Copa del Rey de Gran Canaria 2025

El CB Gran Canaria echa en falta su consistencia en la fe y el Real Madrid le echa de la Copa del Rey

Los claretianos llegaron a gozar de una renta de 14 puntos en el ecuador del segundo cuarto, pero sucumben en la segunda parte de la semifinal (63-80)

El conjunto blanco disputará su undécima final de las doce últimas ediciones, contra el Unicaja, el domingo a las 19.00 horas.

David Rodríguez

David Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria

Regusto amargo con el que se queda el Gran Canaria en la Copa del Rey que organiza. Si lo del viernes supuso una fiesta al eliminar al Valencia e impregnar de ilusión a su gente, lo de la semifinal contra el Real Madrid se hace complicado de digerir al perder por un abultado 63-80.

Encima el amargor es mayor en las papilas grancanarias porque hasta el ecuador del segundo cuarto estaba paladeando un dulce de exquisito sabor al gozar de una ventaja de 14 puntos con el 26-12 en el marcador (minuto 14) y que poco a poco se fue diluyendo entre sus dedos hasta que en el último cuarto con el 47-55 todavía parecía que un arreón de fe pudiera devolverles la ilusión.

Un día más errado desde la línea de tres puntos le costó, esta vez sí, caro a los insulares. 5 de 22 en triples y la incapacidad de que alguien acompañara en las tareas ofensivas a Caleb Homesley, máximo anotador amarillo con 15 puntos, significó decir adiós al torneo.

Ni Joe Thomasson (4 puntos), ni John Shurna (5 puntos), ni una vez más Nico Brussino, al que parece que le cuesta aparecer en los partidos grandes y se quedó con 5 puntos, estuvieron a la altura de intentar batir al vigente campeón liguero y de Copa. Hay que dar más.

Tiene que atravesar ahora la amargura el Dreamland y mirar hacia el futuro para encontrar las ganas de seguir luchando por los objetivos que le quedan para repetir presencia en el Playoff de la Liga Endesa y alargar su camino en la Eurocup.

Comienzo prometedor

Tardó cuatro minutos y 37 segundos en anotar su primera canasta el Real Madrid. Estaba siendo un comienzo de encuentro pegajoso. De mucho contacto, de olisqueo de sudor, de que el aro escupiese prácticamente cualquier tiro por parte de los dos equipos. Un atasco en el acierto hasta tal punto que en siete minutos de encuentro el marcador lucía un escasísimo 5-6 llegado con cuatro tiros libres del conjunto blanco.

Que los de Chus Mateo cogieran la delantera hizo espabilar al Granca en la parcela ofensiva. De repente, tras haber errado diez tiros en once intentos, vio el aro un poco más grande para cerrar el primer cuarto con una ligera ventaja de 16-10.

Una de las mejores noticias para los intereses claretianos en este arranque de la eliminatoria residía en que a Facu Campazzo se le había perdido la brújula y protagonizó tres pérdidas en el periodo, dejando síntomas de estar fuera del encuentro.

Por si no fuera poco, la confianza claretiana fue incrementándose a medida que el crono iba bailando con sus dígitos. Un parcial 10-2 elevó la máxima diferencia local hasta el 26-12 y el pabellón se venía arriba entre gente de casa y los neutrales, con predisposición insular.

Pero, como no podía ser de otra forma, el campeón de Copas no iba a regalar el partido en el segundo cuarto. La presión hizo despertar toda la calidad blanca y el rodillo comenzó a relucir. Contestó con un parcial 0-11 y secó al equipo de Lakovic durante cuatro minutos en los que los errores se sucedían de una forma incomprensible vista la seguridad mostrada en los primeros balones en disputa.

Aun así, como buen púgil encajó bien los golpes el Dreamland y no cedió la ventaja en ningún momento de la primera parte del encuentro. Dominio total sin tener que ver por el retrovisor al Real Madrid. Brussino contestó al parcial con cinco puntos para cerrar el segundo cuarto y marcharse al vestuario con una ligerísima ventaja en el tanteador (30-31).

El comienzo del fin

El nivel de acierto en el tiro exterior por parte de los dos equipos fue cuanto menos preocupante. 3 de 12 para los claretianos y 2 de 12 para el conjunto de Chus Mateo. Número de aciertos que igualó en un suspiro Facu Campazzo al comienzo del tercer cuarto para poner por primera vez a su equipo por delante del marcador con el 35-36.

Olió la sangre la escuadra capitalina y le colocó un 1-9 para alcanzar la máxima renta blanca hasta el momento al dejar el 36-45. Máxima entrega para los visitantes, que no habían realizado ninguna sustitución en seis minutos del cuarto y ya empezaba a jugársela con su quinteto más fiable, al que se unió Hezonja para cerrar el periodo.

Entre Tobey y Homesley acortaron la cuantía para reflejar un 42-45 con el que la grada entendía que todavía había lana por cortar. Un espejismo de fe, pues al último cuarto se llegó con un 47-55 con el que la Marea Amarilla y el resto del Arena parecían haber perdido el poder de sus gargantas.

Si quedaba un aliento de esperanza, ese desapareció en apenas tres minutos y 18 segundos, el tiempo que tardó el Madrid en asestarle otro parcial abultado de 2-11 con el que la renta ya era de 17 puntos desfavorables para los claretianos.

Tan hondo es el armario merengue que si no es el día de uno es el de otro. El periodo final fue para el turno de Sergio Llull, que anotó 10 de sus 12 puntos en el encuentro y se encargó de colocar a su equipo en la undécima final de los últimas doce Copas celebradas.

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