Eulis Báez, Jean Montero y la fiesta de República Dominicana por ir al Mundial de baloncesto

El que fuera capitán del Granca se muestra feliz por la clasificación de su país por tercera vez al torneo, y avala el liderazgo del jugador cedido al Betis, donde coincide con él

Jean Montero celebra la clasificación de República Dominicana para el Mundial 2023

Jean Montero celebra la clasificación de República Dominicana para el Mundial 2023 / FIBA

David Rodríguez

David Rodríguez

Corría el último cuarto del partido que enfrentaba a Argentina con República Dominicana y el marcador de un abarrotado pabellón Mar del Plata, con el ambiente caliente que solo una hinchada albiceleste puede originar en las gradas, lucía un favorable 64-54 para los locales. Diez minutos después, la historia era totalmente distinta para los de casa, que veían como los caribeños le habían dado la vuelta al paparajote –especie de torta típica de la Isla– y se clasificaban por tercera vez para el Mundial al ganarles por 75-79 y les dejaban fuera del mismo.

La felicidad de toda una Isla que está sumergida en un proyecto de progreso social era total con el bocinazo final. La cumbia argentina dio paso al reggaeton en el vestuario visitante, que trasladó el jolgorio de sus héroes a Santo Domingo y a uno de sus embajadores que se encontraba a 9.900 kilómetros de Mar del Plata. Eulis Báez, desde su sofá en Sevilla, vibró con los que fueron sus compañeros para ver cómo accedían por tercera vez en la historia del país a la Copa del Mundo de Baloncesto que se disputará este verano entre Indonesia, Japón y Filipinas.

«Me quedé pegado al televisor hasta las 4 de la madrugada viendo el partido y comentándolo con la familia y celebrando después de la victoria», desvela un emocionado Eulis Báez al día siguiente del éxtasis que pudieron experimentar por sus venas sus allegados que mantiene en República Dominicana y que se lanzaron a la calle para disfrutar con la consecución del boleto para el Mundial.

Eulis Báez durante su época como jugador de la selección de República Dominicana

Eulis Báez durante su época como jugador de la selección de República Dominicana / LP/DLP

El que fuera capitán del CB Gran Canaria y jugador del equipo claretiano durante ocho años, siente «un orgullo» mayúsculo por tal hito, dado que para él, como predecesor de los hombres que dirige hoy el Che García desde el banquillo: «Es importantísimo que sigan ocurriendo estas cosas para que el baloncesto siga creciendo en la Isla y por toda la labor que hace en la sociedad de Dominicana».

El país boricua había conseguido clasificarse para el Mundial de 1978 que se disputó en Manila, coincidiendo en el tiempo 55 años después, y para el organizado en España en 2014, donde Eulis estuvo presente con Grecia, Croacia, Senegal, Filipinas –otra vez– y Argentina, a la que dejó en la cuneta en la madrugada del domingo al lunes tras arrojarle un jarrón de agua helada en su casa. «¿Tú sabes lo que es eso para la historia del baloncesto dominicano?», exclama el dueño del local The Captain 13 Bar, ubicado en la Calle Fernando Guanarteme, 63.

Vendetta del Che

Uno de los responsables de la consecución de tal gesta es el entrenador Néstor Che García, que se tomó su venganza personal con Argentina, equipo del que fue despedido en agosto del año pasado después de empezar la fase de clasificación.

Eulis pone de relieve la importancia del técnico en la escuadra caribeña. «El Che ayuda a que los jugadores tengan un respeto por la figura del entrenador. Es una institución dentro del baloncesto. Eso provoca que los jugadores estén juntos en la selección y que quieran ir a las ventanas FIBA», subraya el ala-pívot.

Un técnico que confió en Jean Montero, jugador que pertenece al Granca y que se encuentra cedido junto a Báez en el Real Betis, cuando el caribeño se encontraba sin equipo después de su intento de jugar en la NBA.

Autor de 22 puntos frente a Argentina, Eulis pone por las nubes al joven Montero. «Lo logró. Solo decía, vamos pal Mundial, vamos pal Mundial. Estoy contento por él. «Ahora comparto tiempo con él y lo estoy conociendo más en lo personal. Es un niño grandísimo, pero tiene que seguir desarrollando su parte intelectual. También sus conocimientos del juego». sentencia el Capitán.