La Copa del Rey asoma y el CB Gran Canaria pasa de tener un fortín a un castillo de 'Arena'

El Dreamland no conoce la victoria en liga en su casa desde el pasado 27 de diciembre

Imagen de archivo del Gran Canaria Arena en un partido de la Liga Endesa.

Imagen de archivo del Gran Canaria Arena en un partido de la Liga Endesa. / CB Gran Canaria

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Las Palmas de Gran Canaria

Empieza la cuenta atrás para la celebración de la Copa del Rey. El torneo, que arranca el jueves, convierte a la Isla en el epicentro del baloncesto español. La cita de las citas. Y el Dreamland Gran Canaria se enfrenta a la temida maldición del anfitrión en un momento en el que parece que su pabellón ha pasado de ser un fortín temido e inexpugnable para sus rivales a convertirse en un castillo de Arena en el que no consigue ganar en competición liguera desde el pasado año, cuando vencieron al Valencia Basket de Pedro Martínez (97-94) el 27 de diciembre. 

Tres derrotas seguidas en la ACB y cinco de seis duelos entre la competición doméstica y la europea. Al menos, anima el que el último triunfo casero de la Liga Endesa se produjera ante el rival con el que se cruza el próximo viernes en los cuartos de final.

La derrota de los amarillos ante el Morabanc Andorra (94-196) el pasado domingo enfadó a Jaka Lakovic. Una vez más, el Granca se desconectaba de un partido que parecía tener encarrilado y ni siquiera el orgullo de jugar ante sus aficionados le sirvió para reaccionar a tiempo.

Se trataba del tercer tropiezo consecutivo en casa en la Liga Endesa, después de caer con anterioridad frente a La Laguna Tenerife (67-70) y Barça (74-77). Cierto es que esos dos resultados entren dentro de lo posible, pero más complicado de asumir es el patinazo ante los del Principado, que figuran en la parte baja de la tabla.

Pero en la Eurocup tampoco mejoran las estadísticas de local de un Granca que venció al Besiktas (90-81), pero que no pudo derrotar en su morada ni al Joventut (77-83), ni tampoco al Hapoel Tel Aviv (64-87), lo que arroja un pobre balance de dos victorias sumando ambas competiciones jugadas en el Arena en sus últimos siete encuentros.

Precisamente, el factor mental ante la cercanía de la Copa del Rey, el cansancio, el virus de estómago que ha afectado a varios jugadores de la plantilla claretiana, o la lesión de Carlos Alocén, son factores que pueden explicar el bajón de rendimiento de los claretianos en casa desde la entrada del nuevo año. Pero también se trata de factores que desataron los primeros y tímidos silbidos del público en contra de algunas decisiones técnicas que no fueron compartidas por la grada en el último partido ante el Morabanc Andorra, coincidiendo con la entrada de Massamba Diop con el partido ya perdido.

La Copa, otra historia

Pero a lo largo de la historia se ha demostrado que la Copa no entiende de estadísticas ni de momentos de forma. El torneo del KO es propenso a las sorpresas, a lo que ayuda el sistema de competición: o ganas o te vas para casa. Saber controlar los nervios y tener un buen día puede cambiarlo todo.

Jaka Lakovic, sin duda, tiene trabajo por delante para recuperar el nivel competitivo del equipo en el Arena, donde le está costando sacar los partidos más incluso que cuando actúa como visitante. 

Perder ante el Morabanc Andorra y tener que disputar los octavos de la Eurocup por segundo año consecutivo en casa, por no haber sido capaz el Granca de sellar la segunda plaza, debe servir al equipo de aviso para navegantes, y más de cara a afrontar un torneo del KO en el que los errores no se perdonan

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