El técnico del Dreamland Gran Canaria, Jaka Lakovic, lamentó tras la abultada derrota que sufría su equipo ayer en Fontajau (88-64) que su equipo no tuvo «ni el 50% de la agresividad, la intensidad y el deseo» que demostró su rival, el Bàsquet Girona.

El técnico esloveno argumentó que el Granca había pagado «cara» dicha falta de agresividad, intensidad y deseo, y destacó que la puesta en escena de los suyo no fue, ni mucho menos, buena. «No quiero quitar ningún mérito al adversario y por eso no quiero hablar mucho de nosotros, salió todo mal», afirmaba el técnico balcánico.

Por su parte, el entrenador del Bàsquet Girona, Salva Camps, valoró «muy positivamente» la victoria de contra su exequipo, el Granca, la segunda de los suyos en dos jornadas disputadas de la ACB. Recalcó que el cuadro gerundense controló el partido «desde la defensa».

Camps se felicitó por haber logrado «una victoria muy importante», aunque matizó que «ganar o perder es relativo». Señalaba que el Girona empezó «con mucho esfuerzo y energía» y logró «romper» el partido con su acierto en los «tiros abiertos».

No se mostró sorprendido por la buena dinámica del equipo. El técnico catalán añadió que quiere que Fontajau «disfrute de un juego alegre, con una identidad» y con «un equipo que juega con esfuerzo, trabaja y no da un balón por perdido».