Raúl tenía tantas ganas, tanta ansia de baloncesto, que al coger de nuevo la pelota su cara reluce. Junto a él, Manuel, el crack, Néstor, el mediático o Guille, el implacable anotador. Todos han vuelto para recuperar sus sueños. Regresan, junto a su entrenador, Javier Chonen, responsable del Proyecto Suma, baloncesto inclusivo para chavales con TEA o Síndrome de Down. Por fin pisan la cancha del CB Gran Canaria después de demasiados días encerrados, tres importantísimos meses sin poder dar clases y sin hacer terapia. Pero como siempre ellos siguen empeñados en evitar los obstáculos, esquivar las dificultades, doblegar los problemas y ganar a la adversidad. Una enorme satisfacción compartida con las familias que también vuelven a ilusionarse. De la pista a casa a fortalecer esas ganas de ser campeones.