Después de tres meses de incertidumbre y encontrarse en el paro, Rosi Sánchez vuelve a hacer lo que más le gusta, disfrutar con el balón naranja en sus manos y en esta nueva etapa de su trayectoria baloncestística, transmitir toda su sapiencia a las jugadoras que forja día a día en la cantera del CB Gran Canaria.

Tras un tiempo de indecisión en el que a Sánchez no se le podía renovar su contrato como directora de la sección femenina del conjunto porque como ella misma denunció «faltaba la firma del consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria», quien a través de la promesa del anterior presidente del club, le transmitió que se oponía a su renovación.

Ahora, con la llegada de Sitapha Savané a la entidad insular en condición de presidente para sustituir a Enrique Moreno, la situación de Rosi ha terminado por desencallar y, ayer a primera hora de la mañana, podía cerrar su renovación al tener que esperar un tiempo de dos semanas para que el aval del directivo senegalés pudiera computar como tal.

«Estoy muy contenta por renovar con este club. Por fin se acaba el tiempo de las palabras y podemos volver a trabajar desde donde habíamos dejado el proyecto, al que le pondré una ilusión renovada y más fuerte. De alguna forma agradezco estos tres meses en los que he estado aparentemente inactiva y que me han permitido mirar las cosas desde fuera, pensar con más calma en qué mejorar el proyecto y observar con la paciencia que me define lo que se iba moviendo», indica Sánchez al respecto de los meses en los que se ha encontrado en el limbo laboral, pero a la vez arropada por todas las familias de las jugadoras que dirige en el Granca.

«Con el nuevo presidente hablamos el mismo idioma deportivo y le tenemos el mismo cariño al club en su globalidad, tanto al masculino como al femenino», subraya Rosi Sánchez sobre el grado de complicidad que ha adquirido con Savané desde que está en la presidencia del Granca, y con el que trabajará codo con codo para que, a partir de la próxima temporada, el conjunto claretiano pueda ir creciendo poco a poco y tener la posibilidad de instaurar un equipo femenino dentro de la categoría sénior, para crear una mayor competitividad con los clubes que ya existen en el Archipiélago.