Si a cualquier aficionado que se enamorara del CB Gran Canaria durante la década de los 90 se le preguntara por un quinteto ideal de la década, el nombre de Shaun Vandiver a buen seguro estaría en boca de la mayoría de los cuestionados. El pívot de Chicago encandiló a la afición claretiana durante sus dos años en las filas amarillas y ha regresado a la Isla para rememorar sus tardes de gloria en el Centro Insular de Deportes. «Aquí pasé muy buenas tardes», rememora desde la pista central de La Roca mirando hacia el marcador en el que tantos puntos anotó.
El actual asistente de la Universidad de Wyoming ha estado visitando los entrenamientos del Lenovo Tenerife y del CB Gran Canaria durante la presente semana junto al entrenador jefe de los Cowboys, Jeff Linder. Txus Vidorreta confirmaba que le encanta su juego «en especial el de ataque», por lo que ambos técnicos compartieron impresiones en el laboratorio lagunero.
«Clifford, Burditt, Morton, y el más inteligente de todos, Berni, ese equipo era maravilloso», recuerda
Eso el martes por la mañana, mientras que por la tarde el bailarín con más clase que pisó las pinturas del CID en la década de los 90 puso rumbo a su querida Gran Canaria para reencontrarse con los jugadores con los que compartió vestuario durante dos años.
«Ese equipo fue magnífico, John Morton, Albert Burditt, Brian Clifford, y el jovencito, pero el más inteligente de todos, Berni Hernández», comienza a rememorar el pívot que se encargaba de poner la clase sobre la pintura, mientras su escudero Burditt hacía el trabajo físico. Una pareja temible en las canchas españolas.
Asimismo Vandiver pone de relieve a compañeros como Santi Toledo, Jaume Morales y «al jefe» del equipo, Manolo Hussein, quien entró en una videoconferencia mientras el pívot compartió cena el pasado martes con Toledo, Hernández, Pepón Artiles, y Rafael Calvo –segundo entrenador de la época–.
El poso que dejó Shaun en la familia claretiana sigue patente. «Sé que los fans me quieren, me lo hacen llegar por redes sociales y yo amo Gran Canaria», desvela el norteamericano.
Un idilio que Vandiver querría prolongar, pues aunque es la primera vez que vuelve a la que fuera su casa durante dos años, después de que decidiera retirarse del baloncesto profesional, al de Chicago no le importaría relacionarse con el Granca. «Sí, por qué no volver al club. Me encantaría entrenar en el futuro a este equipo que tanto me dio, pero voy mirando el día a día. Estoy contento en Wyoming por el momento, tengo un nieto ahora que me hace muy feliz y bueno, vivo el día a día, minuto a minuto, aunque no voy a negar que me encantaría entrenar en España», afirma.
«Sí, me encantaría entrenar en el futuro a este equipo que tanto me dio, pero estoy contento en Wyoming»
«Siempre voy a recordar que después de pasar una etapa muy complicado en Italia –jugaba en el Reggio Calabria– volví a España, al Granca y mi vida fue totalmente feliz, junto a mi mujer y mis hijos, es algo que no puedo borrar de mi memoria», subraya.
Asimismo, también tuvo palabras para el Estudiantes, club con el que conquistó una Copa del Rey –2000–. «Sé que han bajado, pero estoy convencido de que volverán el próximo año a la ACB, están armando un buen equipo y solo les puedo desear que tengan suerte en esta temporada en LEB porque les quiero mucho». Todo amor.
