Las imágenes desaparecieron pronto. En ellas, Manu Lecomte, base del Herbalife Gran Canaria, mostraba en una historia de su perfil de Instagram cómo trabajaba sobre el parqué de La Vega de San José. Sin embargo, en pleno estado de alarma desde el pasado 14 de marzo y, como mínimo, hasta el próximo 11 de abril, la película toma otro cariz.

Lecomte se encuentra en proceso de recuperación de una rotura parcial en la fascia del pie derecho. Un percance que se produjo en la tercera semana de febrero, cuando el jugador cedido por el UCAM Murcia se encontraba concentrado con su selección. Ahora, según señala el club, el base se encuentra en un trabajo de "rehabilitación" donde debe empezar a trabajar con impacto. Una fase que precisa de un complejo deportivo como el de La Vega de San José, deslizan.

En ese sentido, Lecomte estuvo en el pabellón con uno de los fisioterapeutas del club. El acceso a la instalación fue facilitada por un empleado de mantenimiento del recinto. La entidad también añade que Lecomte, como paciente, tiene que seguir este tratamiento para corregir su lesión y que lo hace bajo prescripción médica. Además, sentencia que "cuenta con todos los permisos para desplazarse y acudir a La Vega de San José" y trabajar en su puesta a punto. No obstante, esta no es la tendencia seguida por otros deportistas, que siguen su proceso de recuperación en estos momentos. Los casos más cercanos: Raúl Fernández, Drolé o Dani Castellano, en la UD Las Palmas; o Sayna Mbengue, lateral del Rocasa, recién operada de su rodilla.

Todo esto sucedió en el Pabellón de La Vega de San José, un recinto de titularidad pública. El pabellón pertenece al Cabildo de Gran Canaria, aunque el Granca consiguió su usufructo y la gestión del mismo durante 50 años -hasta 2053-. El pasado jueves 12 de marzo, la institución insular procedió al cierre de todos sus recintos deportivos como medida preventiva y de protección ante la pandemia de Covid-19. Por su parte, el resto del equipo sigue un plan de entrenamiento dentro de sus domicilios.

"El pabellón no está abierto al público, por lo que no choca con el decreto del estado de alarma. Hay personal allí de mantenimiento del Granca como en otras instalaciones del Cabildo, como es el Centro Insular de Deportes, que precisa de sustento técnico. Hay una circular del Gobierno que hace referencia a las piscinas públicas, por ejemplo, que necesita que sus filtros se pongan en funcionamiento", argumenta Francisco Castellano, consejero de Deportes del ente insular. Esto es algo que también sucede en otras instalaciones como la Ciudad Deportiva Gran Canaria -el antiguo Martín Freire- o el propio Estadio, donde se encuentran las oficinas de la Consejería de Deportes.

La residencia, operativa

Por otro lado, en la residencia que tiene el club en La Vega de San José siguen los cuatro jugadores becados por la entidad, que decidieron pasar la cuarentena en la Isla antes de regresar a sus respectivos países de origen. "Tienen a su tutor y el cocinero va todos los días. Es una situación que maneja el club directamente", agrega el consejero, vicepresidente del consejo de administración del Granca.

En ese sentido, Castellano aseguró que la entidad claretiana, a través de Enrique Moreno, su presidente, le trasladó que este hecho se produjo "como parte de la rehabilitación del jugador y no como un entrenamiento".

"Lo que me han contado es que el jugador ha entrado en una fase de recuperación distinta, que no puede hacer en un centro ni en su casa y que va allí con el 'fisio', que forma parte del personal sanitario", agregó. El consejero también puntualizó que "no se trata de una actividad deportiva", según le explicó el propio club. "La entidad insiste en que todo está dentro del cumplimiento del decreto, que tiene sus certificados de movimiento para el jugador y la prescripción médica para que pueda continuar con la rehabilitación. Presumo y confío en que así será", concretó.