Tregua para el Dreamland Gran Canaria antes del esprint final

Muchos jugadores y miembros del staff técnico del Dreamland Gran Canaria van a tener hoy una sensación rara cuando pisen, un martes, el parqué del Arena sin preocuparse por tener que jugar un encuentro horas después, o si no al día siguiente. Y más pensando que el jueves disfrutarán de otra jornada de ocio junto a familias, allegados o amigos, después de venir de librar ¡el sábado, el domingo y el lunes!

El ritmo vital se les altera seguramente. Desde que el 24 de septiembre arrancara oficialmente la temporada, con un partido de la Eurocup del que ya muchos de ellos, ni nosotros, se acuerdan –fue contra el Dolomiti Energía Trento en el pabellón de Siete Palmas–, la vida de los jugadores del Granca ha transcurrido entre los entrenamientos, los partidos, más entrenamientos, más partidos...

Cuanto tocaba jugar fuera, viajes, hacer y deshacer maletas y esperas eternas en los aeropuertos españoles y continentales. Entre las competiciones domésticas y la participación en el segundo torneo de la Euroliga, no ha habido tiempo para el resuello. Tampoco supone una sorpresa para los que ya llevan algo más de tiempo poniéndose la camiseta amarilla. El que ficha por el Granca, sabe a lo que se atiene, sin duda.

Pero como a lo bueno se adapta uno pronto, seguro que la plantilla del Dreamland le saca todo el jugo a una semana como la actual, y más viniendo de donde viene. Con la participación del equipo amarillos en las rondas decisivas de la Eurocup, el cansancio y la presión han hecho mella, aunque luego en la cancha ambos aspectos caen en el olvido ante la importancia de encuentros al límite, como los tres de las semifinales europeas ante el Bahcesehir turco o los dos de la final contra el Hapoel Tel Aviv, que levantaba el trofeo el pasado viernes en el recinto de Siete Palmas al ganar, merecidamente, también el segundo duelo del cruce definitivo con un Granca muy tocado. Y todo ello sin perder de vista la Liga Endesa para seguir custodiando la plaza de Playoff que todavía conservan los insulares.

A partir de ahora, toda su atención se centra en asegurar, un curso más, una plaza entre los ocho mejores de la ACB y soñar con llegar lo más lejos posible en las eliminatorias por el entorchado liguero. El Dreamland aguanta octavo, igualado a 14 triunfos con el Baskonia, a pesar de que se retrasara su choque del fin de semana pasado contra el Lleida por su presencia en la finalísima continental.

El Barça, el domingo

Después de recargar las pilas, los claretianos ya deben enchufarse para empezar otro tramo exigente de la competición, con ocho encuentros por delante. Y el primero de ellos, de altos vuelos, pues al Granca le toca visitar el domingo el Palau Blaugrana para medirse a un Barça que viene en dinámica positiva tanto en la Liga Endesa, salvo el tropiezo en el Clásico con el Madrid, como en la Euroliga, clasificándose la semana pasada para los playoffs de la máxima competición europea de clubs.

Con una semifinal de la Copa del Rey y una final de la Eurocup ya en el bolsillo, ahora continúa la carrera para seguir aspirando a una temporada 2024-25 de ensueño de este Dreamland Gran Canaria. La plantilla amarilla no renuncia a redondearla obteniendo también un puesto de honor en la competición liguera. En ello se focalizan ahora al 100% tanto los jugadores como el staff técnico.

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