Jovan Kljajic cambia de aires tras seis cursos sin convencer en el CB Gran Canaria

Paciencia precisamente no le ha faltado a Jovan Kljajic, que durante seis campañas ha intentado ganarse minutos de calidad en el plantel profesional del CB Gran Canaria desde que debutara en el primer equipo en la temporada 2019-20. Pero tras una larga travesía por el desierto, con una cesión incluida en el Bilbao Basket, no ha terminado de consolidarse como un jugador con galones en la rotación del cuadro claretiano, por lo que el montenegrino ha decidido, a sus 23 años, poner fin a su etapa en una Isla a la que llegaba en edad cadete (13 años). 

El exterior balcánico, que en 2017 se convertía en el jugador más joven del Granca en debutar en Europa, quiere probar fortuna en otro destino en el que le den la oportunidad de sentirse importante, más allá de ser un cupo de formación. Ni Fotis Katsikaris, ni Porfi Fisac, ni Jaka Lakovic apostaron decididamente por él, sobre todo por la presencia de dos escoltas top en el plantel que le cerraban el paso, además de por su juventud.  

Su decisión de abandonar el manto protector de la entidad claretiana para buscarse los garbanzos lejos de la que ha sido su casa no deja de ser una apuesta arriesgada para un jugador dispuesto a abandonar su zona de confort para demostrar que tiene un hueco en la élite del baloncesto.

A su favor juega la necesidad de cupos en una ACB en la que el talento joven amenaza con abandonar la competición para partir hacia la NCAA norteamericana a cambio de un buen dinero. Esta situación puede llevar a Jovan hasta Lugo. El Río Breogán de Luis Casimiro Palomo apunta a hacerse con sus servicios. Con el manchego le espera trabajo, y mucho, porque no es un técnico dado regalar minutos en un conjunto con objetivos sin duda menos ambiciosos que los que se planteaban con el Granca. La máxima implicación de todos sus jugadores resulta clave para lograr el objetivo, salvar la categoría un curso más.

Kljajic, en su primera temporada con los grandes (2019-20) y a las órdenes de Fotis Katsikaris, disputaba un solo partido, en el que permaneció en pista dos minutos intrascendentes, en un curso en el que el montenegrino era todavía jugador del filial.

El curso siguiente, con Porfi Fisac, jugó dos partidos antes de aceptar su cesión al Bilbao Basket, donde disfrutó de minutos en 26 encuentros a las órdenes de Álex Mumbrú -actual seleccionador de Alemania-, en los que firmó un 0,1 de valoración media, promediando 1,3 puntos, 0,6 rebotes y 0,2 asistencias en los poco más de cuatro minutos que promediaba en pista.

En la 2021-22, antes de regresar a la Isla, jugó otra temporada a préstamo en el Krepsinio Klubas Prienai lituano. A su vuelta, en la campaña 2022-23, se encontraba con Jaka Lakovic como inquilino del banquillo del Granca. El esloveno le utilizó en 14 partidos, en los que obtuvo una media de 0,8 créditos de valoración, aportando 2,1 puntos, 1,1 rebotes y 0,3 asistencias, en una campaña especial en la que el cuadro claretiano se convertiría en campeón de la Eurocup. En las dos últimas temporadas, a pesar de incrementarse su número de partidos, solo gozó de una media de siete minutos y medio en la 2023-24 y de 6:50 en la 2024-25, en la que logró una valoración un uno de valoración, con unos guarismos de 2,3 puntos, 0,5 rebotes y 0,4 asistencias.

Una nueva etapa se abre ahora en el horizonte del escolta montenegrino, que aprovechará su experiencia en la ACB y en la Eurocup para intentar abrirse camino en un Río Breogán con el que tendrá la oportunidad de medirse al Granca la próxima temporada, si al final su fichaje fructifica. Como anécdota, ante el conjunto gallego que batió su récord de puntos en un partido de la ACB en el curso 2023-24 (15 puntos).  

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