Un coco en toda regla es el que espera al Gran Canaria esta tarde entre los muros del añejo Palau Blaugrana (17.30 horas, Movistar Deportes). Sarunas Jasikevicius, técnico del Barça, tiene a su equipo liderando todas las competiciones en juego (ACB y Euroliga), además de haberse proclamado ya, y por segundo año consecutivo, campeón de la Copa del Rey. Hablar de los blaugranas es hacerlo del equipo más en forma del continente.
El favoritismo de los culés resulta evidente. Sin embargo, las siempre caprichosas estadísticas arrojan un dato curioso: tres de las cuatro derrotas del Barcelona en el presente curso se han producido en su feudo -contra el Valencia, Baskonia y Manresa-. Si bien hay que decir también que al Granca le cuesta una enormidad sumar triunfos lejos de la Isla.
Desde la temporada 2017-18, el Gran Canaria no logra sorprender al conjunto blaugrana en la Ciudad Condal. Los amarillos llegan a esta cita de la 25ª jornada de la Liga Endesa tras ver truncada su racha triunfal el pasado jueves ante el Joventut en Badalona (82-75), en un choque en el que los claretianos lucharon y fueron competitivos, aunque no les bastó para imponerse a la efectividad mostrada por el equipo verdinegro.
Los grancanarios son conscientes del favoritismo de su rival, una condición que debe quitarle todo tipo de presión de cara a afrontar el partido: nada que perder y muchísimo que ganar. Dar la campanada en el Palau supondría un refuerzo moral enorme al proyecto del Granca, y le mantendría vivo en la lucha por el Playoff.
Ambos equipos se vieron las caras en la segunda jornada liguera sobre el parqué del Arena, en un partido dominado con puño de hierro por el Barça (64-82), liderado en la cancha por un inconmensurable Nicola Mirotic. El montenegrino con pasaporte español fue una pesadilla para la defensa de un rival incapaz de frenar al 33. Un abultado 36 de valoración, coronado con un doble-doble (14 puntos y 16 rebotes), evidencian el despliegue en defensa y en ataque de un jugador capaz de desequilibrar cualquier encuentro por si solo, y que está tocado por la varita mágica de la inspiración.
El Gran Canaria debe de ser capaz de no bajar los brazos en los momentos calientes del Barça. Ese fue, sin duda, uno de los principales problemas que tuvo el conjunto claretiano en ese primer envite del curso con los azulgranas, que no acostumbran a perdonar a sus rivales y que les aniquila mata a la más mínima ocasión.
Cansancio
Manejar el cansancio acumulado por los amarillos durante esta semana resultará fundamental para afrontar un partido de exigencia máxima como el de esta tarde, ante un rival sobresaliente en todas sus líneas y que cuenta con un entrenador en la banda, Saras Jasikevicius, que no permite a sus hombres ningún momento de relajación, ni de excesiva confianza. Sanli es duda en el Barça. La lumbalgia le impidió jugar el viernes ante el Estrella Roja en la Euroliga (82-70).
Kenny Chery, reencuentro feliz con Porfi Fisac
El Gran Canaria confirmó ayer oficialmente la incorporación al equipo del base canadiense Kenny Chery, quien ya coincidió con el entrenador claretiano Porfi Fisac en su etapa en el Gipuzkoa Basket. Chery viene a cubrir la baja de larga duración de Chris Kramer, quien recientemente sufrió una rotura parcial del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, que obligará al director de juego norteamericano a tener que pasar por el quirófano, perdiéndose lo que resta de la actual temporada. El nuevo jugador claretiano no podrá ser utilizado por Porfi Fisac en los partidos que el Granca dispute en la Eurocup. El club destaca que «Chery coincidió con el examarillo Royce O’Neale en su etapa en Baylor». «Base talentoso y anotador, de 1,80 de estatura, ha sido un jugador hecho a sí mismo con una carrera en toda Europa», con experiencia en Hungría, Francia, Italia, España y Rusia. Recientemente rompió su contrato con el Avtodor Saratov ruso. | Efe
