El 6 de diciembre de 2020 el Granca caía en el Palau Blaugrana contra el Barça y reflejaba un balance en la Liga Endesa de tan solo 2 victorias y 10 derrotas. Hoy, seis meses después y tras sacar adelante 16 de los últimos 24 partidos en la competición nacional, el equipo insular ha conseguido meterse en el Playoff, un objetivo que parecía imposible cuando el Herbalife llegó a ir último de la clasificación.
Entre la obra completa de Franz Kafka, uno de sus ensayos con mayor repercusión fue el de Metamorfosis. La historia narra la transformación que sufre un joven en su habitación, donde tras despertarse un día se da cuenta de que se ha convertido en un insecto, se desdibuja su personalidad y comienza una reflexión infundada en los más oscuros pensamientos que le llevan a la muerte. En el caso del Granca, su metamorfósis más bien ha tenido un final contrario. Si bien parecía un bicho raro entre octubre y noviembre, ocupando lo más hondo de la tabla liguera, hoy, seis meses después de los días más oscuros, rebosa alegría con la celebración de haberse clasificado para el Playoff.
Más allá de todas las situaciones kafkianas que se han ido sucediendo a lo largo de este medio año en las entrañas de la entidad claretiana, con una inestabilidad institucional imperante y a punto de ampliar aun más el desfase económico del club, cifrado en 1,8 millones de euros, el Herbalife ha vuelto a beber de su mejor medicina: el rendimiento deportivo.
El Granca ha acumulado 16 triunfos en los últimos 24 encuentros disputados. Después del alarmante arranque liguero cuando llegó a encadenar siete derrotas consecutivas y establecerse en el farolillo rojo de la Liga Endesa, el conjunto insular ha ido colocando ladrillo a ladrillo en el desarrollo de la temporada para terminar construyendo un edificio al que se le ha puesto el colofón del Playoff.
La credibilidad que puede poseer el aficionado claretiano con su equipo ha ido sufriendo constantes altibajos en la hoja de ruta de la campaña. Del alarmismo más extremo viendo al equipo coquetear con el descenso a LEB Oro, a las primeros brotes verdes que comenzaron a asomar en el transcurso de los últimos meses del año anterior. Entre campanadas de año nuevo y los regalos navideños, el equipo insular acumuló seis victorias en siete encuentros de la Liga Endesa que supusieron un bálsamo para la intranquilidad grancanaria.
Idas y venidas
Aun así, todavía le costó afianzarse al conjunto de Porfirio Fisac como un equipo con crédito suficiente para competir con cualquier rival que se le pusiera por delante. Más aún cuando iban desfilando jugadores por el vestuario del Gran Canaria Arena. Las salidas de Jovan Kljajic, Amedeo Della Valle, Frankie Ferrari, Jacob Wiley, Earl Clark, Beqa Burjanadze, el culebrón de Javier Beirán con su castigo y posterior indulto, además de la última baja de Sean Kilpatrick, hubiera significado en cualquier casa con cierta normalidad el descalabro definitivo para el club.
A pesar de ello, parece que la inestabilidad ha corrido de forma positiva en el seno del equipo, pues ha ido tirando con lo que tenía en nómina y se ha visto en la situación de darle la alternativa a los jugadores de la cantera. El domingo mismo, en el triunfo que le valió el billete para el Playoff, formaban en la convocatoria Balcerowski, Khalifa Diop, Javi López y Marcis Steinbergs, cuatro de las perlas insulares forjadas en la Vega de San José con mesura en las manos de Gabi Alonso.
En 2021, en la Liga Endesa, sólo han ganado en el Siete Palmas el Lenovo Tenerife y el Barça
De por medias, las etapas que fue quemando el Herbalife en la Eurocup, con una clasificación milagrosa también para los cuartos de final tras levantar un 0-3 de inicio en el Top-16 de la competición continental, fue respaldando la fiabilidad de la plantilla amarilla. Se notaban ya capaces de poder manejar situaciones críticas y salir airosos de ellas. Llámenle flor, azar o fortuna, pero salvo el peaje de la Copa del Rey, a cada espada de Damocles que se ha cernido sobre el cogote claretiano, han sabido eludirlo.
El balance final de 18 victorias y 18 derrotas, un 50% de resultados en la liga regular de la ACB, han permitido al Herbalife colarse en el Playoff. Merced al último favor que le ha brindado el Real Madrid al ganarle al Unicaja el pasado fin de semana. Una victoria en la que el conjunto madridista solo tenía el aliciente de completar una liga entera sin conocer la derrota lejos del Wizink Center. Récord que registró en el Martín Carpena y que sirve de aviso a los claretianos de cara al Playoff.
Porque el mismo Real Madrid que le allanó el camino al equipo de Fisac es el rival con el que se va a encontrar el Gran Canaria el lunes 31, cuando se de comienzo a la serie de cuartos de final de la Liga Endesa. Comienza ahora un nuevo capítulo del curso, en el que el desenlace de la narrativa metamorfósica insular está cada vez más cerca.
Incapaz no solo de vencer, sino ni tan siquiera de competir el Herbalife en los dos encuentros ligueros con cada equipo de los tres primeros clasificados de la fase regular (Madrid, Barça y Tenerife), se antoja harto complicado que los insulares sean capaces de dejar en la cuneta al equipo de Pablo Laso. Teniendo en cuenta incluso la condición de imbatibles como visitantes en una serie que se resolverá al mejor de tres partidos.
Sin embargo, uno de los hechos que han permitido esta escalada triunfal del Granca hasta el Playoff ha pasado precisamente por hacer de Siete Palmas un fortín, en el que tan solo la visita de Pau Gasol a mediados de abril fue capaz de conquistar el Arena en los últimos cuatro meses.
En este 2021 el balance de triunfos como local para el conjunto insular se eleva a ocho victorias por tan solo dos derrotas. Las sufridas en el derbi canario ante el Lenovo Tenerife, el 16 de enero (87-108), y hace cinco semanas frente al Barça por 74-92. Ambos conjuntos han concluído en el podium de la clasificación ACB.
