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Bienvenidos al futuro

El artista tinerfeño Filip Custic es el chico del momento en el panorama nacional por haber logrado trasladar a sus trabajos una reinterpretación muy personal del pasado pero planteado en un futuro onírico

Bienvenidos al futuro

Es el chico del momento pero, aunque él lo sepa, Filip Custic está demasiado ocupando pariendo sus ideas como para pararse a pensar en todo lo bueno que se está escribiendo sobre este tinerfeño con sangre croata a raíz del salto mundial de la cantante Rosalía con El Mal Querer, a quien Custic conoció a través de las redes sociales: ahora es el responsable de su imagen, convertido en un icono este chiquilo que tanto te acerca a David LaChapelle como a Monet, Marcel Duchamp o el barroco del XVIII. Porque esa es la grandeza de este artista: haber aprovechado las herramientas que aporta el acceso digital a todos los movimientos y tendencias del mundo pero sabiendo ubicarlas a la perfección en su imaginario personal, donde reposa su cultura artística más clasisista. Habla de sus referencias surrealistas cuando se le interroga sobre sus inspiraciones y considera que cada vez se aleja más de una faceta de diseñador que cultivó en sus inicios -tiene 24 años- porque el arte se le ha revelado como mejor canal donde plasmar su obra, una serie de joyitas que podrían verse en un futuro no muy lejano en las Islas.

De cara aniñada, no te lo creas del todo. El discurso de Custic tiene mucha carga provocadora: en estos días le han censurado -de nuevo- una imagen en Instagram aunque ya revolucionó las redes sociales con la iniciativa 1 por 1 junto a María Forqué, que ocupó páginas y mensajes por la censura a la que se sometió. Pero nada es casual. Custic confiesa que detrás de su discurso "está mi paisaje mental" y dice que lo que muestra en sus trabajos "es lo que sucede en mi mente".

Comenzó la fotografía de moda, a los 19 años. Dice que siempre ha sido creativamente influenciado por su entorno, tanto el canario como el croata, y tras acabar sus estudios se mudó a Madrid, donde hoy reside después de conocer mundo. En otras publicaciones el tinerfeño cuenta que estudió publicidad y relaciones públicas, "una decisión influenciada" por sus padres pero, visto lo visto, eso no iba a impedir que floreciese el torrente de ideas que este muchacho acumulaba en su inmenso universo interior.

Con solo 25 años, su trabajo ha atraído a colaboradores como Vogue, Opening Ceremony y Sony, además de trabajar para, entre otros, la genial Rosalía, con quien se entiende perfectamente. "No me ha cambiado nada nunca en mis propuestas. Hay una confianza absoluta en mi trabajo por su parte", cuenta este magnífico creador.

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