Rosalía Díaz, natural de Cajamarca (Perú), lo tenía claro desde jovencita. Quería llevar los verdaderos olores, colores y sabores de la cocina peruana a España, transmitiendo su amor por la gastronomía y cultura de su tierra a través de recetas con su propio sello. Tras años de duro trabajo esta emprendedora acaba de cumplir su sueño con la inauguración del restaurante Qapaq en Los Cristianos, en el municipio tinerfeño de Arona. La cocinera, de 32 años, que se formó en el restaurante de Martín Berasategui en Lasarte-Oria, premiado con tres estrellas Michelin, es un ejemplo de la estela que ha dejado atrás el famoso y multipremiado Gastón Acurio, el chef que ha logrado globalizar la cocina peruana y que ha motivado que numerosos jóvenes cocineros de su país estén repartidos por todo el mundo para exportar y hacer más grande si cabe aquella cocina. "Llevo 12 años en España y siempre tuve la idea de crecer profesionalmente y aprender para luego liderar mi establecimiento, un lugar donde desarrollar mi creatividad y plasmarlo a través de una cocina de fusión que respete las bases de la cocina peruana. Cuando llegué a Tenerife hace 8 años, me conecté con la isla y supe que este era el lugar ideal".
Toda su experiencia fue creciendo con el paso por los mejores hoteles de la Isla. Tenía claro incluso a quién quería en su equipo. Hace pocos años, Rosalía habló con su hermano, Ever. "Estudia Gastronomía, como yo, y después te vienes conmigo a Tenerife", le dijo. Y Ever se formó, y llegó hace dos años a la Isla. Hoy es la mano derecha de Rosalía en el Qapaq. Hoy Rosalía trabaja con varios agricultores de Tenerife, con quienes ha hecho un proyecto para empezar a producir en la Isla los ajíes y hierbas aromáticas peruanas que constituyen la esencia de los sabores del Qapaq. También ha introducido algunas primeras materias de la zona, como pescados frescos, y la papa negra canaria, por su semejanza con los tubérculos que son la base de la cocina de su país. "Nos preocupa especialmente que quien llegue al Qapaq sienta que puede estar perfectamente comiendo en un restaurante de fusión en Lima, con la esencia real y el sabor de nuestra cocina, no en un sitio turístico", explica Rosalía. Por ello, desde el principio se han esforzado en ofrecer productos de primera calidad a precio asequible "para que sean muchos los que puedan disfrutar de nuestros platos".
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Arriba, ceviche clásico de pescado local, acompañado de batata, maíz cancha, ají limo, cebolla roja de nazca y brotes de cilantro. Centro, lomo de lubina a la brasa sobre tabulé de quinoa con miniverduras y veloute de cilantro y sanguchitos con cochino negro crujiente, batata de Lanzarote, salsa criolla y romesco parrillero. Lomo salteado al estilo peruano (izq.) Pollo de corral a la robata con papa bonita, choclo blanco y salsa anticuchera con ají panca y pisco sour, cóctel preparado con lima, huevo, jarabe de azúcar, angostura y hielo. Rosalía Díaz ha cuidado hasta el mínimo detalle de un establecimiento que debe e su nombre a la tradición inca. "Estudié y trabajé en el interiorismo del establecimiento, en la organización de la cocina, seleccioné con cuidado la mantelería, los cubiertos, la vajilla, la cristalería, los elementos decorativos", afirma, "pero también investigué durante meses para que las elaboraciones que hemos incluido en nuestra carta fueran perfectas", señala esta profesional de origen peruano que lleva 12 años en España, donde acaba de inaugurar el restaurante Qapaq, en Arona, al sur de la isla de Tenerife. La chef es discípula de Martín Berasategui.
