Jacob Wiley, el deseado, ya está en Gran Canaria. El pívot estadounidense llega ilusionado con repetir las grandes actuaciones que firmó en su primera y corta etapa vistiendo la camiseta del Herbalife, en el curso 2018-19. El norteamericano, como entonces, está llamado a ser uno de los referentes en el nuevo Granca comandado desde el banquillo por Porfi Fisac.

El jugador, tras aterrizar en la tarde de ayer en suelo grancanario, se mostró encantado de volver a un lugar donde se sintió querido e importante. "Seguro que yo estoy más emocionado de venir que los aficionados de que yo venga. Este lugar me da vida, energía. Quería venir aquí. Cuando el club igualó la oferta, me puse a saltar en casa", afirmaba sobre el momento en que los claretianos, en el derecho de tanteo, se hacía con sus servicios cuando el Joventut estaba muy intersado en él.

"Me sentí cómodo aquí, encajé bien. Me alimenté de la pasión de la afición. Mi juego está basado en la energía, y cuando la energía es buena yo juego bien", reiteraba un exultante Jacob Wiley.

"Soy un jugador diferente"

El pívot estadounidense reconoce que ha crecido como jugador desde su marcha de Gran Canaria hacia el Panathinaikos griego: "He aprendido mucho. Soy un jugador diferente desde que me fui, jugué con grandes jugadores en Grecia y contra grandes rivales. Creo que ahora soy más inteligente".

Jacob Wiley, quien declaraba a su llegada que está "listo para jugar", valoraba positivamente el plantel que confeccionado por el Granca para afrontar la temporada 2020-21. "Es una gran plantilla. Frankie Ferrari es un gran jugador; Albicy, Amedeo Della Valle? Tenemos también jóvenes muy buenos. Será un equipo enérgico, divertido de ver, y creo que tendremos un gran año", analizaba el norteamericano.

Finalmente, el pívot se refería a la ausencia de público en el Arena al menos en el inicio del curso: "No importa si la afición puede estar en el pabellón o no, nosotros lo vamos a dar todo y sabemos que ellos nos estarán apoyando".