Tres escritores canarios presentan Leyendo el turismo, recitales poéticos que ya han llevado a espacios como el Centro Cultural Maspalomas y el Hotel Madrid, centrados en el considerado motor económico de las Islas. Estas veladas son también expresión y consecuencia de una vivencia común a todos ellos, "entre piscinas de hoteles y tiendas de souvenirs, con una infancia rodeada de turistas".

Acerina Cruz, Samir Delgado y David Gujosa se reconocen parte de una generación nacida al amparo de la ciudad turística propia del sur de la geografía canaria, una generación que "pasó la infancia viviendo en hoteles y apartamentos". Un día se observaron unos a otros como quien se mira en un espejo y decidieron, desde la expresión artística, decirle al mundo que ellos habitan en la ciudad turística, que allí tienen sus raíces y que tienen mucho que decir respecto de su desarrollo y de la visión que de ella se pueda tener. El resultado de esa reflexión es este proyecto.

En los últimos 50 años se ha verificado en las zonas turísticas un importante cruce de culturas. "Queremos que la parte literaria dé cuenta del turismo", explica Delgado, criado en Maspalomas, hijo de un libanés y una tinerfeña. Así, están completando un dossier de escritores que han visitado Canarias y han escrito sobre el Archipiélago, como Unamuno, "el primero que habló de las características existenciales y telúricas de la geografía grancanaria, o Ignacio Aldecoa, que contó los últimos aletazos de la sociedad pesquera de La Graciosa". Ese dossier incluye también a poetas que hablaron del turismo y lo completan con sus propias vivencias.

"El otro día me comentaba alguien que de Juan Grande para abajo es el extranjero", señala Acerina Cruz, para ahondar en la idea de que muchos autores canarios han visto las zonas turísticas como meros lugares de descanso, de modo similar a como lo haría un turoperador, y no como materia para su creación. La idea ahora es que la literatura canaria, tradicionalmente ligada a la temática marina o el intimismo, cumpla otro papel: "Aquí, no sé por qué, los autores se han olvidado tanto del turismo, un factor tan vinculado al desarrollo de la región".

El proyecto presenta otra faceta complementaria a la estrictamente poética, con un peculiar trabajo de campo para conocer empíricamente cómo funciona el turismo. Los tres anduvieron recientemente por la zona hotelera del Sur grancanario, "en cocinas, en habitaciones, en entrevistas con los guías", comenta Samir, "y nos llevamos un trozo de hotel", dice Acerina. Y es que en su itinerario por los hoteles se han llevado un muestrario con trozos de la ciudad turística: una carta de amor a una guiri, una lámpara de hotel, un bañador? a modo de catas poéticas, de lo que esos objetos "podrían representar en nuestras vidas en la ciudad turística". Luego, en los recitales, los muestran al público.

Esta confluencia de facetas creativas y científicas provenientes de su formación intelectual y académica llevó al grupo a dar nombre al mito en que, dicen, se ha convertido el sur de Gran Canaria: Turisneyland, un país de los turistas.