El cartel del CB Gran Canaria sigue siendo el de un club grande de Europa. El conjunto claretiano, tras alcanzar la pasada temporada la semifinal de la Eurocup y quedarse a las puertas de disputar la presente temporada la máxima competición continental, pudo acceder a un peldaño mayor en el mercado veraniego. Allí pescó a Artem Pustovyi y Nico Brussino, dos jugadores consagrados en la Liga Endesa, que se unen al proyecto comandado por Porfi Fisac para «dar un paso adelante» en sus carreras deportivas.
El ucraniano, que acumuló tres temporadas en el FC Barcelona antes de aterrizar en el conjunto insular, compartiendo en la última campaña vestuario con Pau Gasol, no cree que abandonar la disciplina culé, campeón liguero y sempiterno candidato a alzarse con la Euroliga, para venir a un equipo aspirante a luchar por la Eurocup, sea dar un paso atrás. «Para mí supone una oportunidad de demostrar lo que valgo, lo que queremos los jugadores es acumular minutos y aquí voy a poder tener esa oportunidad», declaró la torre de 218 centímetros.
Cuestionado sobre por qué eligió fichar con el Granca y descartar la opción del Unicaja, que apostó por él hasta el último momento, Pusto reconoció que se lo pensó mucho. «Vine porque solo escuché cosas buenas sobre el club. Uno de mis mejores amigos –Nemanja Radovic– jugó con el entrenador en Zaragoza y me dijo cosas buenas sobre él», subrayó
Su objetivo está en reencontrarse con la versión que demostró en el Monbus Obradoiro –en el curso 2017-18 promedió 11,1 puntos y 6 rebotes– , donde jugó tres temporadas y en donde evolucionó como jugador. «Con los entrenadores del Obra bromeó porque cuando llegué era un niño y ahora soy un hombre. Existe una gran diferencia entre el jugador que llegó y el de ahora. El primer año fue difícil porque era mi primera vez fuera de Ucrania, no estaba con mi familia y solo hablaba ruso. Fue duro pero poco a poco pude mejorar y aprender inglés», añadió.
Brussino, maduro también
A diferencia del Brussino que llegó hace cuatro años en el mes de diciembre, el argentino cree que «no era el mejor momento para él ni para el equipo», considerándose ahora «un jugador muy diferente al de la vez pasada».
Reencontrarse con Fisac en el banquillo fue una de las opciones por las que se decantó para regresar a Gran Canaria y sobre todo, «dar un paso adelante al jugar Eurocup después de estar muchos años jugando Champions –con Tenerife y Zaragoza–», resaltó el alero sudamericano, que confía «en el proyecto ambicioso» del conjunto claretiano.
Brussino, consumado especialista en los lanzamientos de larga distancia, tendrá una alta competencia con AJ Slaughter y Dylan Ennis como los encargados de desatascar las defensas rivales, aunque tal y como él desveló, «Porfi no me está pidiendo solo que esté esperando la bola en la esquina».
Nuevos retos para el argentino, que espera «conocer rápido a los compañeros» para que la química sobre la cancha fluya, una reflexión extendida en el vestuario.
