Sergi García encara un mes clave en el devenir de su futuro con la camiseta del Gran Canaria. Al jugador balear se le acaba el contrato temporal que firmó con la entidad insular el próximo 20 de febrero, justo cuando concluye la final de la Copa del Rey, una opción que dadas las circunstancias actuales del equipo, se antoja harto complicado de que ocurra aunque las matemáticas mantengan con opciones de clasificarse para el torneo del KO todavía al equipo dirigido por Porfirio Fisac.
Mañana, ante el Promitheas Patras (20.00 horas, DAZN) García volverá a tener una nueva oportunidad, y ya seguramente sea su último tren en el vagón de la comodidad, para demostrar la valía que tiene en sus manos antes de que Andrew Albicy regrese totalmente recuperado de su lesión.
La confianza de Fisac es máxima con el base francés, al que reclamó como su director de orquesta durante este verano. Aun así, de primeras se va a ir con pies de plomo y sin forzar con el francés, pues una cuarta lesión en apenas medio año sería bastante perjudicial para el jugador.
En esas, hasta que el reloj de arena de Sergi García agote su último grano, al mallorquín le restan siete encuentros repartidos entre Liga Endesa –cinco– y Eurocup para mejorar su prestanción sobre la pista hasta el momento.
Mientras en la competición doméstica los números de García en los tres partidos disputados en su paso por la Isla se quedan en un total de tres canastas anotadas (2 puntos de media), y una sola asistencia (coge más rebotes, 2,3 de media) en 11 minutos cada noche; en la Eurocup la cosa no va más allá: 2,5 puntos, 1 rebote y 1 asistencia de media en sus dos partidos jugados (9 minutos y medio).
Desde la dirección deportiva tenían bastantes esperanzas en el de Palma, pero visto lo visto en la pista y que no mejora tampoco lo que puede dar el canterano Javi López la puerta de salida se le ilumina cada día más.
Cabe recordar que el Sergi García tenía contrato en vigor con el MoraBanc Andorra, con el que le restaba por cobrar toda la presente temporada y aun así llegó al Gran Canaria para firmar un vínculo profesional con una condición temporal de dos meses.
