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Liga Endesa. Jornada 18

Veinte días después todo sigue igual (Manresa 91-72 Granca)

El conjunto insular regresa a la Liga Endesa tras los aplazamientos por covid y suma su sexta derrota consecutiva // Un parcial 31-17 en el último cuarto, determinante

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Liga Endesa: BAXI Manresa - CB Gran Canaria

Veinte días después del último partido disputado por el Granca frente al UCAM Murcia y nada parece haber cambiado. Sexta derrota consecutiva, esta vez ante el BAXI Manresa (91-72), que ya le venció hace apenas seis semanas en el Arena y reafirma su superioridad ante el conjunto amarillo. Treinta minutos aguantaron los de Porfi Fisac con opciones de competir, hasta que el equipo local chorreó a su rival en un último cuarto en el que dejó acciones para el regusto de la grada y firmó un parcial 31-17.

En las entrañas del club se usará la excusa de que el covid ha dejado tocado al Granca, es verdad, pues en las dos últimas semanas el equipo apenas a podido entrenar en circunstancias normales. Pero cabe reseñar que todos los equipos de alguna forma u otra han tenido bajas por distintos brotes. Sin ir más lejos, al Manresa se le contagió todo el equipo y al volver del parón ha desplegado un juego que enamora a toda la Liga Endesa.

Se ha pasado en dos meses de luchar por el tercer puesto antes del derbi frente al Tenerife a casi mirar más hacia la zona baja. El balance actual es de siete triunfos por nueve derrotas. La zona de Playoff está a un partido, pero ojo, el Monbus Obradoiro, antepenúltimo, se separa ya en solo dos triunfos. Y todo ello con la sensación de que el vaso está medio vacío en cuanto a sensaciones competitivas, y el de Fisac nunca se agota al tener una manguera conectada directamente con la complicidad de quien mueve los hilos en el club.

Se presentó el Granca en el Nou Congost con una plantilla de circunstancias. A la rotación volvió Artem Pustovy mes y medio después de sus última aparición, recuperado de su esguince en el tobillo izquierdo tuvo que esperar hasta la segunda parte para volver a sentir el sudor de la competición. Casi la única alegría que puede tener el Granca de su vuelta al ruedo tres semanas después. Junto a Andrew Albicy, con el que no se van a tomar riesgos, Oliver Stevic y John Shurna, no se vistieron de corto. Este último todavía proceso de recuperación total tras haberse contagiado por covid durante el fin de año.

Así Fisac reclutó a los canteranos Miguel Serrano y David Mutaf para completar la lista de convocados. El primero tuvo cierto protagonismo en un intento de cubrir el juego interior en el segundo cuarto. Y el turco, que saltó a la cancha cuando todo estaba vendido, intentó un triple de esos descarados.

Mermado el juego interior insular, con una escasa rotación protagonizada por los Diop –Khalifa e Ilimane– como pívots, y los reciclados Miquel Salvó y el canterano Serrano ocupando la posición de cuatro, el cuadro amarillo se comportó a un nivel que nadie hubiera dado un duro por esta versión. Solo en el primer cuarto la lucha en el rebote fue 5-14 para los claretianos, balance que permitió que el periodo concluyera 16-24 para los de Fisac.

Ni por tener delante al segundo máximo reboteador de la Liga, Chima Moneke, amedrentó al cuadro visitante en la pelea por los balones divididos. Eso sí, en el otro apartado de la rotación, todavía sin el criterio de Andrew Albicy, la dirección de juego se desarrolló por momentos con la anarquía característica del libreto de Fisac. Doce pérdidas en la primera mitad para los amarillos, tres de ellas de AJ Slaughter, de nuevo maniatado en la posición de base ya que Sergi García sigue sin mostrar un nivel óptimo para un equipo puntero.

Con tantas pérdidas, el Manresa firmó un parcial 16-2 en el segundo cuarto utilizando una de sus mejores armas: las transiciones rápidas. Cada vez que robaban el balón o capturaban un rebote largo, los hombres de Pedro Martínez salían como una exhalación hacia la canasta rival para anotar puntos fáciles. Ocho llegaron de esta forma del 38-36 con el que se finalizó la primera parte.

En un mar de pérdidas

Tras el respiro del descanso el juego fluyó incluso más rápido. Con oxígeno en los pulmones y el Granca dando más regalos a su rival (16 tras 30 minutos jugados por 8 de los locales), el Manresa se sintió cómodo a campo abierto para así evitar la intimidación de Artem Pustovyi, que redebutaba tras su lesión del 8 de diciembre.

En este parcial fue Dylan Ennis el que se puso el traje de bombardero y le cogió el relevo a Nico Brussino, autor de 10 puntos en el primer cuarto y que se congeló desde entonces. El canadiense palpa cada momento en el que le invitan a correr, en ese habitat de locura él es el rey y comandó la anotación insular con 9 puntos en su haber (15 por entonces).

Pero solo la fe de Ennis, siempre creyente fue la que apareció en el último cuarto por parte claretiana. A diferencia del encuentro de la primera vuelta liguera, en la que anotó 17 puntos en los últimos diez minutos, esta vez transformó cinco más en su cuenta para llegar a los 20 y se acabó. A partir de la sequía de Dylan, la coralidad manresana se impuso a las individualidades amarillas.

Los jugadores de Martínez dieron un auténtico recital de juego en el último cuarto, gustándose con jugadas para la galería como la que Chima Moneke ejecutó a merced de Joe Thomasson que le lanzó un alley-oop a tablero en un contraataque tras la enésima pérdida amarilla. 20 en total y 6 de Slaughter.

Con el showtime por bandera, el conjunto local aplastó al Granca con un parcial final de 31-17 en el que Fisac hizo debutar a David Mutaf, que coincidió con Khalifa Diop y Miguel Serrano –anotó un tiro libre – en la cancha en los instantes finales para un trío de canteranos en el que fue Marcis Steinbergs, otro producto de la Vega de San José el que se llevara el gato al agua consiguiendo transformar un palmeo. Ganó a todo el Manresa.  

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