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Eurocup

Los aficionados del Hapoel Tel Aviv, a la caza de entradas de abonados del Dreamland Gran Canaria

Los hinchas hebreos, ante las restricciones impuestas para la compra, contactan con abonados del Granca para lograr una localidad para el viernes en el Arena

Llegada del Hapoel Tel Aviv a su hotel de concentración en Gran Canaria

Carla Gil Alberiche

Manolo Ojeda

Manolo Ojeda

Las Palmas de Gran Canaria

«Hola, ¿qué tal? Disculpa la molestia. Vi que eres hincha del Gran Canaria BC. Quería preguntarte si puedes venderme o comprarme una entrada para el partido del viernes. Tengo muchas ganas de ir a ver el partido con mi hijo. Te pagaré lo que me pidas. Solo quiero ver el partido. Si puedes, por favor, ayúdame». «Intenté comprar entradas para la final de la Eurocup, pero me piden validar con un código de alguien que tenga abono o historial de compra, y yo no tengo. ¿Podrías ayudarme con un código? Te pago 80 euros por cada entrada que me puedas desbloquear». «Hola amigo, ¡cómo estás? Quería preguntar si podrías comprarme una entrada para el partido final del viernes. Añadiré 20 euros al precio normal».

Estos textos corresponden a algunos de los mensajes que están recibiendo en redes sociales los abonados del CB Gran Canaria, en teoría de aficionados del Hapoel Tel Aviv en busca de localidades para ver en directo este viernes, en el Arena (20.00 horas), el segundo encuentro de la final de la Eurocup, declarado de alto riesgo.

Tras la victoria del pasado martes en el duelo inaugural de la serie, el conjunto hebreo se proclamaría campeón si logra el triunfo, mientras que el Granca, si vence, forzaría el tercer y definitivo choque, que se jugaría el próximo miércoles en Bulgaria, país que acoge a la escuadra israelita ante la imposibilidad de jugar en su tierra los partidos continentales por el conflicto bélico con Palestina.

Ante los acontecimientos extradeportivos que se produjeron en la semifinal que enfrentó al Hapoel Tel Aviv contra el Valencia y a otro precedentes , como el ocurrido en el Arena durante la visita de los hebreos en la fase regular de la Eurocup y donde activistas protestaban contra Israel dentro y fuera del pabellón, el CB Gran Canaria ha cedido al club visitante el cupo mínimo que obliga la Euroliga: 50.

Además, para evitar la presencia de un número mayor de aficionados visitantes, la entidad claretiana limitó la compra en la plataforma Koobin, impidiendo adquirir tickets a aquellos que no se encuentren dados de alta por acudir ya esta temporada a un encuentro en el Arena.

Por tal circunstancia, los hinchas del Hapoel Tel Aviv están contactando a través de la redes sociales con abonados del Granca en busca de unas codiciadas localidades. Y es que los socios del equipo amarillo, aparte de sus dos tickets a precios especiales, tienen la opción de retirar cuatro más con el coste normal.

A pesar de las ofertas hebreas, algunos fieles del Dreamland Gran Canaria lo tienen muy claro, como se refleja en esta conversación en redes: «Cuidado, en Instagram, los del Hapoel están mandando DM –mensaje directo– para conseguir entradas para el partido del viernes y ofrecen mucho dinero. No piquen», advierte un usuario.

Dos respuestas. La primera: «Ya me pueden pagar mi abono 10 años seguidos y en zona VIP que mi entrada va para uno vestido de amarillo y con acento canario». La segunda: «Vamos está claro! Pero he recibido como ocho mensajes. Imagínate».

El club advierte de la reventa

Ante estos acontecimientos, el CB Gran Canaria reaccionaba difundiendo una nota en la que recordaba las advertencias legales relativas a la adquisición y uso de localidades. «Todas las entradas serán nominativas, personales e intransferibles. Se exigirá la presentación obligatoria de la entrada junto al documento oficial de identidad del titular de las mismas en los accesos al recinto», señalaba la nota.

Además, se apunta que la Policía Nacional realizará controles exhaustivos y verificará especialmente que los aficionados del Hapoel Tel Aviv accedan exclusivamente al sector destinado del Arena para la afición visitante. También advierte que está prohibida la reventa no autorizada tanto física como digitalmente, y que según la ley las sanciones económicas por ello oscilan entre los 3.001 y los 15.000 euros.

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