Denuncian a Agua Firgas por uso indebido de la imagen de Sting

La productora Maldito Rodríguez, encargada de organizar el concierto de Sting en el Estadio de Gran Canaria el próximo 13 de julio, presentará un requerimiento legal contra Agua Firgas por una campaña publicitaria que, sin autorización del artista, esta empresa está realizando sobre la visita que el cantante hará a la Isla.

Roberto Gutiérrez, director de Maldito Rodríguez, señala que dicha campaña no sólo es un uso indebido de la imagen de Sting, sino que ha traído consecuencias negativas de cara a la estancia del artista en la ciudad. "Sting tenía pensado visitar Vegueta y la playa de Las Canteras y cenar en un restaurante el segundo día de su visita a la Isla", señala Gutiérrez, "y ha abortado esta idea por el peligro que supone para su integridad física que alguien se le acerque con la idea de que no se vaya sin beber Agua Firgas", añade.

"También estaba previsto que un periodista de El País Semanal le hiciera un reportaje que iba a ser la portada de la publicación, y tampoco será posible".

Consecuencias

Para Gutiérrez, las consecuencias negativas de cara a la promoción turística de Gran Canaria son enormes porque muchos artistas internacionales, que conozcan esto, pueden negarse a viajar a Las Palmas. "El problema es que no se trata de un movimiento ciudadano espontáneo creado por las redes sociales como ellos quieren hacerlo pasar", añade, "sino que es una campaña comercial realizara por una empresa mercantil y firmada por una productora que le hace el trabajo como puede verse en los vídeos que graban en youtube, aunque sin pagar un euro como patrocinador y sin consultarlo con la empresa encargada de los derechos de imagen de Sting, que salen muy caros".

Pero, aún así, para Gutiérrez lo más inquietante es que puede incluso peligrar el concierto del artista. "A nosotros nos ha llegado un comunicado de la empresa Live Nation, que organiza sus conciertos, en donde el manager de Sting nos exigía que se aumentara la protección del artista porque consideraban que su seguridad estaba en peligro" ya que la empresa de Sting tiene una clave que registra todas las informaciones que aparecen con su nombre en Internet.

"Lo peor", añade el productor, "es que existe una cláusula en el contrato en donde dice que si el manager cree que la seguridad del artista está en peligro puede suspender el concierto".