La filosofía claretiana lleva al Alba femenino al estrellato

El satauteño Himar Ojeda aterrizaba en la capital de Alemania en febrero de 2016 con la misión de trasladar la fórmula de trabajo del Granca en las categorías de formación al primer equipo del Alba Berlín. La fórmula cuajó en el equipo profesional masculino de la entidad, consolidándose como aspirante cada año a todos los títulos nacionales y tener el privilegio de disputar la máxima competición de clubes en el viejo continente, la Euroliga.

Ahora, esa filosofía de trabajo se ha trasladado a la sección femenina. El primer equipo de féminas ha pasado de militar en la cuarta división alemana a ganar la Liga y a debutar este curso en la Eurocup, todo ello de la mano del entrenador grancanario Cristo Cabrera. El técnico, el propio Himar, el director deportivo, Israel González, como entrenador del plantel profesional masculino, y Raúl Rodríguez, director de cantera de la entidad berlinesa, constituyen una cuadrilla claretiana que está revolucionando desde hace ocho años la forma de trabajar en el conjunto teutón, a todos los niveles imaginables.

El crecimiento del primer equipo femenino del Alba Berlín es incluso más espectacular que el del masculino, con una labor desde las categorías de formación en las que se ha priorizado el trabajar con jugadoras alemanas, lo que ha imprimido al equipo una identificación inmediata con la creciente afición berlinesa.

Israel González reconoce que ha sido una ventaja, a la hora de adaptarse, el compartir esta experiencia con sus tres amigos y compañeros: «La adaptación fue inmediata, no es lo mismo llegar a un sitio en el que estás solo, que tener a tus amigos de Gran Canaria, lo que ha hecho que todo resulte bastante fácil».

La primera complejidad a la hora de implantar la ideología de trabajo foránea en un club alemán fue, en los inicios, lo más complicado. En este sentido, Himar Ojeda destaca que los alemanes se muestran bastante orgullosos de sus cosas; por ello, «hubo que pelear mucho para convencerlos de que se podían hacer las cosas de una manera mejor a como ellos las estaban haciendo hasta ese momento». El director deportivo del Alba Berlín destaca como clave en este proceso de adaptación la figura de Marco Baldi, el fundador y alma mater del club: «Tiene una mente bastante abierta, creyó en el proyecto y tuvo la paciencia necesaria para aceptar que la manera de trabajar en el día a día era diferente a lo que hacían ellos. Gracias a eso con el tiempo fueron llegando todos los resultados».

«Este proyecto es el que teníamos en el Granca, pero lo cortaron todo cuando arrancaba»

Himar Ojeda

— Director deportivo del Alba Berlín

Para Raúl Rodríguez, la clave de la aceptación por parte del Alba Berlín de la metodología de trabajo propuesta por los exclaretianos estribó en que «a Marco (Baldi) le gustó la idea, por eso confió y tuvo la paciencia necesaria para entender que no teníamos que buscar extranjeros en el mercado, porque podíamos formar a los jugadores y las jugadoras alemanas y crear un proyecto a largo plazo, que no se fichasen deportistas por una temporada, sino por dos o más, para poder desarrollarlos con nuestro programa de mejora y crear así una estructura con un segundo equipo vinculado, pero no propio».

El proyecto del UB La Palma

Himar Ojeda destaca que «ese proyecto era el del Granca, pero cuando estaba arrancando fue cuando lo cortaron todo». «El proyecto del segundo equipo, cuando estábamos con el UB La Palma, dio resultado, pero al final el Gran Canaria no se benefició de ello, pero en los años siguientes seis de sus nueve jugadores estuvieron jugando en la Liga ACB, aunque creo recordar que únicamente Edy Tavares lo hizo con ellos».

En Berlín se han encontrado, en opinión de Raúl Rodríguez, con un club inmejorable: «No creo que haya otro en Europa que pudiese brindarnos esta oportunidad por la capacidad de decisión y de acción que se nos ha concedido dentro de la entidad, la solidez y también sus valores».

«Invertimos en una estructura formativa y nos centramos en formar a las jugadoras»

Raúl Rodríguez

— Director de cantera del Alba Berlín

La apuesta exitosa por confiar el primer equipo a Israel González, a pesar de su inexperiencia en aquel momento como entrenador principal para tomar el testigo de Aíto García Reneses, facilitó el camino al proyecto que tenían para la sección femenina. «Ha reaccionado con paciencia y han demostrado que es un club de palabra, donde podemos trabajar a gusto y teniendo los objetivos bien claros», relata el técnico cántabro del Alba Berlín.

Cristo Cabrera desembarcaba en Berlín para trasladar al equipo femenino los éxitos de la sección masculina. El grancanario lo cataloga como «un proyecto joven». «Durante mis dos primeros años, mi grupo de trabajo era bastante alemán, pero precisamente los éxitos que logró la sección masculina hizo que nos ganásemos ese respeto que nos permitió tener equipos algo más competitivos, lo que me facilitó mucho las cosas a la hora de poder adaptarme y que me vieran con otros ojos», analiza.

Un proyecto en crecimiento

El entrenador del primer equipo femenino reconoce que en estos años el proyecto ha ido creciendo paulatinamente: «Pasaron, con un entrenador alemán, de jugar en la cuarta división a la tercera, de la tercera a la segunda, que fue la categoría en la que cogí el equipo con un proyecto inicialmente pensado para desarrollarlo de tres a cinco años, además no se pensaba en aquel momento que el coronavirus se iba a meter por medio, pero la verdad es que al final este proceso ha sido mucho más corto de lo que pensábamos».

Para Cabrera, sobre la evolución de la liga alemana, señalo que «tiene que crecer, porque no se puede aún equiparar por ejemplo con la Liga F Endesa, la máxima categoría española». «Desde que el Alba Berlín se puso un poco en serio a la hora de ponernos recursos e invertir en jugadoras, conseguimos ascender a Primera División y ser capaces de competir», apuntaba.

«El nivel de la liga alemana es como el de los equipos bajos de la Liga F Endesa»

Cristo Cabrera

— Entrenador del Alba Berlín Femenino

En este sentido, Raúl Rodríguez discrepa con su compañero, restando importancia a la inversión realizada por el club en el equipo femenino: «Nuestro presupuesto no era de los mayores de la liga, por eso creo que debemos matizar, porque en nuestro caso no fue como cuando los clubes de fútbol invierten en los equipos de baloncesto. En nuestro caso nos centramos más en invertir en recursos humanos, en crear una estructura encaminada a desarrollar a las jugadoras y lo cierto es que de aquel equipo que subió de Segunda a Primera se conservaron siete jugadoras, y del equipo que estuvo en cuarta división todavía conservamos a dos jugadoras, y de la temporada anterior, solo hemos cambiado a una. No sólo se trató de fichar, porque incluso nuestras americanas no son de las más caras que existen en la liga».

Himar Ojeda, en este sentido, tiene claro que lo que se hizo en aquel momento fue «trasladar la metodología de trabajo del masculino al femenino, lo que sucede es que en el caso del femenino ha tenido un éxito mucho más rápido que en el masculino, porque como bien dice Cristo, el baloncesto femenino se encuentra algo más atrás, mucho más verde que en el masculino, por esa razón el éxito fue mucho más inmediato». «Lo que sí hicimos, como dice Raúl, fue en invertir en recursos humanos, incorporando a un entrenador con experiencia en el primer equipo, que contase con ayudantes, con un departamento de desarrollo de jugadoras, que tuvieran unas condiciones lo más profesionales posibles y que en otros equipos no se daban, porque lo que suelen hacer es gastarse el presupuesto en dos o tres jugadoras, les pagan mucho y las alemanas no juegan; mientras, nosotros apostamos por las jugadoras del país, que vayan creciendo con nosotros y les pagamos bien a todas, por eso el presupuesto nuestro está mucho más repartido entre todas las deportistas, explica el director deportivo del Alba.

«Con nuestro trabajo hemos ayudado al crecimiento del baloncesto alemán»

Israel González

— Técnico del Alba Berlín masculino

Con esta fórmula exitosa, recuerda Ojeda, el primer año en el que ascendieron a la máxima categoría jugamos las semifinales del playoff y el segundo año ganamos el título, y jugaremos esta temporada por primera vez la Eurocup». Raúl Rodríguez recuerda además que «ascendimos deportivamente por nuestros méritos, aunque estando en Tercera nos ofrecieron ascender a Segunda sin pasar por la casilla de salida, y decidimos no aceptarlo y la verdad es que mal no nos fue».

En opinión de Cristo Cabrera, el nivel de la liga alemana «se puede equiparar al nivel de los equipos altos de la Challenge o los bajos de la Liga F Endesa, en ese baremo, aunque es cierto que hay muchas jugadoras que aquí lo han hecho bien, luego se han marchado a España y también allí han demostrado ser buenas».

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