La semana de Ventanas FIBA llega a su fin y los siete internacionales que tomaron rumbo a los distintos puntos del planeta comienzan a regresar a la Isla pare reiniciar los entrenamientos con el grupo de cara al primer compromiso que tiene que afrontar el conjunto insular, el 2 de marzo, con su duelo ante el Mornar Bar en Montenegro y que es clave para el futuro de la entidad claretiana en la competición continental.

A medida que vayan volviendo los jugadores a la Isla se unirán a los que permanecieron en Gran Canaria para ponerse a las órdenes de Pofi Fisac. Javier Beirán, que se cayó esta vez de la convocatoria de Sergio Scariolo; el nigeriano Stan Okoye con su combinado nacional ya clasificado para el Afrobasket que se disputará en Ruanda este verano; los norteamericanos Matt Costello y Sean Kilpatrick; además del nacionalizado por Lituania John Shurna, que solo visitó la camiseta en 2014 para obtener el pasaporte y poco más; además del serbio Oliver Stevic, que tampoco acudió a su selección, como Khalifa Diop, ausente con Senegal.

Cuestión especial guarda el caso de Jacob Wiley, de vuelta ya a las canchas tras superar el coronavirus que contrajo en Tallín allá por noviembre, tiene que jugar hoy todavía el partido aplazado contra la propia Estonia (14.00 horas) –esta vez en Perm, Rusia–, en un duelo a vida o muerte por clasificarse al EuroBasket 2022.

Por tanto, el ala-pívot californiano apurará su vuelta a Gran Canaria tras ausentarse tres meses alegando querer recuperarse en Estados Unidos del virus –pasó unos días antes por la Isla desde Tallín– y se le abre un nuevo frente a Fisac sobre la gestión de Wiley en su roster, ya que ahora el interior cuenta con pasaporte comunitario y podría contar con él sin ningún tipo de excusas.