El vestuario del Gran Canaria, con Porfi Fisac al frente, se tomó este último partido de la pretemporada como el examen final del verano. Del resultado que se obtuviera en el pabellón municipal de Benahavis se podría hacer un balance del estado actual del conjunto amarillo y el resultado no es otro que el de la satisfacción al unísono de todo lo que rodea a este club para afrontar la nueva temporada. Victoria 75-83 ante el Unicaja con un juego medido, muy táctico y pragmático en los 40 minutos de disputa. La ITV del Granca: en perfecto estado.

Este equipo no se mete en problemas, hace las cosas fáciles y sobre todo divierte a todos. Encuentra soluciones en su repertorio, ese que Fisac no para de hojear y que hasta el momento le ha dado buenos réditos en cuanto a sensaciones. Para ganarle al Unicaja tocó un par de teclas y los jugadores respondieron en la pista. Que el juego exterior no funciona, se machaca la zona con Wiley y Costello; que cierran la pintura, los triples llegan tras mover el balón por fuera del arco. Parece un análisis simplista, pero este equipo juega al baloncesto de toda la vida.

La prueba iba a ser de altura ante un rival directo en la lucha por la Eurocup y una de las plazas que den derecho a jugar la próxima Euroliga. Clubes muy similares a los que este partido les vendría de perlas de cara al arranque liguero. El conjunto de Luis Casimiro, eso sí, tuvo que afrontar el amistoso con las bajas de Carlos Suárez, Dejan Milosvljevic y Jaime Fernández, a la espera de recuperarse para afrontar la nueva temporada; además de la ausencia de Darío Brizuela a última hora. Sin cuatro de sus jugadores más destacados, la oposición malacitana sería menos dura.

La igualdad entre los dos equipos siguió patente gracias al fondo de armario del Unicaja, que se encomendó a Axel Bouteille y Tim Abromaitis para sumar puntos para los intereses andaluces. El ex del Iberostar hizo sufrir a Beqa Burjanadze con su amenaza exterior y encontró tanto como sus tiros como los pases a sus compañeros en la pintura para que le siguieran el ritmo ofensivo al Granca.

Las variantes claretianas hicieron su puesta en escena para afrontar los diez primeros minutos. Penetraciones en diferentes uno contra uno con aclarados a Stan Okoye y a Amedeo Della Valle, o algunos balones interiores para que los pívots se fajaran en la zona fueron la carta de juego de los de Fisac para irse con 15-17 al primer respiro entre periodos.

Sin apenas lanzamientos de tres en el primer cuarto, comenzó el show de tiros lejanos. Francis Alonso se puso el traje de Reggie Miller y transformó tres casi seguidos para amartillar el aro insular. Con esos tres misiles se llegó a la máxima diferencia para los locales, +11 con el 38-27 en el marcador.

El canterano cajista quiere ser uno de los activos de Casimiro esta temporada después de estar en cuatro equipos la pasada campaña y con partidos como este se está ganando el puesto. Un cuarto triple a la respuesta de otras dos canastas de tres puntos del Granca, le colocó como el MVP de la primera mitad.

Echaba en falta Fisac el acierto del llamado a ser el líder de este equipo, Amedeo Della Valle, que hasta el tramo final del segundo cuarto estuvo bastante errático tanto en el tiro como en sus decisiones sobre el parqué. Sumó perdidas no forzadas, además de no encontrar cómo defender a Alonso, que le estaba pasando la aguja y el sedal por su figura para hacerle un Armani a medida con el quinto triple antes de marcharse a vestuarios y firmar el 45-38.

Pocas alegrías podía sacar en conclusión el Herbalife de sus dos primeros cuartos, más allá del debut de Jean Montero en la pretemporada y de forma extraoficial con el primer equipo claretiano. El dominicano no tardó ni un minuto en anotar sus primeros puntos con la elástica amarilla después de dos tiros libres, pero el baile que le marcó Gal Mekel en las tareas defensivas le hizo que volviera al banquillo rápido.

Son diecisiete años los que aparecen en el carné del diamante caribeño. El talento es innegable y el descaro que tiene sobre el parqué es su sello personal, pero tiene que vivir todas las experiencias que conlleva la exigencia de los profesionales en la cancha y que a buen seguro va a ir aprendiendo a sobrellevarlas y confirmar su brillo.

Mazazo y triunfo

Necesitado de un extra de energía para volver de vestuarios, quién mejor que Jacob Wiley para esas tareas de motivación coral. El californiano, un maestro en las transiciones ofensivas encadenó nueve puntos para aguantarle el tirón al Unicaja, que tampoco bajaba el pistón y seguía a lo suyo con el verso libre de Francis Alonso.

Porfi Fisac continuaba con sus probaturas de pretemporada y en este tercer periodo introdujo a Wiley y Costello en cancha para sacar petróleo entre ambos en el juego interior. Entre las dos torres amarillas llevaron el peso ofensivo del Granca y se repartieron todos los puntos convertidos hasta el minuto 28. Gladiator [Costello], por su parte, con una tarjeta impecable de 5 de 5 en tiros de campo.

Tantos minutos pasaron de partido como para que el Herbalife redujera su desventaja de ocho puntos cuando Amedeo Della Valle anotó dos tiros libres con los que llegar al empate a 56. La corriente iba a favor de los insulares y el entrenador segoviano estaba contento con sus apuestas en cancha.

El aroma que se palpaba en Benahavis no era el propio de un partido de verano, sino que solo con el ritmo de piernas que se veía sobre el parqué se podía intuir que los dos contendientes querían quedarse con la victoria a toda costa. Palitos de vez en cuando, planchazos sobre la pista para coger balones divididos o la más clara de las señas llegó con el cabreo de Luis Casimiro con el trío arbitral por no pitar una falta clara de Montero en defensa.

Precisamente el caribeño sacó de quicio de nuevo al ex entrenador claretiano cuando robó un balón a minuto y medio de la reanudación del último cuarto y ponía la directa con un parcial 0-8 con el que el Herbalife ponía ocho de ventaja en el ábaco, 61-66.

Con ese mazazo cogió el toro por los cuernos el conjunto amarillo. Tomó la delantera y no le dio opción a los nervios de los últimos minutos de tomar partido en el partido. La seriedad se adueñó de los de Fisac y con un juego inteligente, castigando los errores cajistas supieron comandar la balsa hasta el pitido final (75-83).

Una victoria de altura con la que afrontar el arranque liguero el próximo sábado 19 frente al Bilbao Basket en el Arena, y que con los ánimos por las nubes, todo aficionado claretiano ansía ver la puesta en escena del nuevo conjunto de Porfi Fisac jugándose los cuartos, lo que de verdad importa.

Ficha técnica:

Unicaja (15+30+13+17): Abromaitis (6), Gerun (9), Bouteille (14), Mekel (7) - cinco inicial- Thompson (5), Brizuela (-), Díaz (7), Alonso (23), Infantes (0), Waczynski (2), Pino (1); Nzosa (1).

Herbalife Gran Canaria (17+21+20+25): Wiley (19), Okoye (12), Albicy (3), Della Valle (11), Burjanadze (5), Montero (4), Ferrari (2), Kljajic (1), Shurna (7), Rosales (-), Costello (17) y Beirán (2).

Árbitros: Hierrezuelo, Sánchez Sixto y García González.

Incidencias: Partido amistoso de pretemporada disputado en el Pabellón Municipal de Benahavís (Málaga).