Bailaora, coreógrafa y directora de su propia compañía, Sara Baras acude este octubre a Tenerife, con José Serrano como artista invitado, para estrenar The Spanish Seduction, una suite flamenca de una hora de duración que contará para su representación con un elenco artístico formado por cinco bailarines y siete músicos.
Sara, cuyo éxito trasciende ampliamente nuestras fronteras, se ha subido junto a su compañía a escenarios de la talla del Royal Albert Hall de Londres, la Ópera de Sídney, el Théâtre des Champs-Elysées de París o el Carnegie Hall de Nueva York. "El arte no tiene límites", señala Sara.
"El flamenco se explica a través de las emociones, y éstas no entienden ni de barreras ni de idiomas, van directamente al corazón, vengas de donde vengas", subraya.
El próximo 14 de octubre, en Tenerife, isla que ha visitado en varias ocasiones, se enfrentará a un público mayoritariamente internacional en el ambiente íntimo y el entorno inigualable de The Ritz-Carlton Abama, el lujoso hotel ubicado en el resort de Abama, en el municipio sureño de Guía de Isora.
Junto a ella, otro grande, esta vez de las cocinas, Erlantz Gorostiza, completará a nivel gastronómico la oferta de una noche mágica, en el marco de una gala benéfica a favor de la Fundación Alda, una oenegé que trabaja en Paraguay desde el año 2003, contribuyendo a mejorar la calidad educativa y promoviendo el desarrollo de las comunidades vulnerables, especialmente de la infancia.
Baras, que además es madrina de honor de la Fundación Síndrome de Down Madrid y de la Asociación Mi princesa Rett, suele colaborar con numerosas causas solidarias. "Intento, siempre que puedo, volcar mi arte al servicio de los demás", señala. "El privilegio del artista es soñar y hacer soñar. Y ayudar a quien lo necesita. Hacer olvidar un dolor, una pena. Eso da sentido a lo que hago". Y agrega: "Más aún sabiendo que si no les pones el rostro de alguien conocido a este tipo de fundaciones su labor tristemente no sale del anonimato, no llega su mensaje y no obtienen los recursos que necesitan".
Sus maestros
Tras el éxito incontestable de su espectáculo Voces, con el que gira actualmente, que ha arrasado ante 600.000 espectadores de medio mundo, y en el que rinde homenaje a los grandes maestros del flamenco que más han influido en su trayectoria (los fallecidos Paco de Lucía, Antonio Gades, Camarón de la Isla, Enrique Morente, Carmen Amaya y Moraíto), la carrera de esta gaditana se encuentra en su momento más álgido.
Además de a estos míticos artistas, la bailaora cita con devoción a su madre, Concha Baras, como su gran maestra y mentora, la figura más importante para sus 30 años de carrera artística.
"No solo porque me enseñó a amar el arte sino porque es quien me enseñó a bailar. Hay que entender que bailar no es un trabajo, sino una forma de vida. Ella me enseñó a amar esta vida que es el flamenco, por supuesto con el sacrificio y la honestidad que requiere, y con esa pasión que ella siente por el arte en general", destaca Sara.
Esa pasión creció hace unos años también, tanto a nivel profesional como personal, con su maternidad: "Eso lo cambió todo. La experiencia me ha favorecido en todos los sentidos, hasta en la forma de bailar. Es cierto que a nivel físico mi cuerpo ha cambiado. Pero mi corazón nunca ha estado tan lleno en mi vida y eso es el baile. Así que además de haber sido madre me siento más fuerte", apunta.
Esta gaditana que acumula honores -Medalla de Oro de la fundación John F. Kennedy, premio Nacional de Danza, cinco premios Max de las Artes Escénicas- no para. "Yo creo por encima de todo en el trabajo duro, en la preparación, en la honestidad y el respeto por el público, cuando el telón sube siempre estoy preparada al 100% y siempre doy absolutamente todo lo que tengo en cada función que realizo, en todas y cada una de ellas".
Algunos privilegiados podrán ver este espectáculo único el próximo 14 de octubre en Abama y disfrutar de la magia de los fogones de Erlantz Gorostiza, chef del Restaurante M.B., con dos estrellas Michelin, y discípulo del gran Martín Berasategui.
