365 días y los que quedan todavía por delante... Hoy se cumple justo un año del último partido en casa del Herbalife Gran Canaria con público en las gradas del Arena. El 8 de marzo de 2020, el equipo grancanario se imponía por 87-77 al Valencia Basket en el pabellón de Siete Palmas. Fue la última oportunidad en que los jugadores del Granca sintieron en su piel los ánimos de la fiel marea amarilla.

La expansión del coronavirus a través de toda la geografía nacional llevó a las autoridades sanitarias a prohibir la presencia de los espectadores en los recintos deportivos. Pocos días más tarde, el 14, el Gobierno declaraba el estado de alarma en todo el territorio nacional durante meses, con medidas de severa restricción al movimiento de personas y también para la actividad económica.

Sólo 48 horas después, la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) acordaba, con la unanimidad de todos los equipos, la suspensión temporal de la fase regular de la Liga Endesa. En principio era por dos fines de semana debido a la crisis sanitaria, pero luego ese plazo se alargaba hasta el 24 de abril.

Pero ante el negativo desarrollo de los acontecimientos, la patronal de clubes optaba por tomar una decisión histórica. El 27 de mayo se confirmó el retorno de la Liga Endesa una vez el Gobierno había autorizado la reanudación de las ligas profesionales debido a que la evolución de la pandemia permitía la disputa de la competición, eso sí, con las mayores garantías sanitarias para la salud de todos los participantes.

La ACB confirmaba a Valencia como sede de una fase final para dilucidar el campeón de la temporada 2019-20 bajo un formato inédito, con 12 equipos en liza y no con los ocho que históricamente disputaban el playoff por el título.

Y esa medida permitió al Herbalife Gran Canaria estar entre los elegidos, pues en una campaña irregular el cuadro grancanario dirigido por Fotis Katsikaris estaba situado en la undécima plaza de la tabla clasificatoria.

Perjuicio económico

Desde aquel día 8 de marzo de 2020, la afición del Granca no ha vuelto a aparecer por el Arena, y parece complicado que este hecho pueda producirse a lo largo del presente curso. Las previsiones al respecto no son nada esperanzadoras, aunque los clubes de la ACB lo hayan pedido ante el perjuicio económico que supone no poder cubrir lo presupuestado por venta de abonos y entradas.

Hubo un pequeño intento de que la afición amarilla regresase al recinto de Siete Palmas, pero en la competición europea. El CB Gran Canaria tenía previsto permitir un aforo de 500 espectadores para el compromiso europeo ante el Dolomiti Energia Trento de la Eurocup. Era a finales de octubre de 2020, pero este choque tuvo que ser aplazado por casos de Covid en el equipo italiano.

Justo después, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas llegaban a un acuerdo para que no se permitiera la presencia de aficionados en ninguno de los acontecimientos deportivos que se celebraran en España en el marco de las competiciones internacionales de fútbol y de baloncesto de carácter profesional.

¿Y cuando podrá volver la marea amarilla a alentar a los suyos en vivo? La pregunta del millón que nadie en estos momentos se atreve a dar respuesta. Incluso, algunos de los clubes de la ACB ha hecho un llamamiento a detener la competición, aunque la medida no ha obtenido un gran respaldo.