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La séptima vergüenza (Valencia 91-62 Granca)

El conjunto claretiano suma su séptima derrota consecutiva en Liga Endesa y se queda matemáticamente fuera de la Copa del Rey

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Liga Endesa: Valencia Basket - CB Gran Canaria

La indolencia se ha apoderado del CB Gran Canaria. A nadie dentro del club parece preocuparle que el conjunto insular lleve más de dos meses sin conocer la victoria en la Liga Endesa. Volvió a caer y ya van siete seguidas en la competición nacional. El Valencia Basket le pintó la cara al conjunto insular por un contundente 91-62, justo cuando tenía que apurar sus últimas balas para intentar el milagro copero. Un torneo al que ya van cuatro ediciones a las que no acude.

Ya no valen las excusas de que el equipo está mermado por el covid o las lesiones. Porfirio Fisac dispone de casi todos sus hombres, a excepción de John Shurna, convaleciente todavía por la neumonía que sufrió a principios de mes. Tampoco parece que ahora haya opciones en el mercado que convenzan a la dirección deportiva, y lo que trajeron para sustituir a Albicy tampoco dio sus frutos.  

Volvió Sergi García a la convocatoria de Fisac después de caerse de la lista ante el Promitheas Patras en la Eurocup. Al mallorquín, que apura sus últimos días con contrato en vigor en las filas amarillas, le entregaron las manijas del Granca y sigue sin encontrar su sitio en el conjunto amarillo –ayer de azul–. 

En las primeras jugadas, a pesar de que García no conectaba con facilidad con sus compañeros, se emplearon dos vías para atacar el aro rival. O bien a través de Artem Pustovyi en la pintura, o darle el balón a Dylan Ennis. El Granca se entrega al talento individual de sus piezas, en la idiosincracia de Porfirio Fisac desde su pizarra.

Solo con los puntos de Ennis, nueve, y los de Pustovyi, no les valía a los claretianos para aguantar la coralidad valenciana, que si comenzaron gafados en el lanzamiento exterior con seis triples fallados consecutivos, encontró en Louis Labeyrie su desatascador para que anotara tres seguidos y liderar un parcial 12-0 para llegar al segundo cuarto con una renta cómoda: 23-17.

“Estamos muy bien en la agresividad. Que no entre Slaughter, que no entre Ennis”. Joan Peñarroya tenía claras sus ideas con las que frenar al Granca. Sin las individualidades claretianas, Fisac se pierde en las lecturas de partido. Cuestión de diferencias. El técnico egarense en ese mismo tiempo muerto en el que pronunciaba esas palabras mandaba a Labeyrie a atacar a Kramer en su par y nada más salir a pista, triple del francés

Torpedeó el Valencia el marcador a través del triple. Consiguieron darle la vuelta al estado anímico con el que saltaron a la cancha y al llegar al descanso contaban con ocho anotados en su haber. Mientras, el Gran Canaria no sabía cómo responder ante la avalancha taronja. Ni la zona 3-2 o la presión 2-2-1 dirigida desde el banquillo claretiano le hacía cosquillas a los locales. No solo por las canastas anotadas, sino por cómo llegaban, a través de la lectura de juego. Van Rossom, con 5 asistencias y Hermansson, con 4 lideraron a los suyos para cerrar la primera parte con 50-30.

Reprimenda de Fisac

“En ataque se juega con bloqueos, hay que mover el balón, ser más físicos porque existen los contactos y no lo estamos haciendo”, indicó Fisac tras la vuelta de vestuarios; mientras que Peñarroya tenía claro que “controlando a Slaughter y a Ennis” que son “peligrosos a campo abierto”, iba a tener más de medio partido en el bolsillo.

Y ni una cosa ni la otra. Si el entrenador segoviano quería que sus hombres espabilaran o intenteran implementar otra actitud en la pista, estos no le respondieron ni tampoco los de Peñarroya les dejaron. Supieron cómo congelar el partido yendo al choque cada vez que era posible. Esto no solo hizo romper el ritmo de juego, sino que desesperó a los amarillos.

Hasta diecinueve tiros libres se ejecutaron en el tercer cuarto. Se eternizó el periodo entre tanta llamada a la línea del 4,60 metros. Las faltas fueron cayendo en el casillero de los jugadores insulares, que afrontaron el último cuarto con Stevic, Ilimane Diop y Nico Brussino al borde de la eliminación.

Prácticamente con todo el pescado vendido a diez minutos de concluir el enfrentamiento, con 68-44 en lo alto de la Fuente de San Luis, a los claretianos no les quedaba más consuelo que el de luchar por rebajar al máximo la diferencia de puntos en contra para que su average del año no arroje unos dígitos más preocupantes (-66 actualmente).

Tan solo el despertar de AJ Slaughter en el último cuarto con 10 puntos mantuvo el marcador, pues las sensaciones que se veían en el parqué apuntaban a una mayor paliza del Valencia, sin relajos en ningún momento y con Jasiel Rivero como estandarte de pelear todos los balones en juego.

Salvo el descaro final de David Mutaf, con un triple más para su colección y dejando claro que en escasos segundos es capaz de aportar más que lo que están ofreciendo algunas otras piezas con mayor nombre en la plantilla, poco más pudo sacar en positivo el Granca. 91-62 y la indolencia por bandera.

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