Fin a la disyuntiva que manejaba Artem Pustovyi para encauzar su futuro cercano. El pívot se debatía hasta ayer entre la oferta presentada por el Unicaja y el Granca y finalmente se ha decantado por el conjunto insular. La pintura claretiana tiene nuevo dueño.
El ucraniano, que se encontró en una especie de subasta por ver el mejor postor para hacerse con sus servicios, aguantó hasta ayer para terminar de confirmar su decisión de vestir de amarillo en la temporada 2021-22.
Él ya ha elegido y de la mano de su agencia, BeoBasket, falta por concretar las condiciones que firmará en el conjunto insular, que todavía se encuentra en proceso de confección del presupuesto de la próxima temporada, a la espera de cerrar las cuentas de la pasada campaña el próximo lunes cuando se celebre el Consejo de Administración del club, al igual que de la Fundación Canaria del Deporte.
También ha sido clave para que descarte la opción del Unicaja que el jugador tuviera ganas de fichar con el Gran Canaria. Entra dentro de sus deseos vivir en la Isla y finalmente ha pesado en su decisión final.
Tampoco es que ayudara al Unicaja que en la próxima temporada vayan a jugar en la Basketball Champions League, una competición que todavía no convence tanto a los jugadores como la Eurocup, torneo en el que el Gran Canaria espera participar durante las próximas tres temporadas.
En cuanto a las pretensiones económicas del ucraniano se vislumbra que las cifras están lejanas al montante que cobró en el último curso en las filas del Barça donde recibió unos 800.000 euros, un cobro final dentro del plan estratégico de su contrato de 1,5 millones de euros repartidos en las tres temporadas que firmó con el club azulgrana –300.000 mil el primer año, 400.000 el segundo y el doble en el último–.
Una vez concretado el fichaje de Pustovyi, de 219 centímetros de altura, ahora la nómina de jugadores interiores con los que se debate el Granca y la dirección deportiva tiene que elegir entre la continuidad de los jóvenes Olek Balcerowski y Khalifa Diop; ejecutar o no la renovación de Oliver Stevic, y encontrarle una salida a Jacob Wiley y el alto salario que le firmaron la pasada temporada para igualar la oferta que presentó el Joventut para hacerse con sus servicios.
