El 26º Festival de Música de Canarias llega esta noche a uno de sus puntos culminantes con la presencia del joven venezolano Gustavo Dudamel, que dirigirá, en el auditorio Alfredo Kraus, a la Orquesta Sinfónica de Gotemburgo, en el primero de los dos programa que hay previstos y que forman la Sinfonía nº 6 de Beethoven y la Sinfonía nº 4 de Nielsen.

El director venezolano es toda una figura mediática con una legión de fieles seguidores en todo el mundo por su forma pasional de dirigir las orquestas, pero, a su vez, con el respaldo unánime de la crítica especializada. Gustavo Dudamel es un director muy carismático, con una gran personalidad escénica, y perteneciente a esa nueva generación de músicos que, al margen de su elaborada y meticulosa técnica, tiene un gancho popular arrollador, con numerosos fans hasta entre los niños.

Algunas personalidades del mundo de la música, o que están en relación directa con ella, han opinado sobre el director venezolano. La musicóloga Rosario Álvarez, que además asistió al concierto que Dudamel ofreció el pasado 18 de enero en Santa Cruz de Tenerife, reconoce que el director venezolano "me gustó mucho", aunque, añade, "se trata de una persona muy joven que aún le queda mucho por madurar", pero que para la edad que tiene, y con el nivel que demuestra, "llegará a ser una de las grandes batutas a nivel mundial". Para Rosario Álvarez, el director venezolano ha alcanzado fama internacional porque tiene talento y es a su vez muy apasionado. "Es un director al que le encanta la música", señala, "y eso se demuestra al verlo sobre un escenario, la vive y sabe contagiar a la orquesta con sus ideas y sus propuestas", y añade que de cara al futuro, seguro, "va a disfrutar de numerosos éxitos, aunque esté limitado por esa fama de niño prodigio". Para Rosario Álvarez, cuando Dudamel pase su juventud y se convierta en un hombre maduro será, seguro, una de las grandes batutas mundiales, pero ahora es como una especie de "volcán escénico".

Sobre la Orquesta de Gotemburgo, Álvarez recuerda que se trata de la orquesta con la que Dudamel trabaja y, en el escenario, se nota que está muy metido y que tiene un buen entendimiento con los músicos. Sobre el concierto de Tenerife, Álvarez aclara: "Especialmente me gustó cómo dirigió la obra de Nielsen", señala, "porque la hizo de forma muy brillante, con mucho color y mucha fuerza".

Para el director del Conservatorio Superior de Música de Canarias, Sergio Alonso, la figura de Dudamel es importante por dos razones. La primera es a nivel musical, ya que se trata de uno de los directores que tie-nen una proyección más fuerte en el panorama internacional siendo tan joven. Y la segunda es, desde el punto de vista social, ya que, junto con otras personas de Venezuela, "ha hecho una labor importantísima en pro de la música y de la sociedad venezolana para recuperar a chicos muy humildes para la música", algo que, a su vez, genera una doble vertiente: por un lado, descubrir nuevos talentos y, por otro, hacer una labor sociológica fuera de toda duda. Sin embargo, Alonso añade: "Como director es bastante bueno, de los que más proyección tienen, y su techo está todavía por descubrir".

Juan Mendoza, ex director del Festival de Música de Canarias, conoce muy bien la figura del venezolano. "Si algo lo definiría es su vitalidad y fuerza, ya que se trata de un director renovador en el repertorio". Para Mendoza, la presencia de Dudamel era una asignatura pendiente del Festival y, recuerda, "cerré su contrato en 2006 nada más llegar al Festival". Aunque en aquel momento Dudamel "era un músi-co poco conocido", con los años se ha convertido "en una gran estrella de la composición".

Mendoza señala que ya había escuchado a Dudamel en alguna ocasión y se daba cuenta de que era una gran figura, por lo que su contratación en abril de 2006 "fue una de las primeras gestiones que hice cuando llegué a la dirección", recuerda.

La vicerrectora de Cultura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Isabel Pascua, señala: "Yo lo conocí con la Joven Orquesta Simón Bolívar y la impresión que tuve, aparte de que era un director joven de gran entusiasmo y pasión, era la labor social tremenda" que hacía "y que me llegaba con más fuerza como vicerrectora de cultura", añade. Para Isabel Pascua, aunque Dudamel tiene una vitalidad y ese carácter latino con la orquesta de Los Ángeles y Gotemburgo, lo que más le gustó fue su trabajo con la Orquesta Simón Bolívar. "Por eso", aclara, cuando le concedieron el Príncipe de Asturias de la orquesta me alegré mucho". Sobre la interpretación del venezolano, Pascua destaca "su juventud y pasión".

La gerente de la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE, María José Prieto Falcón, señala que Dudamel es uno de los mejores, más prestigiosos y populares directores de orquestas "y ya nos gustaría a las orquestas españolas tener a alguien como él". Prieto destaca del venezolano el modo en que "se comunica con los músicos y con el público", lo que produce un ambiente en el que la gente se implica tanto y por eso tiene tanto éxito.

Finalmente, el crítico musical, José Sampedro, reconoce que Dudamel está de moda y ésta es una fama justificada, ya que es muy bueno. Sampedro recuerda una anécdota: cómo, en cierta ocasión, oyó por Radio Clásica una sinfonía conocidísima y esperó a que terminara para saber el nombre del director seducido por el sentido enorme del ritmo y al mismo tiempo por cómo se oían todos los instrumentos y resultó ser de Dudamel. José Sampedro destaca cómo, a su misma edad, salieron directores como Zubin Mehta, Abbado, Maazel. "Cuando hay calidad, ésta se demuestra a los 22 ó 23 años", señala, "desde joven se puede ser un director maduro porque la enseñanza ha crecido a la par de un talento especial para una labor como la de director".