TJ Campbell pierde el balón en el último ataque verdiblanco, el reloj del partido llega a 0 y Carlos Peruga hace sonar el silbato para decretar el final del choque entre el Coosur Real Betis y el Granca. Lo normal sería que los jugadores insulares se abrazaran para celebrar el triunfo, pero todavía no quieren cantar victoria. Aparece Willy Villar por el banquillo claretiano móvil en mano y da el aviso: «Van empate 88-88», el Unicaja ha conseguido igualar el marcador ante el Real Madrid a 1 minuto y 24 segundos para la conclusión del duelo. La angustia comienza.
Parte de la plantilla del Herbalife se agolpa alrededor del móvil del director deportivo. «¿Qué pasa, cómo van?», se cuestiona Javier Beirán. Conoce el resultado y prefiere ser cauto antes de entrar en pánico por los segundos finales del Martín Carpena.
El delegado del club, Joan Pera, junto al cuerpo técnico del Granca, Porfi Fisac, Stephane Dumas y Víctor García, se marchan para el vestuario junto a gran parte de la convocatoria claretiana. Villar, AJ, Stevic, Beirán, Shurna y Fabio permanecen en la pista mirando el móvil de Willy. Mete Laprovittola un tiro libre, 88-89, y resta un minutos y cinco segundos.
Siguiente ataque del Unicaja y ocurre lo peor. Falta a Deon Thompson, que dispone de dos tiros libres para ponerse por delante en el marcador en el partido. Las caras de los presentes son de preocupación. Se temen lo peor.
La tragedia se asoma al futuro del Granca y los que quedaban en la pista deciden regresar al vestuario junto a sus compañeros. Villar, Pera, Beirán, Shurna y Stevic presencian cómo Thompson falla los dos lanzamientos libres. «¡Vamos!», se escucha desde el fondo del pasillo de las entrañas de San Pablo donde el resto de la plantilla aguarda en las duchas.
Causuer anota un canastón, 32 segundos y 88-91. El camino al Playoff se va allanando para el Granca, pero Vincent Poirier comete otra falta ante un mal cliente: Jaime Fernández.
«Ahora los meterá y hará falta nada más sacar, supongo», comenta Beirán. Efectivamente. Balón a Jaycee Carroll, agarrón de Brizuela y el de Wyoming a la línea de tiros libres.
El exclaretiano y compañero de Beirán en la pasada década en el Granca mete solo uno –sorpresa–. «¡Qué haces!». Las dudas vuelven a asomar por el pasillo de vestuarios y ya la plantilla al completo se reúne en las duchas para ver qué ocurre en el último ataque del Unicaja, a falta de 16 segundos.
Katsikaris pide tiempo muerto y la incertidumbre se acrecenta todavía más. La pizarra del griego lanza trazos para la Mamba Vasca. Brizuela falla su lanzamiento para empatar a 92, Garuba coge el rechace y Abromaitis tiene que hacer otra falta.
«¡Vamos Panterita!» se escucha en la caseta. El pívot de Azuqueca de Henares anota los dos lanzamientos desde la línea de 4,60, se eleva el 90-94 en el luminoso del Carpena a la vez que se iluminan las caras de los jugadores del Herbalife, ya alguno casi sin ropa.
Carroll anotó una canasta más para el definitivo 90-96 tras una pérdida de Abromaitis y los grilletes de la cadena de la angustía se quebraron para dar rienda suelta al júbilo.
La celebración es máxima. Fisac, Víctor García se acercan desde su vestuario y se meten en una ducha de agua de las botellas de sus jugadores para celebrar el pase al Playoff. «Esto es el premio a todo el trabajo de estos meses, cuando estábamos en lo más hondo de todo», se sincera Villar.
