Olga Cerpa vuelve casi al desnudo. Su poderosa voz e inconfundible timbre se erige en protagonista absoluto de su nuevo trabajo discográfico, acompañado del sonido magistral de una guitarra, sea portuguesa o española. Pequeño fado y otras canciones de amor nos presenta a una Olga romántica, desgarradora, traicionada y, sobre todo, intimista. Olga Cerpa se cuela en tu habitación, en el salón de tu casa o en una reunión de amigos de fin de semana para cantar de cara, sin aparentes sofisticaciones y con el punteo de una guitarra hasta 12 temas. Aunque existe un trabajo muy calibrado de fusión entre Canarias y Portugal para conseguir sencillez y precisión. "Es un experimento musical de fuerte acento atlántico, lleno de pasiones y memoria, donde Olga acerca el género del bolero hasta las orillas del fado portugués en una lectura musical, que ha juntado a músicos de fado portugueses y músicos canarios procedentes del mundo del bolero", manifiesta el grupo.
Los amantes de la música romántica escucharán con el timbreo sentimental, directo y redondo de Olga Cerpa temas clásico como Luz de luna; He perdido contigo; Ay amor, ya no me quieras tanto; Si me pudieras querer; Dos rosas; Cenizas; Amar y vivir; Si te contara; Llamarada; Amor de mis amores; Viajera; y Pequeño fado, este tema abre el disco.
Este nuevo trabajo de la intérprete y su grupo Mestisay, que acaba de salir a la venta en las Islas y hace el número 16 en su carrera, se presentará el 29 de noviembre en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria. La formación musical, encargada también de la producción, realizará una nueva edición del disco en la próxima primavera para su lanzamiento en la Península y su gira internacional por países americanos, prevista para final de 2009.
En la maleta de viaje de Mestisay se dejan acompañar por clásicos de Los Panchos, la puertorriqueña La Lupe, la mejicana Chelo Silva, el ecuatoriano Julio Jaramillo o cancioneros de la vieja trova cubana, reinterpretados ahora para la ocasión "sin los clichés del género", sostienen.
El joven compositor y requintista tinerfeño Pancho Delgado y el fundador de Mestisay, Manuel González, ejercieron de productores musicales en la grabación. La pasión portuguesa fue aportada por el lisboeta Bernardo Couto, considerado uno de los mejores intérpretes de la guitarra portuguesa, acompañante habitual de los mejore fadistas del género.
A juicio de los expertos, Cerpa consigue imprimir un singular registro dramático en una selección de parte de los temas de su infancia, apuntalado en dicho tratamiento intimista por el sonido fadista de la guitarra y el acompañamiento de las guitarras españolas. "Recoge la esencia de sus actuaciones en directo".