El Granca pone fin a la mejor temporada de su historia ante el Real Madrid (81-89)

El campeón de la Euroliga sentencia la eliminatoria del Playoff ante un Dreamland que recortó una diferencia negativa de 16 puntos en el último cuarto

El Granca cae eliminado contra el Madrid y se despide de la temporada

H. U. D.

David Rodríguez

David Rodríguez

 Se acabó. La plantilla con la que el Gran Canaria consiguió el primer título europeo de su historia no volverá a jugar más partidos juntos. El Real Madrid impuso la ley del mejor equipo del continente y puso el 2-0 en los cuartos de final del Playoff ante una afición que volvió a contar con los de siempre y que por momentos llegó a creer en una remontada titánica.

Porque el silencio se apoderó de Siete Palmas con el 61-77 que puso Sergio Rodríguez en el minuto 32, con el cuarto triple seguido del tinerfeño, que apenas había aportado en todo el partido. Ahí todos entendieron la superioridad rival, pero en un acto de rebeldía claretiano recortaron la diferencia hasta el 79-79 con el que se llegó a creer en un tercer encuentro de desempate.

Sin embargo, la igualada llegó por la inspiración de AJ Slaughter, autor de 17 puntos en el partido, pero al que le faltaron piernas al concentrar tanta responsabilidad. Algo que contrasta con el fondo del banquillo merengue, que colocó a cinco jugadores (Musa, 22; Llull, 14; Chacho, 13; Williams-Goss, 10) en dobles dígitos de puntuación y con un Tavares titánico con 12 puntos, 12 rebotes (cuatro ofensivos) y 3 asistencias.

Y eso que el partido había empezado con buen pie. Todas las canastas que no entraron en el primer partido de la serie aparecieron desde los primeros compases del encuentro. Tanto, que el mismo Brussino que se quedó en tan solo dos puntos en Madrid para abrir la eliminatoria, en apenas tres minutos de partido ya había transformado dos lanzamientos lejanos para dejar atrás todos los fantasmas y no dejar que los blancos fueran ganando en confianza. Hasta ahí llegó la aportación del argentino en todo el encuentro.

A base de triples se desarrolló el primer cuarto. Cuatro por parte claretiana y otros tantos del rival, con un Dzanan Musa inspirado y rubricando tres de ellos para dejar la cuantía en el primer episodio en un apretado 18-21 en el que las ayudas defensivas eran una de las cuestiones a explotar por parte de Chus Mateo y Jaka Lakovic y que habilitó una circulación de balón fugaz y añadir cinco asistencias a los locales por seis merengues.

Superar a Edy

Movimiento de la bola continuamente para intentar sortear la presencia de Edy Tavares en las cercanías del aro y que determina el baloncesto en Europa. Con los 236 centímetros de envergadura del caboverdiano acampando en su zona, todo depende de la capacidad de lanzamiento lejano que puedan tener los rivales del Madrid.

Con el factor Edy en cancha, el Granca siguió percutiendo desde el triple, esta vez con AJ Slaughter y sus dos aciertos, que conjugado con cinco puntos de Miquel Salvó sustentó un parcial 11-0 con el que Chus Mateo tuvo que tirar de las orejas a los suyos cuando veía la máxima local con el 29-24.

Sin embargo, si hay un equipo capaz de reaccionar sin titubear ese es el Real Madrid. En apenas un minuto metió la directa y contestó a los amarillos con nueve puntos seguidos entre Hezonja y Llull, que se unieron a Musa para liderar el apartado de puntuación blanca en la primera parte, con sus once dígitos; además de los seis del escolta de Mahón y los siete del alero croata, además de certificar su última canasta cuando restaban cuatro segundos desde línea de fondo y llevar el encuentro al descanso con 37-39.

Todo ello contrarrestado por la primera parte sobresaliente de Olek Balcerowski. No solo por sus nueve puntos y asumiendo los casi 16 minutos disputados dadas las faltas de Khalifa Diop en este tramo, sino por la lectura de bloqueos y asistencias que repartió (dos) además de imprimir un nivel defensivo tan reseñable como para que la ofensiva madridista temblara por momentos.

Por mucho que bregara el Gran Canaria en el tercer cuarto, toda su entrega solo servía para mantenerse al acecho de su contendiente. No conseguía coger la delantera prácticamente en ningún momento, y la sensación del devenir era la de que los de Mateo cogían ventaja de forma muy rápida y a los de casa les costaba un mundo anotar.

Sin llegar hasta la última canasta firmada por Sergio Rodríguez otra vez sobre la bocina, el campeón de Europa no alcanzó la diferencia de dobles dígitos hasta entonces. El 56-67 comenzaba a preocupar, sobre todo porque apenas dos minutos antes el marcador estaba 56-59.

Cuestión de Chachismo

Faltaban los triples amarillos. Si estuvo metido en la eliminatoria en los primeros cuartos, gran parte de culpa la tuvo el acierto exterior. En el tercero, solo dos, uno de AJ y otro de Shurna, mientras que Dzanan Musa iba percutiendo por la escuadra rival y llegaba a los 22 puntos.

Cuestión que para entender la diferencia entre las dos entidades, solo vale con captar cómo el Chacho, que no había hecho nada en 29 minutos, cogió el balón en la última jugada del tercer periodo y metía un triplazo sobre la bocina y nada más empezar el cuarto anotó tres más a su buchaca para igualar la máxima puntuación insular, la registrada por AJ que llevaba 13 a falta de diez minutos por resolver.

Pero no iba a entregar la cuchara tan fácilmente el campeón de la Eurocup, si los presentes en la cancha prácticamente daban por perdido el encuentro con el 61-77, de repente emergió Slaughter y Nikolic con siete y ocho puntos respectivamente para meter en vereda a los amarillos y disparar la confianza de un tercer partido cuando Salvó anotó un nuevo triple para el 79-79.

Tanta ebullición sintió AJ que acaparó en exceso el balón y se jugó prácticamente todos los ataques claretianos sin que hubieses ninguna orden distinta desde el banquillo y ahí entre Llull y Williams-Goss sentenciaron el cruce para citarse con el Joventut en semifinal con el 81-89 definitivo.

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