La empresaria, estilista y diseñadora tinerfeña Milena Rodher dice que su relación con la moda comenzó "desde que tuve uso de razón. De pequeña recuerdo ver el concierto que Madonna dio en el 92 en Barcelona una y otra vez. En casa de mi abuela había una VHS grabada y yo me la ponía cada tarde después de clase y le quitaba a mi abuela sus ropas y zapatos y jugaba a ser Madonna, imitando sus bailes y sus ropas". Cuenta que para seleccionar las marcas y prendas que vende en su tienda o emplea para sus estilismos se deja llevar por su "intuición. Es mi mejor aliada y no suele fallarme". Considera que la clientela de un negocio debe ser exigente: "Y a la que no lo es, la animo a serlo. Hay que invertir bien el dinero. No comprar por comprar". Como apasionada de la moda dice que sus imprescindibles en un armario son una biker de piel y una camisa masculina fluida blanca.
Su diseñador fetiche es Yves Saint Laurent "y la casa Saint Laurent es mi inspiración" pero cuenta que la prenda fetiche que más valora de su ropero son "unos zapatos Chanel beige con puntera negra que compré en París y es mi mayor capricho".
Viajera empedernida, "Londres es siempre mi ciudad perfecta para buscar inspiración y desconectar en algún museo. Ahora tengo en mente ir a Islandia", añade Rodher.
"Uso LeLabo como perfume", dice sobre sus trucos de belleza, "y soy una adicta a los productos de belleza. Actualmente estoy usando Caudalie, una firma francesa que tiene unos productos donde la base principal es la VID que me encantan. El limpiador de Caléndula de Kiehls es maravilloso y el Sérum de Estee Lauder". Negada reconocida para el deporte, la estilista y empresaria confiesa que está "empezando con el yoga tailandés y me encanta", aunque para tener su espectacular físico confiesa que "aprovecho mucho mi genética".
Cuando Milena repasa su memoria musical no faltan entre sus imprescindibles Led Zepellin, Guns and Roses y Nirvana. "Son mi banda sonora de vida. Y me encanta como escritor Albert Espinosa y su libro ´Todo lo que podríamos haber sido tu y yo sino fuéramos tu y yo", una obra convertida ya en un clásico de la literatura en español. Por último, no duda en reconocer que es de buen comer: "La gastronomía es uno de mis mayores vicios. Ceno mucho fuera porque adoro probar platos nuevos. Soy muy fan de la comida asiática en todas sus vertientes y como plato preferido Usuzukuri de Pez mantequilla con trufa. Podría pedirme 5 raciones", bromea esta elegante mujer cuyo establecimiento santacrucero lleva su mismo nombre.
