Miquel Salvó se ha ganado el cariño de la afición del Granca en la temporada y media que lleva en el club por su implicación con los colores. El alero catalán reclama a la hinchada su ánimo para el miércoles (20.45, ‘Dazn’) en el duelo clave de cuartos de la Eurocup ante el París, para llevar entre todos al cuadro claretiano hasta otra semifinal.
¿En qué momento se encuentra el equipo, virtualmente clasificado para disputar el Playoff de la Liga Endesa, en vísperas de jugar los cuartos de la Eurocup ante el París?
En cuanto a la Liga Endesa, estamos concienciados de que todavía no hay nada confirmado de forma matemática. Seguimos luchando y lo seguiremos haciendo incluso cuando llegue el momento de que las matemáticas confirmen que hemos conseguido ese objetivo para poder alcanzar la mejor plaza posible de cara a las series por el título. Pero ahora estamos focalizados al 100% en la Eurocup, en el partido frente al París del miércoles. Queremos llevar a este equipo a la que sería su segunda final europea. Con este nuevo formato de competición, cada partido es una final y así afrontamos el choque de cuartos para intentar ganarlo y pasar a las semifinales.
¿Qué ha cambiado esta temporada con respecto a la anterior, la de su llegada al club?
Hemos comentado entre nosotros que este año la comunión que hay entre los jugadores y la afición es muy fuerte. Desde la entrada en el club de Savané se están haciendo las cosas muy bien. Él ha venido a tranquilizar un poco todo, ha ayudado a que la gente se centre en lo importante y que no haya tantos frentes abiertos. En el equipo veo que hay mucha unidad; el año pasado era todo un poquito más anárquico, dando más importancia a las individualidades, y en los momentos importantes cuando fallaron esas individualidades no supimos reaccionar. Este año veo un equipo muy unido, muy completo, con dos jugadores por posición. Todo está más equilibrado y tenemos una filosofía más clara. A partir de la defensa y de un buen ritmo, nos salen las cosas y jugamos un buen baloncesto.
El Gran Canaria Arena se ha convertido este año en un fortín inexpugnable en el que no han perdido ningún partido en Europa y sólo dos en la ACB -Tenerife y Baskonia-, ¿en su opinión cuál es el secreto ?
La afición es muy importante, y eso es una verdad que va más allá de los tópicos. Cuando estamos en un mal momento nos ayuda a superarlo y cuando estamos en un buen momento ellos consiguen que podamos alargarlo. El día del Betis, en el que empezamos mal, la afición apretó y consiguieron que reaccionásemos. Ellos juegan también y forman parte de esto. Es algo que me gusta, porque es una afición que viene al pabellón y que aprieta, no vienen al cine a ver una película. Eso es lo que queremos, que vibre con nosotros, que nos ayude, que la gente se levante, que grite, que anime, porque tanto en las buenas como en las malas, si ellos están con nosotros, siempre será mejor.
«La hora del partido no es cosa del club, se limita a cumplir órdenes y tenemos que adaptarnos»
¿Eso que usted reclama, hablando del partido del miércoles frente al París, se complica con el horario after hour (20.45 horas) que ha elegido la Euroliga, de acuerdo con la televisión, para jugar el encuentro de cuartos? ¿Cómo ha sentado en el vestuario este horario?
Le hemos dado normalidad, hemos mantenido el mismo ritmo y los mismos horarios de entrenamientos. Sí me gustaría dejar claro que esa decisión no ha sido cosa del club, porque he leído muchos comentarios al respecto en las redes sociales, cuando el club se ha limitado a seguir unas órdenes y nos tenemos que adaptar. Por un lado no hay excusa para poder venir, porque la mayoría de la gente a esa hora ya no trabaja y le dará tiempo para llegar al partido tranquilo, que quizás era uno de los problemas que siempre teníamos al jugar entre semana en Europa. Por otra parte, también es cierto que para aquellos que tengan que madrugar será una noche en la que no podrán dormir tanto. Esperamos ofrecerles un gran espectáculo y conseguir el pase a las semifinales, para que al menos el que vaya se levante al día siguiente con sueño pero con una sonrisa.
¿Qué partido esperan el miércoles ante la escuadra francesa, a la que ya han ganado dos veces en la fase de grupos?
Esperamos un partido bastante diferente de esos encuentros anteriores, porque no podemos saltar a la cancha relajados pensando que les hemos ganado los dos partidos anteriores. Pero también será parecido. Ellos son un equipo con un estilo muy marcado, tienen una de las plantillas más físicas de toda la competición. Siempre su primera opción es correr, son muy duros y aprietan mucho. Plantean un baloncesto que no resulta muy habitual en España, mucho más anárquico y al límite físicamente.
«Queremos que nuestra afición se levante con sueño el jueves, pero con una sonrisa en la cara»
¿Cuáles cree usted que son las claves para derrotar al París?
No tenemos que perder nunca nuestro estilo y nuestra filosofía. Tenemos que desarrollar nuestro baloncesto; debemos salir desde el primer momento a un nivel muy alto y ver desde dónde se les puede atacar, porque en defensa siguen unas pautas marcadas algo diferentes a lo que estamos habituados. Debemos centrarnos más en jugar y defender bien que en lo que puedan plantearnos ellos sobre la pista.
¿Cómo se gestiona la presión en un partido en el que se juegan todo a una carta y parten como los máximos favoritos?
Si el París está aquí es porque se lo merece, al igual que nosotros. La presión del favorito nos la hemos ganado al quedar primeros y haciendo el mejor baloncesto de los dos grupos. La aceptamos y creo que contamos con jugadores experimentados en la plantilla para cargar con ella, muchos de nosotros ya hemos vivido situaciones parecidas en otras competiciones. Es una presión que desaparece al primer minuto de partido.
¿Cómo se ha repuesto el equipo a todos los obstáculos que se ha encontrado en el camino en forma de lesiones, o extradeportivos como la sanción de cuatro partidos de Lakovic?
Esta plantilla tiene una mentalidad muy buena. Hay mucha ambición y unidad. Es uno de los mejores vestuarios en los que he estado. Veo a la gente muy concienciada después de lo que nos pasó el año pasado ante el Andorra, precisamente en cuartos. Queremos dar un pasito más hacia adelante.
Clasificarse para la Copa del Rey, ¿les liberó como equipo?
Era un objetivo claro que teníamos todos y también lo queríamos por nuestra afición. Fue un buen regalo para todos y a partir de ahí nos llenamos de ilusión y de energía, aunque al final allí no fuimos capaces de competir bien. Nos ayudó a estar en la situación en la que estamos ahora.