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El Granca esquiva la primera bala

El Herbalife gana con solvencia su final contra el Urbas Fuenlabrada con una victoria de equipo (87-71) | Beirán, Slaughter, Okoye y Burjanadze, claves en el triunfo

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Victoria del Granca ante el Fuenlabrada (87-71) CB Gran Canaria

Primera bala esquivada. El Herbalife Gran Canaria respira. Casi tres meses después de la primera victoria en Liga Endesa en el Gran Canaria Arena, el equipo de Porfi Fisac fue capaz de sumar el segundo triunfo en casa, tercero en un curso de pesadillas. Todo después de un trabajado partido ante el Urbas Fuenlabrada, que se enredó con las lesiones de Matt Costello y Andrew Albicy, pero que supo reconducir gracias a un valor que hasta el momento poco se había visto este curso: el músculo de equipo.

El 87-71 final dejó en al Granca fuera del descenso, con aire para encarar otros dos partidos clave en las próximas semanas –GBC y Coosur Real Betis–, y con el sabor de tener argumentos a los que agarrarse para reconducir su delicada situación. Señales en forma de la recuperación de Javier Beirán –clave en un momento complejo del partido–, en la aparición de AJ Slaughter, la solvencia de Stan Okoye y la capacidad para salir del embrollo de las lesiones.

El morbo, desde el inicio, estaba en Oliver Stevic. Titular ante la baja de Jacob Wiley y después del culebrón de su fichaje hace solo unas semanas desde el Fuelabrada, el pívot serbio era uno de los protagonistas activos del partido. Todo en el primer día sin Frankie Ferrari en la rotación del Herbalife Gran Canaria tras su salida camino a Málaga. Pero lo preocupante había pasado en la pista del GBC, que se había llevado su segunda victoria del curso en la prórroga ante el MoraBanc Andorra. La pelotera por abajo crecía.

De entrada el Granca acudió a la cita concienciado de la importancia del día que tenía por delante, pero con las manos en parte frías (6-2, min. 4). Errores a uno ya otro lado del aro, con un tanteo más bien bajo, atados por lo trascendental que era el partido para ambos escudos. Dentro de ese ritmo ramplón, un símbolo del miedo, el Herbalife se echó a temblar.

El motivo: una caída de Matt Costello. El tobillo del pívot de Michigan se torció en una caída que resquebrajó el partido del Granca. Un drama más en un partido que ya de lo era por sí solo para el Herbalife. En el techo del Gran Canaria Arena el marcador se movía a cuentagotas. Nadie se despegaba, nadie imponía su juego, nadie lograba dar un bocado lo suficientemente importante al marcador. Rotó Porfi Fisac. Volvió Javi Beirán a Liga Endesa, Olek Balcerowski sacó sus brazos a paseo y Beqa Burjanadze dio descanso a John Shurna (11-8, min.7).

El Granca esquiva la primera bala

Los minutos de Balcerowski eran buenos. Iba a tener que aplicarse el polaco con Costello lesionado. (15-9, min. 8, tras un par de libres suyos). Pero se calentó el Fuenlabrada espoleado por Melo Trimble, escoltado por Kyle Alexander, el hombre que sustituyó a Stevic en el Fernando Martín. Se puso por delante por primera vez el Fuenlabrada (15-16, min. 10), revolvió a la siguiente el Granca, pero Siim Sander Vene anestesió a los amarillos para cerrar el primer acto (17-18).

Vene, como si recordara cada centímetro del parqué del Arena de su corta etapa de amarillo, clavó un buen triple (19-21, min. 12). Respondía Beqa Burjanadze, se animaba Stevic, pero tomar distancia era imposible. El parcial de 11-2 que había levantado el Granca con todo el sufrimiento del mundo solo le valía para ir seis por encima (30-24, min. 15). Un tramo que tomó otro color cuando Stevic, rectificando bajo el tablero amplió el asunto al 13-2 y prorrogó el trecho hasta los ocho puntos (32-24, min. 16).

El tiempo muerto del Fuenlabrada no acomplejó al Granca, que tocó los diez de ventaja (34-24, min. 16). Pero nada puede ser tranquilo en este Herbalife. Cuando todo iba al alza, Albicy se rompió. Se miraba a la suela del zapato, pedía ayuda para levantarse y se marchaba al banquillo. Tieso. Con Ferrari en Málaga, al Granca le había mirado un tuerto.

Se había disparado trece por encima el Granca (37-21, min.18), pero el Urbas Fuenlabrada reaccionó, sobre todo con la implicación de Urtasun para irse al descanso solo seis por debajo. Había partido. Mucho partido. (39-33).

Trimble, máximo anotador de la Liga Endesa, no había aparecido hasta el momento. Justo hasta ahí. Siguió escalando el Urbas Fuenlabrada de la mano de su base, pero el Granca tenía la mano de Okoye como termómetro. Dos triples consecutivos del alero internacional con Nigeria permitían al Granca seguir de manera sólida por delante (47-39, min. 23).

El partido se aceleró y el Fuenlabrada se encontraba a gusto en esa situación. Se lió el Granca con las pérdidas, erró su balance defensivo y el conjunto madrileño se creció. De nuevo, el Fuenlabrada estaba ahí (51-47, min. 26). Paró el tema Fisac en la búsqueda de una reacción de los suyos, pero el asunto siguió estancado.

Okoye seguía como oráculo del Granca en ataque. Su mano señalaba el camino. El Fuenlabrada agobiaba, pegajoso, sin dejar atrás la sombra del Herbalife. Apareció entonces la figura de Javi Beirán para volver a dar aire al equipo claretiano con sus mejores minutos desde su vuelta. Posteó y jugó de espaldas como un pívot de los de antes, culminó desde el triple un movimiento del balón generoso del Granca y asistió a Beqa Burjanadze para que sacara tres tiros libres. El resultado de aquello, un Herbalife Gran Canaria entrando a los últimos diez minutos con ocho puntos por encima (63-55).

Fabio Santana y Javi Beirán mantenían al Granca en el 6,75. Tres triples y de nuevo trece arriba. Vuelta a los dobles dígitos. (72-59, min. 33). La raza del Herbalife apareció de la mano del alero madrileño en ese tramo del encuentro. Responsabilidad.

Como la que tomó AJ Slaughter unos minutos después. El ‘combo’ de pasaporte polaco dio otro paso hacia la victoria con cinco puntos consecutivos (77-61, min. 36). Se levantó el Granca y se soltó entonces.

Burjanadze encontró un 2+1 para derribar la zona que el Fuenlabrada probaba a la desesperada. El Granca estaba 19 puntos arriba (80-61, min.36). Casi nada para como se presentaba el encuentro. Con poco más de tres minutos por delante, el Granca lo tenía casi hecho.

El partido fue desde entonces baño y masaje. Algo que el Granca no había podido disfrutar hasta el momento en Liga Endesa, donde ha sufrido cada uno de los minutos que ha jugado en esta temporada. Se pudo dejar ir para llegar a la orilla de su tercera victoria, salir del descenso y afrontar las próximas dos ‘finales’ ante GBC y Betis con otra cara.

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