Parte de la historia de los clubes suele recordarse a través de los versos que dejan escritos los entrenadores que comandan a su escuadra, ya sea durante una época reseñable o por gestas puntuales. Así como en el Granca se apela a los nombres de Pedro Martínez o Luis Casimiro para marcar tramos temporales y éxitos pasados, en Murcia el nombre de Fotis Katsikaris quedará ligado al mayor éxito por el momento del Baloncesto Murcia cuando: la clasificación para el Playoff en el curso 2015-16.

"Tengo mucho cariño por el club, su gente y la afición. Pasé dos años muy muy buenos allí en el que hicimos un equipo muy competitivo, que daba guerra en cada partido y por supuesto, tengo muy buen recuerdo de mi paso por Murcia", expresó el griego sobre las sensaciones que tiene al rememorar su paso por el equipo del sureste español.

En aquella temporada mágica del UCAM, Katsikaris contó con un equipo formado por jugadores con veteranía como Carlos Cabezas o Thomas Kelati, y con promesas del calibre de Facundo Campazzo o Agusto César Lima.

Precisamente sobre el base argentino, que años más tarde ha eclosionado en el Real Madrid de tal manera que ha sido capaz de llevar de la mano a la selección argetina hasta la final del pasado Mundial de baloncesto, Katsikaris quiso quitarle hierro a su responsabilidad directa en la formación de Chicho Terremoto.

"No soy entrenador de los que le gusta nombrar jugadores, este u otro. Siempre intento trabajar para mejorar a mis hombres dentro de un trabajo colectivo. Él en esa época era un jugador joven, que estaba por primera vez en Europa y la verdad es que disfruté mucho de él. Es un chico maravilloso, muy trabajador, con mucho carácter y me alegro mucho de que esté jugando a este nivel, sin duda", afirmaba el griego sobre el Facu.

Con la armada murciana forzó un tercer partido contra el Real Madrid en aquellos cuartos de final del Playoff en el que finalmente cayeron con los que a la postre iban a acabar siendo campeones ligueros.

Katsikaris se marchó del club, atraído por los rublos del Lokomotiv Kuban, pero tras ser cesado en el conjunto ruso no tardó en regresar a Murcia después de que Óscar Quintana fuese despedido y se le volviera a abrir la puerta para coger al equipo.

Cogió al equipo decimotercero, con un balance 6-12, pero en el sprint final no llegó a repetir la gesta de los Playoffs y se quedó en la línea de meta del objetivo al finalizar novenos con un score de 14 victorias y 18 derrotas.

Con es intento de gesta heróica, Fotis Katsikaris volvió a abandonar el club y nunca más volvió al UCAM.

Dudas en el cuadro murciano

En la enfermería murciana han tenido entre algodones a Askia Booker, la gran estrella del UCAM, quien se torció el tobillo en la última jornada frente al Valencia, y aunque terminó el partido, las molestias le han lastrado durante toda la semana.