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CB Gran Canaria-Real Madrid: Muchísimas gracias, Betis

El Granca se mete en el Playoff pese a perder frente al Real Madrid (83-91) gracias a las derrotas del UCAM Murcia y del Bilbao, este último en una prórroga agónica y en pleno homenaje a Pedro Montesdeoca

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CB Gran Canaria - Real Madrid Juan Castro

Gracias, Betis. Gracias Doc. No había manera más agónica, a la vez que emotiva, para que el CB Gran Canaria accediera al Playoff por el título de la Liga Endesa, en el que se medirá con el Barça en los cuartos de final. No pudo hacerlo de la forma más sencilla, por sí mismo, porque cayó frente al Real Madrid de manera incontestable (83-91) en la última jornada, pero le sonrió lo extraordinario. No fue hasta que comenzó el homenaje a don Pedro Montesdeoca, quien fuera médico del club durante casi tres décadas, que certificó su pase gracias a que el Betis de Berdi Pérez, Luis Casimiro y Eulis Báez, viejos conocidos, se impuso en la prórroga al Bilbao en Miribilla (98-99). Antes, ya había caído el UCAM Murcia, el otro rival. Y así, el cuadro claretiano salvó una temporada que apuntaba al fracaso total.

El zarpazo verdiblanco ocurrió en pleno acto, cuando la emoción planeaba sobre el Arena, con el público que no se marchó concentrado en los asientos más cercanos a la pista. También con el Real Madrid y el Gran Canaria sobre el parqué. La figura del Doc, presente de alguna manera, echó una mano. El griterío en el momento del bocinazo final en Bilbao no fue sino una muesca más en una noche para el recuerdo. Y el partido que había terminado hacía unos 10 minutos cayó, de repente, en el olvido, porque la derrota no había significado el final del curso. Con su acceso al Playoff, el Granca prolonga un par de semanas una campaña en la que no habría cumplido ni uno sólo de sus objetivos de nos ser por los demás.

Porque no compitió como debió frente al Real Madrid cuando dependía de sí mismo. Perder entraba dentro de lo normal, pero no después de la primera parte que completaron los claretianos, carentes de intensidad, de energía, precisamente los elementos que Porfirio Fisac había señalado como indispensables para el éxito ante un equipo que venía a rodarse de cara a la Final Four de la Euroliga la semana que viene, y que si bien no se paseó, no rindió al máximo de sus posibilidades. El equipo reaccionó con una buena segunda parte liderado por un gran Dylan Ennis (24 puntos), pero no le dio. Al menos, alcanzó una de sus metas, y con eso maquilla una temporada gris que, sin embargo, puede emblanquecer en un intento de machada ante el líder.

La primera bola y los primeros puntos fueron para el Granca, y hasta ahí la ventaja claretiana, porque el Real Madrid se puso por delante muy pronto gracias sobre todo a su acierto desde el triple y no volvería a estar por detrás. Fió casi todo su juego de ataque al principio a encestar desde fuera y le salió bien, aunque en algo ayudó su rival, carente de intensidad defensiva. De alguna manera, los de Porfi Fisac abrieron las puertas a los blancos.

En la pintura, el duelo entre Artem Pustovyi y Edy Tavares se presentaba bonito, con alternativas para ambos, como en la primera vuelta en Madrid. Cuando Khalifa Diop entró para dar descanso al ucraniano sumó rápidamente dos faltas y volvió más pronto que tarde al banquillo, lo que supuso un hándicap que más tarde aprovecharían los de Pablo Laso en la zona. Con Slaughter apagado, fallón, si la diferencia a la conclusión del primer cuarto fue sólo de seis puntos fue gracias a las dos canastas finales de Ennis. Pero había que mejorar detrás, porque el 17-23 del primar parcial auguraba una saco final en el casillero.

Y pareció hacerlo el Granca en el inicio del segundo periodo pese al triple inicial de Taylor que aumentaba la distancia a favor del cuadro madrileño hasta las nueve unidades, porque con un parcial de 6-0 llegó a ponerse a tres. Por primera vez, los locales defendían con los dientes apretados y corrían, y tales armas ante un equipo al que el partido ni le iba ni le venía suponían una gran ventaja.

Pero, de repente, apareció Sergio Llull, que con un triple espectacular en el último segundo de la posesión, en formato bomba que cae del cielo, provocó el “oh” de la grada del Arena y cortó la racha del Granca de cuajo. Fue un antes y un después, porque inició un parcial de 0-8 que él mismo concluyó con un nuevo acierto desde la línea de tres. Esa diferencia de 11 (23-34) pasó a ser de 13 con una canasta de Deck, de 15 con dos tiros libres de Tavares y hasta de 16 en un par de ocasiones, una de ellas con un triple de Randolph, sobrado sobre el parqué. Era un paseo del Madrid ante un Gran Canaria sin alma y, encima, desacertado.

Al filo del descanso apareció por fin apareció AJ Slaughter para anotar su primer triple y dejar al equipo con algo de vida de cara a la segunda parte, a la que se llegó con 39-49 en los marcadores. En la Península, la cosa tampoco marchaba bien, porque si bien el UCAM Murcia perdía, el Bilbao ganaba, y eso dejaba al Granca fuera del Playoff. Para lo que se había visto, estaba bien, porque el Porfi Fisac debía de reactivar a los suyos de alguna manera en el vestuario. Como mínimo, debían intentar la remontada, y eso pasaba, en resumen, por ser mucho más intensos y cerrar los caminos al Madrid.

Lo entendió el grupo, que entró con más energía al tercer cuarto y en un abrir y cerrar de ojos, en el correcalles, se llegó a poner a cinco puntos, con AJ y Shurna más inspirados, con el rival menos incisivo. Sin embargo, el parcial de 7-1 inicial para los claretianos lo frenó Yabusele, al que apenas se le había visto, con un triple y un mate, este último espectacular, para devolver la diferencia a las 10 unidades (46-56) y poner el partido donde estaba. Coincidió con un tramo en el que Kahlifa se asustó ante Tavares, que con su intimidación provocó dos pérdidas del senegalés.

El propio Yabusele se encargó de aumentar las diferencias ante el bloqueo del equipo claretiano, venido abajo cada vez que algo le salía mal. Afloraron las pérdidas, los errores en los lanzamientos y el Madrid lo aprovechó para ponerse 17 arriba (49-66) a dos minutos para el final del tercer periodo. Sólo había una manera, abanderada por Ennis, con con sus canastas lideró un parcial de 6-0 que Randolph se encargó de cortar con una acción de cuatro puntos. Al menos, las canasta final fue para Pustovyi, pero el sabor de boca para afrontar el último parcial era amargo (57-70).

Había que remontar 13 puntos o esperar el fallo tanto del UCAM Murcia como del Bilbao. Necesitaba el Granca un arreón de orgullo, y con dos puntos de Pustovyi y tres de Albicy despertó al Arena. Por fin, entró en ebullición, y era una condición para que el Gran Canaria pudiera salir exitoso del choque. Se acercaron los de Porfi Fisac hasta ponerse a ocho, aunque Poirier devolvió el silencio. En todo caso, Ennis seguía a lo suyo. Se le sumó Khalifa, que sin Tavares en la pista emergió para sumar cuatro unidades bajo el aro que pusieron al Granca a seis (68-74), con seis minutos por delante.

Tuvo el cuadro isleño dos ataques para seguir su progresión, pero perdonó -sobre todo AJ, con un triple sin oposición que ni siquiera tocó el aro-, y eso es un error grave ante un equipo tan superior como el Madrid y que jugaba con una marcha menos desde hacía un buen rato. Volvió Tavares y se acabó. La distancia aumentó progresivamente, primero a 10, luego a 12, luego a 13. Mientras, el reloj del Arena se consumía. El 83-91 final sólo iba a ser válido si el Betis ganaba en Bilbao en la prórroga. Ocurrió el milagro. Gracias.

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