 euros que están estipulados en su cláusula de rescisión contractual. Una cifra bastante elevada para lo que acostumbra a moverse en el mercado baloncestístico, pero que en principio dos equipos están dispuestos a desembolsar.
El primero, el que más interés ha puesto en hacerse con los servicios del francotirador de Upsala es el Alba Berlín. El equipo de la capital alemana regresa a la Euroliga después de siete temporadas sin probar las mieles de la máxima competición continental y quiere armar un equipo acorde a la exigencia de la misma. Por ello, el cartel de Marcus Eriksson y sus pretensiones de querer participar un año más en el Viejo Continente, casan a la perfección entre anhelos berlineses y el deseo del nórdico.
Por otro lado, el Valencia Basket, que también regresa al torneo dirigido por Jordi Bertomeu, ha levantado el teléfono para preguntar en la dirección deportiva insular sobre cómo está redactado el contrato del alero y los subterfugios que se pueden activar para deshacer los dos años de vinculación que le restan al jugador claretiano con el Granca.
Porque los 10,4 puntos por partido que Eriksson firmó la temporada pasada en la Euroliga con el Granca, además del 41,5 % en el índice de promedio en el lanzamiento de tres hacen que el sueco sea una perita en dulce en la lonja europea.
Máxime cuando el Herbalife no va a jugar la próxima campaña ningún torneo continental después de que la ECA (European Commercial Assets, las siglas en inglés de la empresa encargada de velar por los intereses de la Euroliga) decidiera no otorgar a los claretianos una de las invitaciones para disputar la próxima Eurocup.
Puja casi cerrada
Comienza una puja ahora por el de Upsala, lejos del pago de la cláusula que deban abonar al Herbalife, en la cual los dos equipos -que hasta ahora han mostrado su interés- tienen que convencer a Eriksson con un jugoso contrato teniendo en cuenta el factor del desembolso para romper el vínculo.
El Alba Berlín, con el satauteño Himar Ojeda al frente de la dirección deportiva, es el que más carne en el asado ha puesto por Eriksson, pues el seguimiento del grancanario por el sueco viene de lejos. El acuerdo podría cerrarse muy pronto.
De concretar su fichaje se sumaría a las órdenes del entrenador exclaretiano Aíto García Reneses, que tiene que armar un equipo solvente para la Euroliga. De momento han renovado a l base Peyton Siva y a Luke Sikma (hasta 2023), el último MVP de la Eurocup y que se formó en las filas del UB La Palma. En caso de concretar su incoporación con el Valencia Basket, Eriksson iría a la Fonteta de San Luis con el fin de hacer olvidar a Rafa Martínez, recientemente cortado, y se uniría al elenco de exteriores con los que cuenta Jaume Ponsarnau de momento: Fernando San Emeterio, Joan Sastre y Alberto Abalde; al que habría que sumar el reciente fichaje del base Quino Colom.
