Artem Pustovyi, el nuevo pívot que fichó el Gran Canaria para competir la próxima temporada, pasó el reconocimiento médico ayer en las instalaciones médicas del Hospital Perpétuo Socorro y cuando al ucraniano se le colocó en la máquina que sirve para medir la estatura de las personas, éste paró el tope en 218 centímetros. Una talla que supone la segunda más alta de la historia del club tras los exultantes 2,20 metros de Walter Edy Tavares.
Pustovyi llega directamente desde el Fútbol Club Barcelona, donde pasó las tres últimas temporadas después de que el conjunto azulgrana le fichara precisamente para intentar frenar el dominio de Tavares cuando se medían al Real Madrid. Una apuesta que no se llevó a la práctica en la cancha en el trienio culé, pues solo jugó 25 minutos repartidos en cuatro partidos ante el conjunto merengue.
El ucraniano ficha con el Granca para seguir la estela de las últimas incorporaciones claretianas, en las que sobre todo en el anterior lustro, el equipo insular ha contado con una alta nómina de jugadores que sobrepasaban los 215 centímetros de altura.
Actualmente en la plantilla de Porfi Fisac, el entrenador segoviano cuenta con tres torres vistosas. Junto a Pustovyi, la pintura estará defendida por Khalifa Diop y sus 2,15 metros, el noveno más alto histórico; y por Ilimane Diop, que no se queda corto, con 2,10.
Años atrás destacaron como rascacielos del Granca, Ondrej Balvin y Ovidijus Galdikas, ambos con 2,17 metros, pero con distinta repercusión en el equipo claretiano; además de los 216 centímetros de Anzejs Pasecniks y Olek Balcerowski. Si el letón permaneció cuatro años en el Granca en el que no terminó de cumplir con las expectativas puestas, el caso de Olek es distinto, aunque ahora tenga que jugar cedido en el Mega.