El Gran Canaria jugó este domingo tres partidos de cara al Playoff. Si bien por la mañana hizo los deberes al vencer al Surne Bilbao Basket por 88-86, por la tarde la plantilla claretiana se reunieron delante del televisor para ver los partidos del Baskonia contra el Valencia, y del UCAM Murcia con el BAXI Manresa, sus dos rivales directos en la lucha por el Playoff y a los que adelantaron al aprovechar la derrota de ambos conjuntos y colocarse de esta forma séptimo con dieciséis triunfos en su haber.
Ahora el Granca se encuentra empatado al número de victorias con la escuadra vitoriana, pero le adelanta al disponer del basketaverage ganado tras vencerle en los dos choques disputados en la liga regular. Mientras, al UCAM le aventaja en un solo triunfo y debe mantener la distancia con los pimentoneros, porque contra ellos sí que tiene el balance de resultados en partidos jugados perdido.
Al Gran Canaria le restan ahora cinco finales hasta la jornada 34 en la que el calendario, a priori, es factible para cosechar el máximo número de victorias, pues juega contra tres equipos que están por detrás en la clasificación -Obradoiro (fuera), Breogán (casa) y Betis (fuera)-, aunque también tendrá que afrontar los choques contra los trasatlánticos del Valencia y Real Madrid, ambos en el Arena.
Precisamente contra el conjunto blanco cerrará el curso en lo que podría suponer la primera toma de contacto de una hipotética eliminatoria de cuartos de final del Playoff, pues actualmente el Real Madrid y el Granca se enfrentarían como segundo y séptimo de la clasificación. Eliminatoria que ya se jugó la pasada temporada después de que los claretianos obraran el milagro de acceder a la postemporada en la última jornada al ganar al Real Betis.
Mañana emocionante
En lo que respecta al partido disputado por la mañana (12.00 horas), agradeció el Granca las concesiones del Surne Bilbao Basket para lograr la decimosexta victoria de la temporada. Quiso regalar hasta 18 balones el conjunto de Álex Mumbrú para que los claretianos se impusieran en el Arena por 88-86 gracias a un robo de Andrew Albicy en el último ataque del conjunto visitante después de que Dylan Ennis errase dos tiros libres y pusiera el alma en un vilo de la afición insular.
Se mantuvo vivo aun así el Bilbao durante el encuentro gracias a su acierto desde la línea de tres puntos al transformar 15 de sus 30 lanzamientos, con un Andrew Goudelock imperial transformando siete de ellos para alcanzar los 26 puntos.
Por parte de los amarillos el acierto en el triple fue una tarea complicada en la mañana, con solo seis tiros anotados de 23 lanzamientos, por lo que tuvo que cimentar su triunfo en las penetraciones de los exteriores. John Shurna y Dylan Ennis alcanzaron los 16 puntos y AJ Slaughter, que volvía a jugar tras estar conmocionado por la agresión de Sadiel Rojas se quedó en 15 puntos, 10 de ellos en el último cuarto.
Se desarrollaba el partido a un ritmo vertiginoso. Nadie paraba sus piernas y solo se negociaba el verso ofensivo. Por mucho que intentaran apretar en defensa, las canastas caían y caían sin que ninguno de los dos contendientes pudieran echar el cerco a su aro en la primera parte. Con reparto de protagonismo para casi todos los jugadores de ambas escuadras.
Sin exceso de juego interior, los exteriores se pusieron manos a la obra para comandar en la primera parte la carga de transiciones rápidas hacia el aro rival. Así, por parte de los bilbaínos fue Andrew Goudelock el que machachó a los claretianos con cuatro triples en los primeros 20 minutos, acompañado por el acierto de Damien Inglis, con otros 12 puntos en su haber; por parte del Granca fue Nico Brussino y John Shurna los que hacían prisioneros por los amarillos con 10 puntos cada uno y apareciendo cuando más arreciaba el marcador a expensas de los peninsulares queriendo marcharse en el marcador.
Tanto Mumbrú como Fisac podían estar disfrutando de las indicaciones a sus hombres en la primera mitad del choque, al menos en la parte ofensiva, pues la proyección del luminoso apuntaba a la centena después del 47-46 con el que se cerraron los dos primeros cuartos. El partido se había convertido en un toma y daca entre ambos contendientes con innumerables intercambios de comandancia en el tanteador. Nadie en el Arena podía decir que se estuviese aburriendo con el aluvión de canastas que estaba viendo por la mañana. Las legañas quitadas de un plumazo.
Aun así, la batalla en el triple estaba siendo cosa del Bilbao. Después del descanso los vizcaínos acumularon 14 de 25 lanzamientos de tres puntos, con Goudelock afinado anotando 6 de sus 7 intentos, el doble de lo que había conseguido transformar el Gran Canaria, con la puntería errática y solo pudiendo transformar 3 de sus 13 tiros.
De esta forma se llegó al último cuarto con 65-71 en el marcador y Fisac intentando conectar a los suyos, como demostró en el tiempo muerto entre periodos. “Estamos jugando bien chicos, pero no vamos a parar, sigamos jugando así”, decía el segoviano mientras daba indicaciones en su pizarra para intentar frenar al aluvión de tiros exteriores de los Men in Black.
Y fue entonces el momento de AJ Slaughter, que regresaba a las pistas tras el episodio de la doble agresión de Sadiel Rojas y no se sonrojó en el último cuarto para transformar 10 puntos en el periodo con el que coger la delantera en el luminoso con el 79-78 por primera vez en el cuarto y empezar a sembrar la confianza necesaria para llevarse el encuentro.
Con los puntos del norteamericano con pasaporte polaco y la dosis de emoción inyectada por Dylan Ennis cuando dispuso de dos tiros libres en el último ataque insular, errados, el choque finalizó con un 88-86 después de que los claretianos apretaran los dientes en el posterior ataque del Surne y que Albicy robase la bola para poner cerrar el choque y llevarse la decimosexta victoria de la temporada.
