Una de las consecuencias que ha dejado la pandemia del coronavirus desde su aparición en la sociedad se traduce en un panorama inhóspito de aficionados en los recintos deportivos profesionales. Sin el calor del público y el factor negativo en lo económico que respecta a la taquilla en los clubes, la inestabilidad tanto financiera como deportiva resalta en la actualidad del baloncesto nacional. Por ello, Porfi Fisac, entrenador del Gran Canaria se ha sumado a la propuesta del Casademont Zaragoza en la que plantean el cierre patronal si los aficionados no regresan a los pabellones de juego. “Si no hay público y hay que parar la liga, que se pare”, el segoviano lo tiene claro al respecto.
“Creo que la vida tiene que tener lógica, no entiendo que la gente se pueda juntar en otro sitio y aquí en pabellones como el nuestro no nos podamos juntar un número determinado de personas. La vida tiene que ir avanzando. Creo que el deporte profesional es muy importante y creo que con la pandemia nos están diciendo vosotros no, y yo pregunto que por qué otros sitios sí”, exclama el técnico claretiano sobre su visión de cómo se está gestionando la pandemia en el baloncesto español.
“Estoy de acuerdo con la propuesta de que vuelva el público a las canchas o se pare la competición porque si hay veinte personas en un establecimiento en 40 metros cuadrados, aquí que hay 1.000, no puede haber quinientas”. Fisac no entiende lo que para él es un agravio en cuanto a las medidas restrictivas para frenar los posibles casos de contagios en recintos cerrados.
Por tanto, el castellanoleonés quiso “apoyar y secundar la idea de que la gente tiene que llegar al campo ya y si es necesario suspender la competición que se haga”, tal y como trasladó el Casademont Zaragoza el miércoles con una carta dirigida al presidente de la ACB, Antonio Martín para que gestionara esta situación junto al CSD con la amenaza de convocar una huelga el día 15 de enero.
En el comunicado del club aragonés destacaba la solicitud de una compensación económica “por los daños y perjuicios” provocados por las restricciones que ha impuesto el gobierno español al respecto de la presencia de aficionados en recintos cerrados en los clubes de disciplinas profesionales. El planteamiento sería, en un principio, “de un tiempo que sea preciso, para evitar el colapso financiero de posiblemente la gran parte de la competición”.
Cabe recordar que ya en diciembre de 2020, Antonio Martín emitió un comunicado en el que abogaba por la apertura de los pabellones apoyado por un protocolo de acceso a estos recintos. La negociación con el CSD se resolverá el 15 de enero, fecha reafirmada tras haberse realizado una asamblea ayer entre los clubes de la ACB y de la que la zona noble del Granca no ha tomado decisión todavía y pospone su respuesta hasta la realización de la misma a mediados de mes.
La Supercopa de fútbol sala, con 1.500 espectadores
Mientras la ACB y los clubes de Primera y Segunda división del fútbol nacional continúan sin recibir aficionados a sus recintos deportivos, hay otras disciplinas en las que sí se permite la asistencia de público a las grandas bajo un control. De momento la Real Federación Española de Fútbol anunció ayer que la disputa de la Supercopa de Fútbol Sala que se jugará el 11 de enero a las 18.45 horas (Teledeporte) en el Wizink Center de Madrid entre el Inter Movistar y el Fútbol Club Barcelona podrá contar con la asistencia de hasta 1.500 personas, que es el número de entradas que se han puesto a la venta. Asimismo, el partido de la selección española de balonmano frente a la croata que se resolverá esta tarde, a las 17.00 horas (Teledeporte) también contará con la presencia de otros 1.500 espectadores en el mismo pabellón madrileño. Distintos grados de aceptación y apertura según qué deporte y por el que tanto LaLiga como la ACB están crispado. | D.R.
