Beirán y su corazón canario partío

Javier Beirán

Javier Beirán / QUIQUE CURBELO

David Rodríguez

David Rodríguez

Javier Beirán pasó once años entre el CB Gran Canaria y el por entonces Iberostar Tenerife. Seis en el conjunto grancanario en dos etapas y el resto bajo el manto del Teide. Una evolución en el Centro Insular de Deportes, que tuvo su momento de gloria en 2013 con la primera clasificación a una semifinal copera para el Granca, y un escalón que disputó con la camiseta aurinegra en 2018 y 2019 siendo ya uno de los jugadores más relevantes del panorama nacional. Especialmente esta última, en la que el Barça salió favorecido por decisiones arbitrales en el final del choque.

Las ocho Islas van grabadas a fuego en el corazón del madrileño. Es un hijo más de esta tierra y donde ha echado raices. “Son los dos sitios fundamentales de mi vida y en mi carrera. Echo muchísimo de menos las Islas. Estoy deseando poder volver, no solo a nivel deportivo, sino también en mi vida personal. Tengo allí muchos amigos y a mi familia”, transmite Javier desde San Quintín, en Francia, adonde se ha mudado para jugar en la LNB.

De ese primer descorche del champán en el Buesa Arena con el Granca en 2013, Beirán recuerda la fiesta que se montó con la afición claretiana. “Para nosotros fue como hacerles un regalo a toda esa gente que fue a Vitoria porque siempre íbamos con la losa de no superar los cuartos”. Una alegría que además sirvió al plantel para darse cuenta de que seguían “creciendo como equipo” y eso que para el 33 estaban “a un nivel espléndido”.

Para él, además supuso dar ese paso adelante en su carrera, explosión que terminó de confirmar en el Santiago Martín, aunque él prefiere tirar por una opinión más humilde. “Siempre me he sentido como un jugador que intentaba hacer mejor a mis compañeros”, anuncia, para proseguir explicando el rol que tuvo con Vidorreta y Katsikaris: “Fueron las dos mejores temporadas de mi carrera. Tenía más posesiones en el poste bajo o en el bloqueo directo y desde allí intentaba generar para mí o para los demás, aunque creo que siempre he predominado en generar para los demás”, aclara.

En el conjunto aurinegro coincidió esas temporadas con dos jugadores de la actual plantilla del Granca. Ferran Bassas y Nico Brussino, que al igual que él tuvo su doble trasvase entre equipos.

Del base desvela que es uno de sus “mejores amigos”, dado que encajaron “muy bien y muchos años en Tenerife y en la selección”. Y sobre la cancha, cree que es “un base que genera un montón desde el bloqueo directo y eso le permite sacar recursos para dar alley-oops a Khalifa que siempre termina en mate” y además, resalta que “anota muchísimo de tres porque es rápido para zafarse de sus marcas”.

En cuanto Brussino, Beirán lo pone a la altura de “estrella actual de la Liga”, porque ha sabido “cómo ser regular”, puesto que en temporadas pasadas “tenía días espectaculares”, pero no conseguía ser constante. 

Sobre si para él es una sorpresa el nivel que está ofreciendo el argentino, lo descarta, pues según su visión del Nico de 2019 es que el vestuario “sabía que venía de la NBA y de lo que por tanto era capaz de ofrecer”, aunque “tenía que superar el no haber sabido adaptarse con Luis Casimiro” en el Granca.

Brussino será uno de los jugadores a controlar por parte de la pizarra de Vidorreta, más aun con la lesión de Joan Sastre durante la disputa de la Intercontinental el pasado fin de semana, por lo que el entrenador vasco tendrá que reformular su puesto de alero. 

Para Beirán, conocedor de las entrañas del vestuario aurinegro, cree que los tiros irán porque “Tim juegue un poquito más, aunque no de alero”. Y por ende “Aaron pasará a hacer esa función con Cook e intercalar en el cuatro”, según el madrileño. “Puede defender a Brussino porque sabe cómo colocarse a pesar de ser más lento que Brussino. Seguramente cambien con el lado del cuatro. No suele sufrir mucho en defensa”, subraya Javier.

Con todo sobre la mesa, para este hijo adoptivo de Canarias, espera y no se la haría raro ver a uno de los dos equipos en la final de la Copa el domingo y por ello reflexiona: “Los dos lo han demostrado durante la liga, han estado arriba luchando con los seis primeros. Pasar cada ronda es súper difícil. Es posible ganar la Copa porque son tres días, pero lo veo complicado. Real Madrid, Barça o Valencia, con un día más de descanso, se puede notar un poco más el domingo en caso de que lleguen a la final”. 

Palabra de alguien que tendrá el corazón partido esta tarde, pero que de una forma u otra saldrá ganando pase lo que pase en la eliminatoria. 

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