El 12 de julio pasado el Herbalife Gran Canaria anunció el fichaje del escolta AJ Slaughter. Dieciséis días después, el 28, comunicó que el jugador rescindía su contrato con el club de mutuo acuerdo porque no superó unas pruebas médicas. Y hoy, casi tres meses y medio después, está a punto de formalizar su regreso a la entidad claretiana para reforzar la posición de escolta, huérfana tras la marcha de Amedeo Della Valle.
Entonces el Granca le deseó una “óptima recuperación”, y ahora se entiende que Anthony Darrell Slaughter (Louisville, Estados Unidos), de 33 años y que cuenta con pasaporte polaco, ha superado ya todos sus percances y es por ello por lo que está muy cerca de volver a formar parte de la plantilla, tal y como avanzó ayer Sportando.
Para el técnico Porfirio Fisac, quien en su día avaló la llegada del estadounidense –como el resto de fichajes–, es de vital importancia la llegada de un escolta, toda vez que con su salida por problemas de salud, y la de Della Valle por su falta de conexión con el preparador segoviano, la rotación del Herbalife carece de un jugador de esas características. No tiene, en definitiva, un tirador.
Por eso Fisac y el director deportivo Willy Villar, en su búsqueda de soluciones a dos problemas que jamás imaginaron en la pretemporada, han vuelto a fijarse en Slaughter para reforzar un equipo necesitado de tiradores por el estilo de juego netamente ofensivo que plantea el entrenador. Además, puede jugar de base.
Cabe recordar que el escolta de Louisville promedió 13,3 puntos en la pasada Liga Endesa 2019-20 en su estreno en el país con el Coosur Betis, y que en su día reconoció haber elegido el Herbalife “por su gran tradición en España”. Ahora, por fin, le llega la oportunidad.
